Este será el peor trimestre de nuestra historia: Carrasquilla | El Nuevo Siglo
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Lunes, 4 de Mayo de 2020
Redacción Política
El jefe de la cartera señala que la reactivación de la economía llegará “cuando logremos superar esta tormenta y será más fuerte y sostenible”

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No cabe duda que la situación económica tanto del país como del resto del mundo se volvió crítica ante el impacto del coronavirus. Sin embargo, a pesar que mostraba el mejor crecimiento en la región hasta febrero de este año, ahora se espera un duro periodo para los colombianos. El ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, a quien le ha tocado poner el pecho a esta situación, dijo a EL NUEVO SIGLO que “este será el peor trimestre de nuestra historia. Pero a la vez, el jefe de la cartera financiera, se muestra optimista y dice que la economía será más fuerte y sostenible, una vez se supere esta emergencia sanitaria. Recalcó, asimismo, que no se descartan más adiciones presupuestales, ante la necesidad de recursos y señaló, que los créditos que aprobó el Fondo Monetario Internacional (FMI) de US$10.800 millones son una fuente de financiamiento como cualquier otra.

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EL NUEVO SIGLO: ¿Qué alternativas complementarias tiene el Gobierno para reactivar la economía?

ALBERTO CARRASQUILLA: Este será el peor trimestre de nuestra historia. En ese contexto, las prioridades son la atención de la crisis de salud pública, de una parte, y la crisis humanitaria que su manejo ha implicado, de otra parte. La reactivación por la que usted pregunta llegará cuando logremos superar esta tormenta y será más fuerte y sostenible, entre mejor hayamos sido capaces de navegar la tormenta.

ENS: Una vez aprobado el crédito del FMI y del BID, ¿qué tratamiento se le va a dar a esos recursos?

AC: Los recursos multilaterales ordinarios son una fuente de financiamiento como cualquier otra. La línea del FMI es un acceso que el país tiene desde 2009 a recursos extraordinarios para enfrentar situaciones de cierre de los mercados de capital, lo cual por ahora no es el caso.

 

La regla fiscal

ENS: ¿Qué elasticidad le da la extensión de la meta fiscal al Gobierno, para usar recursos de otras fuentes y destinarlas a la emergencia sanitaria por el coronavirus?

AC: La meta fiscal no se ha definido aún, estamos en esa discusión con el comité respectivo y esa meta estará definida y será parte de nuestras reflexiones a la hora de presentar el Marco Fiscal de mediano plazo hacia mediados de junio. Lo que sí se decidió es utilizar el margen que da la Ley para efectuar gasto público contracíclico extraordinario, hasta un determinado nivel, y con la obligación de eliminarlo en dos años.

ENS: ¿Se van a presentar nuevas adiciones presupuestales?

AC: La Ley de presupuesto se aprobó en octubre último, antes de que se evidenciara la pandemia global y sus implicaciones económicas. Sería absurdo pretender que ese presupuesto pudiera seguir teniendo la enorme relevancia que tiene en épocas normales. Es necesario adicionarle los gastos extraordinarios y recortarle los gastos ordinarios que no se van a poder hacer. En eso estamos, claro.

 

¿Más alivios?

ENS: ¿El Gobierno tienes listos otros alivios para los sectores de la economía?

AC: Desde luego que sí vienen más alivios, ante todo, para defender el empleo formal, darle continuidad a los recursos destinados a la crisis humanitaria tan fuerte en el sector informal y garantizar los recursos necesarios para seguir atendiendo la crisis de salud.

ENS: ¿Se van a utilizar las reservas monetarias para la actual coyuntura?

AC: Las Reservas Internacionales son un seguro que ha comprado el país, con esfuerzo, a lo largo de los años. Ese seguro sirve para brindar tranquilidad, mostrar que hay la capacidad de enfrentar una perturbación cambiaria de tamaño notable y así, desmotivar corridas contra el peso colombiano. Tener las reservas nos ha permitido que los mercados financieros funcionen sin esos temores, permitan unas tasas de interés y de cambio tan estables como razonables, dado el tamaño y la persistencia del choque que hemos sufrido. En este sentido, las reservas internacionales se usan todos los días y a toda hora.

ENS: ¿Se van a dar subsidios a las Mipymes para el pago de nóminas?

AC: El Gobierno tomó la decisión de garantizar el 90% del valor de todos los créditos que las Mipymes asuman para el pago de las nóminas. Las condiciones financieras, en ese sentido, son fuertemente subsidiadas, como debe ser. Si las cosas salen bien, la empresa paga su deuda y se acaba la historia. Logramos hacer el puente que permitió atravesar semejante río tan tormentoso. Si las cosas salen mal, el Gobierno paga el 90% de esa deuda. Seguiremos buscando alternativas y tomando decisiones en este frente crucial que es pagar la siguiente quincena, por supuesto, porque esta es una tragedia que implica desafíos y exige decisiones día tras día.

Los créditos

ENS: Ministro, ¿qué se puede hacer para agilizar los créditos de los bancos?

AC: Vamos por partes. Primero, los programas de refinanciación que los bancos masivamente iniciaron a fínales de marzo, son muy exitosos. Al cierre de abril, solo 4 o 5 semanas más tarde, se habían reestructurado cerca de 10 millones de obligaciones por un monto superior a los $157 billones, eso muestra agilidad. Segundo, de las nuevas líneas garantizadas por un monto de $10 billones, que se lanzan la semana del 20 de abril, ya los bancos habían reservado $6,9 billones y se habían desembolsado cerca de $650.000 millones en 10 días o menos. Tercero, esta coyuntura extraordinaria implica riesgos enormes e incluso, inmanejables financieramente en ciertos sectores. Cuando los bancos deciden prestar arriesgan el capital de sus accionistas, desde luego. Pero también arriesgan (y en un grado mucho mayor) el ahorro del público.

ENS: Pero, ¿hay algo de riesgo en la asignación de estos créditos?

AC: En el análisis que tiene que hacer el Gobierno hay que ponderar la necesidad de crédito, por supuesto, pero también la prudencia al asumir riesgos con la plata de unos depositantes que confían en que la regulación y la supervisión de las actividades que amparan sus ahorros sean ejercicios prudentes y sin estridencias populistas. En situaciones como estas se puede decir que el recurso inexistente es el apetito por riesgo crediticio y el papel del Gobierno es sustituir los canales ordinarios de irrigación de crédito, poniendo mucho más riesgo en su balance. Eso es lo que estamos haciendo.