El escenario sui géneris en que se negocia el salario mínimo | El Nuevo Siglo
DESDE mañana se reiniciarán las negociaciones en la mesa de concertación laboral para establecer el salario mínimo para 2023.
Domingo, 4 de Diciembre de 2022
Redacción Economía

Por primera vez un gobierno de izquierda en Colombia debe seguir el curso de otras administraciones que en los últimos años en el mes de Navidad se sientan con los trabajadores y empresarios para acordar el incremento del salario mínimo.

Esta primera característica es la que 'engalana' el escenario sui géneris de la puja tripartita para encontrar consensos y lograr un acuerdo del incremento. En medio de este panorama, hasta el 9 de diciembre las tres partes deberán presentar sus propuestas para el incremento salarial de 2023, con base en la inflación proyectada de 2022 del 12 %, la cifra de productividad del DANE del 1,24 % y la tasa de desempleo, que llegó a 9,7 %.

Incluso, ha tomado fuerza un estudio del Banco de la República que precisó que un incremento del salario mínimo del 1 % por encima de la inflación provoca una reducción del 1 % en el empleo. El Centro de Estudios Económicos ANIF sugirió que el incremento del salario mínimo para 2023 ronde el 13,9 %.

“Un incremento mayor a la combinación de la inflación y la productividad total de factores puede llevar a efectos indeseables, como mayor informalidad, menor contratación, vivienda de interés social más cara e imposibilidad de cotizar para salud y pensión”, precisó la ANIF.

Hay que recordar que el año pasado el incremento del salario mínimo fue del 10,07 %, por encima de la inflación, y llegó a $1'000.000. En efecto, el 15 de diciembre de 2021 el Gobierno Nacional fijó mediante el Decreto 1724 el incremento del salario mínimo legal mensual vigente para el año 2022 en 10,07%, es decir, $91.474. Así, a partir del 1° de enero de 2022 el salario mínimo legal mensual vigente asciende a la suma de $1'000.000.

Por otra parte, mediante el Decreto 1725 de 2021 el Gobierno Nacional fijó el auxilio de transporte que se reconoce a los trabajadores que devenguen hasta dos (2) salarios mínimos legales mensuales vigentes, en la suma mensual de $117.172.

Sin embargo, ahora hay un panorama totalmente diferente por la coyuntura que muestra la economía colombiana. Sin duda este año ha estado marcado por un contexto de alta inflación, un agresivo ciclo de subidas de tasas de interés caracterizado no sólo por su rapidez sino también por su magnitud y expectativas económicas que gradualmente se han ido corrigiendo a la baja. A continuación, los principales hechos que inciden en esta negociación del salario mínimo:



1.- Crecimiento

En el tercer trimestre de 2022 el PIB de Colombia exhibió un crecimiento anual de 7 %. Este resultado fue coherente con una expansión trimestral de 1,6 % (6,4 % anualizado), a partir de la serie ajustada por efectos estacionales y de calendario. Es decir, la economía acumuló cinco trimestres consecutivos con avances en el margen muy superiores a las capacidades potenciales, incrementando la brecha positiva que ya se habría empezado a presentar desde el último trimestre de 2021, gracias a una economía que ya alcanzó un nivel más de 11 % superior a la referencia prepandémica. Todo esto implica que la desaceleración del crecimiento anual es resultado de la moderación del efecto estadístico de base de comparación, pero no es señal de un debilitamiento de la producción. Si bien el crecimiento anual se desaceleró 5,8 puntos porcentuales frente al registro del segundo trimestre (7 % contra 12,8 %), la relativa estabilidad en el ritmo de expansión trimestral (1,6 % en el tercer trimestre frente a 1,3 % y 1,5 % en los dos trimestres previos), es una señal de la gran resiliencia de la economía ante los vientos en contra desde el contexto internacional y local.

2.- Consumo

El consumo cayó 2,6 % frente al segundo trimestre, principalmente motivado por la persistente inflación y el endurecimiento de las condiciones financieras. Dentro de este renglón, es de destacar que el retroceso obedeció en buena medida al cambio de tendencia del consumo privado de los hogares, el cual cayó frente al trimestre pasado en 2,2 %, situación que sería resultado del impacto de la elevada inflación y la alta tasa de cambio en el poder adquisitivo de los hogares, tanto frente a los bienes importados, como respecto a bienes básicos como los alimentos. Entre tanto, el incremento de las tasas de interés ha disminuido la demanda de crédito y la capacidad de los hogares de apalancarse en sus decisiones de consumo.

3.- Incertidumbre por reformas

Otro elemento determinante para el comportamiento de nuestra economía es la alta incertidumbre por las reformas emprendidas por el Gobierno. Durante sus primeros meses la nueva administración logró la aprobación de una reforma tributaria que, aunque contribuirá al cumplimiento de las metas fiscales en 2023, golpea a las personas y a las empresas. Además, algunas declaraciones de la agenda pública han generado confusión, lo que puede llegar a obstaculizar las decisiones económicas y afectar el valor de los activos financieros y los costos de financiamiento público y privado. Adicionalmente, en el corto plazo habrá decisiones en varios frentes que pueden generar inquietud entre los agentes económicos. Entre ellos se destacan el incremento del salario mínimo, la adición presupuestal y el plan financiero de 2023. Igualmente, las propuestas de cambio en los frentes de pensiones, salud y exploración petrolera pueden incidir en la confianza de consumidores y empresarios.

4.- Tasa de cambio

La tasa de cambio ha experimentado una tendencia alcista pronunciada en los últimos meses. Luego de haberse corregido durante el primer semestre de 2022, desde la segunda vuelta presidencial el peso colombiano ha sufrido una depreciación de casi 29 % frente al dólar, una de las más pronunciadas en el mundo y similar a la caída que han presentado otros activos financieros colombianos. Este comportamiento es el resultado de factores tanto externos como domésticos. No se debe descuidar que por primera vez el dólar superó los $5.000 y este año se ha mantenido por encima de los $4.500, nivel que ha impactado en el costo de los bienes importados, insumos y materias primas para la producción nacional.



5.- Inflación

Por primera vez en este siglo la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) puede finalizar en 12,6 %, un nivel no observado desde 1998, antes de que se implementara el esquema de inflación objetivo en el país. Para el último trimestre de este año, los determinantes de los precios están sesgados al alza. En particular, destacamos las presiones asociadas a la depreciación del peso, el ajuste en los precios de los combustibles y la agudización del fenómeno de La Niña. Todo ello llevaría a que el máximo nivel de inflación para Colombia en este ciclo ocurra entre el cuarto trimestre de 2022 y el primer trimestre de 2023. Todo un panorama retador para los ingresos de los colombianos. Hay una expectativa de menores lluvias y con ello los costos externos podrían estabilizarse gracias al ajuste previsto en los precios internacionales de los bienes básicos y la reducción de los fletes. A esto se añadiría la intención de las autoridades de subsidiar el costo de los fertilizantes.

6.- Tasas de interés

En lo que va de 2022, el tránsito de la política monetaria a un terreno contractivo ha sido acelerado. Desde septiembre de 2021 hasta octubre de 2022, la Junta Directiva del Banco de la República ha hecho incrementos en 925 puntos básicos, hasta llegar al 11 %. Así, este es el ciclo de alza de la tasa de referencia más intenso y veloz desde que Colombia adoptó el esquema de inflación objetivo a comienzos de este siglo. Con ello, la tasa de interés deflactada con las expectativas de inflación ya se encuentra en un nivel que conduciría a que la brecha de producto positiva que se presenta en la actualidad se ajuste de forma notoria en 2023.