La crisis que azota al este de Europa ha traspasado las fronteras de Ucrania y Rusia para poner al mundo en una encrucijada, no solo geopolítica, sino económica.  

Las sanciones impuestas por los Estados Unidos y otros países alrededor del globo han puesto a los mercados en verdadero sube y baja, que por el momento no parece tener un freno de emergencia.

En el mundo globalizado en el que vivimos, escapar de una oleada tan trascendental como esta es casi imposible, por lo que sin duda Colombia sentirá algunos cambios en las tendencias económicas previstas antes del desenlace desolador de la crisis del viejo continente.

Así haya algunos efectos previsibles, otros son cambios inesperados que pueden poner de cabeza, incluso, los pronósticos más descabellados. De esa manera, y tras una semana de la invasión rusa en Ucrania, estos son efectos generados sobre la economía nacional.

El dólar

Sin duda alguna, el dólar ha sido uno de los activos económicos que más ha fluctuado en los últimos días. Desde el 1 de marzo, la divisa ha perdido cerca de $140, pasando de $3.910 a $3.771 en menos de 72 horas.

Esto es un alivio para importadores y para consumidores, pues los precios de productos del extranjero e incluso de los que se exportan e igualan el precio foráneo, como la carne, podrían bajar. Sin embargo, para las exportaciones y los inversores en moneda extranjera significa una baja en sus réditos, aunque estos ya han vivido unos tiempos de vacas gordas.

Para el director de Investigaciones de Alianza Valores y Fiduciaria, Felipe Campos, el precio del dólar bajaría, e incluso llegaría a niveles cercanos a la prepandemia luego de las elecciones, “porque en los países que dependen de los mismos fundamentales ya bajó. Esto no es una predicción, es un hecho sujeto solo a que el país siga siendo petrolero. De 2007 a 2020 las monedas colombianas y Noruega han sido calcadas”, explica.

En uno de su análisis explica que la única forma de que el dólar continúe alto es que haya una recesión mundial, lo que podría pasar si se siguen usando sanciones: “las armas económicas utilizadas no solo aumentan la probabilidad de una recesión. Sino que, al cortar el acceso al sistema financiero en dólares a una de las grandes economías, hacen que hacia adelante nadie quiera depender de esa moneda ni de ese sistema”, sostuvo Campos.

Petróleo

En los mercados de ayer, los precios del petróleo bajaron al cierre tras dispararse al comienzo a niveles no vistos desde 2008. El barril WTI subió hasta US$119,84 en la apertura en Londres, rozando los US$120, que sería un máximo desde 2012. Cerró luego en US$112,84.

El West Texas Intermediate (WTI), en tanto, alcanzó los US$116,57 en Nueva York, un nuevo máximo desde septiembre de 2008, antes de bajar a US$110,57, con caída de 2,64% sobre el precio de cierre del miércoles.

A pesar de tocar techos de hace cerca de 10 años, el precio del petróleo por encima de los US$110 hace que Colombia tenga un mayor ingreso, pues en el marco fiscal se había contemplado un barril de crudo de promedio US$70, pero también podría ser un gasto adicional, si eso implica un aumento del precio de los combustibles, que el gobierno asumiría a través del fondo de estabilización.

"Los productores rusos tienen dificultades para vender su petróleo, como lo muestran nueve cargamentos de 100 mil toneladas de crudo que no encontraron comprador el miércoles", a pesar de un fuerte descuento en el precio, de unos 20 dólares por barril, afirmaron analistas de JPMorgan.

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Carbón

Este mineral es también una importante fuente de recursos para el país y ha alcanzado precios récord. El columnista Santiago Villa, en su más reciente publicación en el diario El Espectador, dice que, con la actual coyuntura económica, esta puede ser una nueva oportunidad para el carbón.

En inicio, Europa era un gran cliente de esta materia prima, pero venía en descenso. “Desde que la Unión Europea, y en particular Alemania, comenzaron una aguda reducción de sus importaciones de carbón colombiano, hace aproximadamente cinco años, la producción de este insumo ha estado prácticamente en caída libre. Tanto así que la Agencia Nacional de Minería abiertamente dice que el gobierno está buscando otras alternativas para el mineral, que parecía encaminado a no ser más el segundo producto de exportación legal de Colombia después del petróleo”, explica en su texto.

Frente a la escasez de energía que pueda experimentar el viejo continente a causa del cierre de gas ruso, se puede retomar este combustible. “Si Europa aplaza algunos de sus compromisos ambientales y retoma el carbón, que a corto plazo podría ser la opción más barata y quizás incluso la más segura, porque las plantas nucleares alemanas son ya viejas, Colombia experimentaría una revaluación y un ingreso de dinero similar al de hace una década. Sería una bonanza, porque además habría un aumento en el precio del petróleo”, explica Villa.

Aunque cree que hay un dilema ecológico, “sin embargo, se pagaría un alto precio ambiental por ella. Justo meses después de los compromisos de COP21, habría un reverso que amenazaría las de por sí insuficientes metas de reducción de emisiones de carbono”.

En tanto los metales y materias primas agrícolas, de los cuales Rusia es un gran productor, siguen subiendo sin techo, ante la incertidumbre sobre el abastecimiento de estos productos tras la invasión a Ucrania.

El trigo también sube

Las materias primas que produce Rusia siguen subiendo de precio. El aluminio o el carbón alcanzaron nuevos récords, mientras que el trigo alcanzó un máximo en 14 años. Rusia y Ucrania representan el 30% del comercio mundial de trigo.

Este efecto, tiene un efecto inflacionario alto, pues a pesar que el país produce el cereal, también lo importa, por lo que la presión inflacionaria sobre los alimentos seguirá agrandándose, más si se tiene en cuenta que estas materias son base para la producción de alimentos para animales y otros derivados.

Desde la invasión rusa de Ucrania hace una semana, los precios del cereal subieron 32% en Chicago. Por ejemplo, los precios del maíz y el trigo alcanzaron este martes niveles récord en el cierre de los mercados europeos, situándose respectivamente en 351,25 euros (US$389,63) y 340 euros (US$377) la tonelada para entrega en marzo de 2022.

Seis días después del inicio de la invasión rusa de Ucrania, conocida históricamente como el granero de Europa, los valores de estos alimentos se dispararon, en un momento en que "la crisis se instala".

Los puertos ucranianos siguen bloqueados y la demanda es elevada, con "compradores que buscan soluciones" para sustituir los cargamentos ucranianos que preveían recibir, explicó a la AFP Damien Vercambre, corredor del gabinete Inter-Courtage.

"Nada ha cambiado de momento, pero los mercados empiezan a tomar conciencia de la situación. Las exportaciones están totalmente interrumpidas y es urgente encontrar nuevas salidas", explicó.

"China esperaba la entrega de entre cuatro y cinco millones de toneladas de maíz ucraniano y ahora intenta abastecerse de otra manera", añadió.

El trigo ya había alcanzado un precio récord el lunes por la noche, mientras que en el caso del maíz su anterior valor más elevado se registró el 4 de agosto.

Además de los cereales, el precio del petróleo también aumentó de manera fulgurante a causa del conflicto en el este de Europa.