Formación bruta de capital cayó 33,5% en tercer trimestre | El Nuevo Siglo
Se requiere disminuir los costos financieros para una mayor entrada de inversión el país, como al sector de infraestructura./Archivo
Domingo, 21 de Enero de 2024
Redacción Economía

Uno de los rubros que demuestra la drástica caída de la inversión en la economía colombiana es el de la formación bruta de capital.

Según los datos del mismo Dane, esta actividad que mide la inversión agregada del país, se redujo en 33.5% respecto al mismo periodo del año anterior.

De acuerdo con Lía Heenan, socia directora de Finanzas Corporativas de Crowe Colombia, “para encontrar un tercer trimestre con valores de inversión similares, sería necesario devolvernos hasta el año 2010. Es decir, hace 13 años la Formación Bruta de Capital era tan grade como ahora. Si se tomara el acumulado de los tres primeros trimestres, el panorama no sería más alentador. La inversión habría disminuido 22.45% respecto al mismo periodo del año anterior y sería cercana al nivel de inversión que se tuvo durante el año de la pandemia o el año 2012”.

Sostiene la experta que “en pocas palabras, la inversión retrocedió a niveles de la década pasada. Esto se debe en parte al alto costo de los recursos financieros. Por el lado del crédito, las tasas de interés pueden llegar a estar cercanas al 20% para algunos créditos corporativos, mientras que el costo del capital propio se encuentra también en valores cercanos al 20%, según las estimaciones de Corficolombiana. Sin embargo, estos números ocultan tras de sí una realidad más profunda”.

 

Elementos

Asegura Crowe Colombia, firma de servicios profesionales de asesoramiento legal, fiscal y de auditoría para el sector empresarial, que según la misma Corficolombiana, hay dos elementos que han mantenido en niveles elevados las tasas de interés: la inflación esperada y el riesgo de crédito. Y por el lado de los recursos del capital propio, la prima por riesgo país y la prima por riesgo de tasa de cambio han hecho que el costo de los recursos propios sea más alto que en economías comparables de América Latina.

En este sentido, Lía Heenan concluye que este año será todo un reto para la economía colombiana. La estrepitosa caída de la inversión, las restricciones fiscales del gobierno y la caída de la actividad externa son fuentes que podrán poner presión sobre la actividad económica local.

Por su parte, el consumo sigue siendo la esperanza para mantener a la economía a flote, pero el alto costo de los recursos financieros puede dañar el crédito para consumo o para inversión de los individuos.

Según la experta, “el gobierno necesita mandar mensajes constantes que generen confianza e incentiven al sector privado a invertir para volver a impulsar la economía nacional. Desde Crowe Colombia planteamos estas estrategias que pueden ayudar a que el gobierno dé el impulso necesario a la economía en 2024 y de esa forma alejar al fantasma de la recesión”:

Ante una inversión en caída libre, riesgos de incremento del desempleo y exportaciones en declive, invertir en proyectos de infraestructura enfocados en la exportación sería un gran estímulo para todas las partes. Lograr conectar a las regiones apartadas del país por medio de proyectos de infraestructura para que puedan beneficiarse de mercados más grandes es una forma de incluir a la población históricamente marginada del país.

 

Altos costos

Como muestran los cálculos de Corficolombiana y de Oxford Economics la economía colombiana está reflejando su riesgo en altos costos financieros para las empresas. Si bien es tentador decir: vamos a bajar la tasa de interés, la presencia de una inflación elevada y lejana a la meta del Banco de la República hace que este instrumento de política no sea la herramienta más efectiva.

Por eso, el gobierno puede enfocarse en otros asuntos, como consolidar su déficit para reducir el riesgo-país, permitir que haya nuevos contratos de exploración de hidrocarburos o reducir trabas para la consolidación de proyectos de inversión para disminuir el riesgo percibido en la economía. Por último, fortalecer las garantías crediticias y tener la audacia de proponer una reforma al mercado de capitales que permita a las empresas pequeñas y medianas crecer, sería un golpe anímico y político que podría cambiar la fortuna del país.

Sin duda el gobierno debe consolidar su gasto de inversión. La falta de ejecución puede ser percibida como “plata que no se gasta”, lo cual crea malestar entre los contribuyentes que vieron aumentadas sus facturas luego de la última reforma tributaria. Si se quiere pedir más recursos al público, es necesario mostrar que se requieren de forma apremiante porque se han gastado de forma transparente y ordenada.

Si bien el próximo año será un reto para la economía del país, debemos recordar que Colombia ha sido un país históricamente resistente. La economía y su gente han superado varios obstáculos y este, no será la excepción.