MIENTRAS ALGUNOS bancos centrales de países como Colombia, Brasil, Chile y Perú, empezaron a disminuir sus intereses para darle paso al crecimiento económico, otras entidades oficiales como la Reserva Federal de Estados Unidos han preferido dejarlos estables.
Ante esta situación, la jefa del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió que recortar muy rápidamente las tasas de referencia mientras la inflación no ha vuelto a los niveles esperados representa un "riesgo más elevado" para la economía que esperar para hacerlo más tarde, consideró.
La Reserva Federal (FED, banco central) estadounidense, el Banco Central Europeo (BCE) y otras autoridades han mantenido sus tasas de referencia elevadas en los últimos meses, en un intento de llevar la inflación hacia sus respectivas metas tras el avance de los precios registrado después de la pandemia.
Con la inflación cediendo en muchas economías desarrolladas y emergentes, ahora se concentran en cuándo debería empezar a recortar las tasas para estimular las inversiones y el crecimiento económico.
“Nuestro equipo ha observado la historia y su conclusión es que una flexibilización prematura representa un riesgo más elevado (para la economía) que intervenir un poco más tarde”, declaró Georgieva en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.
“Pero no la mantengan rígida si no es necesario”, afirmó. “Miren los datos y actúen en base a ellos”, agregó.
Expectativas
Los comentarios de Georgieva llegan un día después que el Comité de Política Monetaria de la FED decidiera mantener sus tasas de referencia en el rango de 5,25-5,50% y enfriara las expectativas de un rápido recorte.
Los directivos indicaron que no comenzarán a recortar tasas sin una “mayor confianza” en que la inflación se mueve de forma “sostenible” hacia su objetivo de largo plazo de 2% anual.
La semana pasada, el Banco Central Europeo (BCE) mantuvo sus tipos de interés por tercera vez consecutiva, optando por la prudencia ante la evolución de la inflación en la eurozona, pese a su desaceleración en los últimos meses.
Georgieva dijo que Estados Unidos estaba cerca de alcanzar lo que se conoce como “aterrizaje suave”, cuando las autoridades logran llevar la inflación a la meta sin desencadenar una recesión.
“Estamos preparados para un aterrizaje suave”, aseguró. Sin embargo, “todavía estamos a 50 pies del suelo y sabemos que hasta que no tocas tierra, no está hecho”.
Presiones de inflación
Desde la publicación del Informe sobre la estabilidad financiera mundial de octubre de 2023, las presiones inflacionistas han seguido retrocediendo, lo que ha alimentado las expectativas de que la política monetaria de las economías avanzadas se relajará en los próximos trimestres.
La consiguiente caída trascendental de las expectativas de tipos de interés en diciembre ha impulsado un repunte generalizado de los activos de riesgo. Las condiciones financieras mundiales se han relajado, en términos netos, y esa relajación se ha visto impulsada por el aumento de las valoraciones de las acciones, la menor volatilidad y los diferenciales de los bonos corporativos, que ya están comprimidos.
Los rendimientos de los bonos globales han caído significativamente en términos netos desde octubre, especialmente a plazos más largos.
Los tipos reales han impulsado los descensos a lo largo de la curva, lo que refleja la reevaluación del mercado del entorno futuro de tipos de interés. Por ejemplo, en Estados Unidos, después de haber subido a niveles vistos por última vez antes de la crisis financiera mundial, las tasas reales a 10 años han revertido su tendencia a menos del 2%.
Los rendimientos han aumentado desde principios de 2024 a medida que los inversores recortan las expectativas sobre la magnitud y el ritmo de la flexibilización de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales.
Calidad crediticia
El optimismo de los inversores sobre las perspectivas macroeconómicas contrasta con el deterioro de la calidad crediticia entre los prestatarios. El crecimiento del crédito bancario ha caído debido a que la subida de los tipos de interés durante 2023 lastró la demanda de préstamos, mientras que los bancos siguen mostrando una menor tolerancia al riesgo. Mientras tanto, los impagos siguen aumentando para algunos segmentos de prestatarios. La reducción de los balances de los bancos centrales hasta ahora ha sido ordenada.
Sin embargo, hay indicios de que la menor liquidez del sistema financiero está empezando a lastrar el funcionamiento del mercado, especialmente en determinados mercados de financiación a corto plazo, ya que los tipos de financiación de los repos estadounidenses se han disparado episódicamente en los últimos meses.
Considera el FMI que la exposición del sistema bancario a los bienes raíces comerciales sigue siendo motivo de preocupación, debido a que la tibia demanda en algunas economías y el aumento de los costos de endeudamiento aumentan los riesgos de incumplimiento entre los prestatarios de bienes raíces comerciales.
La reciente insolvencia de una gigantesca empresa inmobiliaria europea sirve como recordatorio de las fragilidades a las que se enfrenta el sector inmobiliario en el entorno actual de tipos de interés volátiles y caída de los precios inmobiliarios. Los bancos estadounidenses también se enfrentan a pérdidas no realizadas aún considerables en valores disponibles para la venta y mantenidos hasta el vencimiento.
A pesar del repunte de finales de año en los mercados de renta variable, la relación precio/valor contable de los bancos regionales estadounidenses aún no se han recuperado del todo de las turbulencias de marzo de 2023.
Mercados
En medio de una importante volatilidad de los tipos de interés, la correlación entre los activos de los mercados emergentes y los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense ha aumentado.
Este incremento de los rendimientos en las economías avanzadas ha provocado salidas de capital en los activos de los mercados emergentes, aunque esta tendencia se ha revertido desde noviembre en el caso de los activos en moneda local.
No obstante, las condiciones financieras en este entorno de tasas más altas pueden seguir siendo un desafío para las economías de algunas regiones, especialmente las de los mercados emergentes más débiles y los países con diferenciales de tasas de interés que se reducen rápidamente en Estados Unidos.
Políticas restrictivas
En un estudio de Charles Cohen, Srobona Mitra, Fabio Natalucci, del FMI, se destaca que es posible que los bancos centrales mantengan las tasas de interés en niveles más elevados durante más tiempo mientras luchan para contener una inflación que sigue persistentemente alta en muchos países, causando, de paso, una desaceleración de sus economías.
Señalan los analistas, que “el sistema bancario al parecer es en general resiliente, de acuerdo con los resultados de nuestra última prueba de tensión mundial, que abarcó casi 900 bancos de 29 países. Este ejercicio identificó 30 grupos bancarios con niveles bajos de capital, que conjuntamente representan aproximadamente 3% de los activos bancarios mundiales”.
Consideran que “si los bancos tuvieran que hacer frente a una fuerte estanflación ‒inflación alta y una contracción de la economía mundial de 2%‒, sumada a tasas de interés de los bancos centrales aún más altas, las pérdidas serían mucho mayores. El número de instituciones débiles aumentaría hasta 153, y representarían más de un tercio de los activos bancarios mundiales. Excluyendo a China, hay muchos más bancos débiles en las economías avanzadas que en los mercados emergentes”.
Las instituciones débiles incluidas en este grupo se ven afectadas por el aumento de las tasas de interés, el incremento de los impagos de préstamos y la caída de los precios de los títulos. Es importante señalar que un análisis adicional muestra que las pérdidas derivadas de la venta forzada de valores en escenarios de retiro masivo de depósitos son menos dolorosas cuando los bancos tienen acceso a mecanismos de préstamo de los bancos centrales, como la ventanilla de descuento de la Reserva Federal.