Freno a migrantes no afectaría tanto las remesas de colombianos | El Nuevo Siglo
LOS FLUJOS de remesas evidencian una correlación con el comercio y servicios. /ENS - archivo
Lunes, 17 de Febrero de 2025
Redacción Economía

LOS CAMBIOS políticos que se están presentando tanto en Estados Unidos como en Canadá y en Europa, representan para Colombia un riesgo mayor sobre todo porque disminuye considerablemente las remesas de los nacionales.

Solo en 2024, el país logró un récord en la llegada de remesas a Colombia, alcanzando US $11.848 millones, para un incremento de 17,4% y que ya representan el 3,8% del Producto Interno Bruto (PIB).

De esta manera, esos ingresos superaron la inversión extranjera directa (IED), que cayó un 17,9% hasta US $10.821 millones. Esto significa que el dinero enviado por los trabajadores en el exterior tomó una mayor relevancia en la economía colombiana, pero que ahora pueden estar en peligro ante las dificultades que pueden tener los migrantes colombianos.

En 2024, Estados Unidos fue la principal fuente de remesas (53,6%), seguido por España, Chile y Reino Unido. A juicio de los expertos, ese crecimiento de las remesas sugiere dos factores claves: mayor estabilidad laboral y salarial en EE. UU. y España, lo que permite a los migrantes enviar más dinero, y aumento en la migración laboral de colombianos.

Vulnerabilidad

De acuerdo con el equipo de investigaciones del Bancolombia, sugiere que, ante la situación actual, la vulnerabilidad externa de Colombia es relativamente baja, lo que implica que sectores altamente dependientes del consumo de hogares (servicios), no enfrentarían mayores presiones adversas derivadas de esto.

Señalan los analistas, que “los ingresos en dólares por remesas alcanzaron el nivel más alto de las últimas dos décadas en 2024 (3,8% del PIB), contribuyendo a reducir el déficit externo. El desbalance de la cuenta corriente habría cerrado 2024 en 1,9% del PIB, según nuestras proyecciones, tal que habría sido el menor déficit desde 2006. Esto implica una menor dependencia de los flujos internacionales de capital para fondear”.

Consideran que, durante el tercer trimestre del 2024, el déficit en cuenta corriente fue de 1,7% del PIB, cerca de US $1.300 millones menos que en el mismo periodo de 2023. Esto sucedió gracias al incremento de las transferencias corrientes, en su mayoría, las remesas que envían colombianos en el exterior, que incrementaron US $1.813 millones, lo que se sumó a menores egresos factoriales netos por US $413 millones.

“Resaltamos que esta menor vulnerabilidad externa ha coincidido con una recuperación favorable de la inversión extranjera directa (IED). Como resultado, el desbalance externo de Colombia hoy está financiado casi dos veces por los flujos entrantes de IED. Este nivel es sustancialmente más elevado que el observado en la época prepandemia, cuando la IED financiaba apenas en 0,9 veces el déficit de la cuenta corriente”, sostienen los investigadores.

Ahora bien, es imposible ignorar que el panorama del gobierno Trump en EE. UU. supone riesgos latentes para la dinámica de remesas de países como Colombia. Una moderación en los flujos migratorios hacia la mayor economía del mundo, aunado a un endurecimiento de la postura del Gobierno frente a migrantes ilegales tendría implicaciones nocivas para la economía.

Controles

Desde su primer día de gobierno, Trump ha buscado intensificar el control fronterizo, deportar masivamente inmigrantes ilegales y endurecer la política migratoria, lo que ha puesto a Latinoamérica en el ojo del huracán. Para 2024, el 50% de los migrantes en EE. UU., eran originarios de Latinoamérica. De ellos, México aportó el 22% (equivalente al 9% de su población), El Salvador el 3% (un 25% de su población), mientras que los migrantes colombianos representaron solo el 2% del total de foráneos en EE. UU. (solo un 2% de la población colombiana).

Como resultado, nuestro indicador de remesas apunta a que Colombia tiene un nivel bajo de vulnerabilidad, con un puntaje de 1,4 (entre 0-10). Este valor es significativamente inferior al de los países de Centroamérica, que tienen una mayor exposición a la migración hacia EE. UU., y una mayor dependencia de las remesas. Sin embargo, se encuentra por encima de los niveles observados en otras grandes economías, como Brasil, Chile, Perú y Argentina.

Uno de los motores del crecimiento reciente del consumo de los hogares han sido los flujos entrantes de remesas. Como resultado, hay una correlación razonablemente elevada entre el crecimiento de la economía colombiana y los flujos de remesas (49%), lo que sugiere que los periodos de avance en el ritmo de crecimiento de las remesas coinciden usualmente con avances más elevados de la economía.