DANIEL MITCHELL dejó ver nuevamente su postura frente a la Ley de plásticos de un solo uso, pues asegura que no es la solución a la problemática. Asimismo, resaltó que el sector se ha visto afectado por la falta de certeza de hacia dónde va la economía del país.
EL NUEVO SIGLO: ¿De qué se trata la Ley de plásticos de un solo uso y cuáles son los tiempos que debemos tener presentes?
DANIEL MITCHELL: La Ley tiene muchos elementos, pero tal vez lo más llamativo en esta fecha es la entrada en vigencia, a partir del 7 de julio, de la prohibición de un listado de grupos de productos denominados de un solo uso que incluye: las bolsas de punto de pago, los rollitos de bolsas vacías dispuestos en los establecimientos comerciales para el empaque de productos a granel, las bolsas utilizadas en lavanderías para los periódicos, revistas facturas, los pitillos, copitos, mezcladores y los palitos plásticos utilizados para sujetar los globos o bombas de inflar.
La norma también tiene otros elementos que entraran en vigencia más adelante ‒en el 2025, 2026 y 2030‒ sobre estos, creo que es importante aclarar varios elementos. Primero no se prohíbe ningún tipo de empaque, envase, embalaje, botella, recipiente, no se prohíben los desechables, tampoco los recipientes de icopor, vasos, platos y cubiertos plásticos, nada de eso.
Es importante destacar que hay unas alternativas sostenibles que se pueden seguir comercializando, que básicamente se refiere a tres: los productos fabricados con reciclados en un 100%; segundo los productos biodegradables y tercero, un producto reutilizable, me refiero a las bolsas o los sacos que típicamente son fabricados también con materiales plásticos.
La Ley también establece unas excepciones incluyen, por ejemplo, las bolsas para empacar alimentos de origen animal, también se efectúan las bolsas utilizadas para empacar bienes de la canasta familiar diferentes de frutas y verduras, hay otras excepciones, por lo que invitamos a los a los fabricantes y los establecimientos de comercio que utilizan a revisarlos.
ENS: ¿Cuál es la postura de Acoplásticos frente a la Ley y cómo ésta los afecta?
DM: Nosotros tuvimos un debate muy fuerte por muchos años en el Congreso de la República, y pues la Ley ya quedó, entonces, no hay mucho más que discutir. En su momento, desde Acoplásticos fuimos muy claros en que no estamos de acuerdo con las prohibiciones, pues consideramos que ese no es el camino y la mejor manera de solucionar la problemática de los plásticos; sin embargo, la Ley sí, establece otros componentes que van en la dirección que consideramos que es la adecuada, que es en particular los temas que tienen que ver con la economía circular.
La Ley, por ejemplo, establece unas metas de reciclaje, unas excepciones a las prohibiciones que tienen que ver con circularidad, con contenido de material recicladas, con productos plásticos neutro, entonces en ese sentido consideramos que la norma tiene elementos positivos que le mandan unas señales a la industria, de cuál es esa transición que debe dar. Esta incorpora también algo que nos parece muy sensato y es que, un producto no se prohíbe si se demuestra que el sustituto tiene un impacto ambiental mayor en cuanto huella de carbono, hídrica, entre otros, eso evita que se pase de un producto a otro que tiene un impacto ambiental mayor, entonces consideramos que la norma tiene elementos positivos el componente de provisiones, pues no es el camino que nosotros consideramos, pero, al tener estas alternativas sostenibles, estamos trabajando para que las empresas puedan ofrecer estos productos ambientales en el mercado.
En cuanto a cómo nos afecta, pues el sector o el subsector o el segmento del mercado que corresponde a esos seis productos que se prohíben, representa alrededor del 4% de la industria transformadora de plástico en Colombia, estamos hablando de más de 100 empresas, alrededor de 9.000 - 10.000 puestos de trabajo directos, es decir, es una transformación de 50 a 60.000 toneladas de plásticos por años, ese es el sector que en muy corto plazo tiene que pasar a ser toneladas o de materiales, reciclados, de materiales biodegradables o de plástico utilizados para bienes que se han reutilizables o que entren dentro de alguna de las excepciones que establece la Ley.
ENS: ¿Cuánto dinero gana anualmente esta industria?
DM: La industria total de todos los plásticos mueve alrededor de 28 a 29 billones de pesos y todos los plásticos generan alrededor de 230.000 puestos de trabajo directos. La industria de las bolsas, estamos hablando de un 4%, esa factura 500.000 millones año.
ENS: ¿Cómo cree usted que se verá afectada la economía colombiana con la entrada en vigor de esta Ley?
DM: Pues sin duda habrá unas empresas que no podrán seguir comercializando sus productos, si no logran ajustar sus procesos hacia estas alternativas sostenibles, eso puede tener un impacto importante; sin embargo, nosotros consideramos que en esta transición también hay nuevas oportunidades de desarrollar los mercados de reciclaje, de desarrollar nuevos tipos de materiales biodegradables, de tener mayor disponibilidad de materiales reciclados, por ejemplo, el segmento de las bolsas o sacos reutilizables en plástico, pues ha venido creciendo.
Creo que, si bien hay un golpe sobre unas empresas, estas mismas empresas u otras, también pueden desarrollar nuevas oportunidades con esta transición sostenible.
ENS: ¿Cuál cree usted que ha sido el ‘efecto Petro’ en la economía del país?
DM: Pienso que sin duda ha habido mensajes que han generado preocupación y que han llevado a las empresas a modificar sus decisiones de inversión, me refiero particularmente al sector nuestro, entonces, tal vez como hay falta de certeza en hacia dónde va la economía, hacia dónde va el país, hay muchos anuncios, hay mucha discusión, esto obviamente manda unas señales y las empresas redefinen sus decisiones de inversión, a veces las aplastan, a veces las hacen en otros países, eso ocurrido.
También ha habido una falta o demora en ciertas inversiones que generan cadenas con otros sectores económicos, incluyendo el plástico, por ejemplo, en infraestructura, en construcción de vivienda, entre otros, la dinámica que pueden desarrollar esas inversiones públicas en esos sectores puede impulsar el resto de la economía.
Tal vez entre lo positivo, yo destacaría que las empresas ante la incertidumbre han buscado exportar más hacia otros mercados y eso lo estamos viendo. Nuestro sector tuvo cifras negativas el año pasado, pero este año se viene recuperando y los últimos dos tres meses han sido buenos, entonces vamos a ver cómo siguen las condiciones económicas.