LA CARTERA de microcréditos, contrario al comportamiento de los demás segmentos, sigue con crecimiento positivo, esto debido a que las familias siguen solicitando este tipo de financiamiento para sus pequeños negocios o emprendimiento.

Pese a que este segmento es de lo que más altas tasas de interés cobra, sumado a la alta inflación. En mayo alcanzó su crecimiento real más alto con 1,4%.

De acuerdo con el presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, dijo que “el microcrédito fue la modalidad con mayor crecimiento real, con un 2,2%, seguido por el crédito comercial con un 1,1%. Las carteras de consumo y vivienda presentaron disminuciones reales del 1,2% y 0,6%, respectivamente. Por otro lado, con los datos más recientes, el indicador de calidad de la cartera llegó al 4,2%, situándose en los mismos niveles que antes de la pandemia. Consumo, con un 6,7%, y microcrédito, con un 6,1%, son las modalidades con el indicador de calidad más alto, mientras que en la cartera comercial el indicador se sitúa en un 3,2% y en vivienda está en un 2,5%”.

Desaceleración

A pesar de que se pronostica una desaceleración en la demanda de crédito, en medio de la inflación, las altas tasas de interés y el menor crecimiento económico, el segmento de microcrédito todavía continúa mostrando incrementos al corte del primer trimestre. Así lo mostró el más reciente informe de Asomicrofinanzas, que reveló que la cartera bruta de este sector llegó a $ 19,64 billones.

Según las cifras del gremio, al corte del primer trimestre, se habían atendido a 2,89 millones de microempresarios, de los cuales más de la mitad son mujeres. El monto desembolsado a marzo fue de $ 3,51 billones, gracias a 544.310 operaciones.

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Durante los primeros tres meses del año, además, se realizaron las colocaciones de estos microcréditos en 1.003 municipios del país. De estos, donde hubo mayores desembolsos fueron en Ipiales, Palmira, Pitalito, Bello y Barrancabermeja.

Por otra parte, la Superintendencia Financiera, el indicador de calidad de cartera por mora, que mide la proporción de cartera vencida entre cartera bruta, se mantiene alrededor de 4,3%. La calidad de la cartera se deteriora por tercer mes consecutivo, presionada por el crecimiento de los créditos vencidos, que se ha dado a mayor ritmo que el de la cartera bruta. No obstante, los hábitos de pago adecuados y la menor incidencia relativa de los castigos han evitado una caída más profunda de la calidad.

Cartera

Del total castigado para marzo de 2023, el 81% correspondió al portafolio de consumo y el 14% al comercial. La dinámica de castigos en el segmento de consumo se relaciona con su calidad de cartera, siendo esta la modalidad que reporta el indicador más alto (6,7%), lo que significa que es la que presenta un mayor deterioro. La calidad de la cartera de consumo se ha deteriorado de forma casi constante desde marzo de 2022, y refleja el efecto conjunto de incertidumbre, desaceleración e inflación sobre el impago de los consumidores.

Por otro lado, la demora en la entrega de subsidios fue uno de los factores determinantes para la contracción del segmento de vivienda. En mayo, el Ministerio de Vivienda dio la noticia de la habilitación de nuevos cupos en la cobertura de tasa de interés para vivienda enmarcados en el programa Mi Casa Ya. La cobertura en la tasa de interés para beneficiarios se une a la iniciativa de algunos bancos de disminuir la tasa de sus créditos hipotecarios para la compra de Vivienda de Interés Social (VIS) y de Interés Prioritario (VIP).

Asimismo, la cartera comercial sigue sobre su senda de desaceleración, pero mantiene un crecimiento real anual positivo (1,3% a marzo de 2023). En la variación real anual, se destacó el dinamismo de productos de moneda extranjera (19,2%), financieros (9,7%), oficial (8,0%) y el factoring como mecanismo de financiación de corto plazo (6,4%). Los segmentos empresariales (-14,5%) y Pyme (-10,7%) pasaron a terreno negativo, lo que implica una mala noticia para una parte importante del tejido empresarial colombiano.