El próximo 5 de noviembre se llevarán a cabo en Estados Unidos las elecciones para definir quién estará al frente de la Casa Blanca en los próximos cuatro años. Estos comicios serán cruciales no solo para la política interna estadounidense, sino para las relaciones bilaterales y el panorama económico en Colombia.
Para la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham Colombia), María Claudia Lacouture, “si bien las elecciones en Estados Unidos están rodeadas de una incertidumbre natural, se espera que las relaciones con Colombia, como ha sido costumbre, mantengan un claro apoyo bipartidista y las prioridades sigan siendo avanzar en una integración económica, migración, profundizando la inversión y el comercio; la lucha contra el narcotráfico, la seguridad y la promoción de la democracia".
"Para Colombia, las relaciones con EE. UU. continuarán basándose en la diplomacia, pero será clave que el país tome la iniciativa para asegurar una cooperación fluida y mutuamente beneficiosa, sin importar el resultado de las elecciones”, agregó.
Impactos para la economía
De acuerdo con la Cámara de Comercio, los efectos de las elecciones en Estados Unidos sobre Colombia trascienden la relación bilateral, ya que posibles eventos indirectos, como una recesión en EE. UU. o una desaceleración económica en China, podrían impactar significativamente la economía colombiana, que depende del comercio exterior y de la estabilidad de sus principales socios comerciales.
Por otra parte, y según las proyecciones de Control Risks, una victoria de Trump podría desencadenar un asentamiento de la disputa comercial con China, lo que mantendrá la reconfiguración de las cadenas de suministro globales y traería riesgos, como un aumento en los costos de importación y presiones inflacionarias, así como oportunidades para atraer inversiones en sectores emergentes que diversificarían la economía colombiana. Adicionalmente, la búsqueda de países alineados por la geopolítica será prioritaria por encima de la distancia y el precio.
Sin duda, las próximas elecciones estadounidenses tendrán un impacto considerable en Colombia, dado que Kamala Harris y Donald Trump presentan enfoques distintos hacia América Latina.
Esto significa que Colombia necesitará adaptarse rápidamente a los cambios en la política exterior estadounidense y adoptar una postura proactiva, asegurando que sus relaciones bilaterales continúen siendo un pilar fundamental para su desarrollo económico y social, de acuerdo con las conclusiones de Control Risks.
Los principales cambios
De acuerdo con un análisis de Control Risks, la victoria de la candidata demócrata Kamala Harris podría llevar a la continuidad de políticas moderadas en áreas como la migración y la cooperación internacional. Bajo su mandato, se espera que Colombia siga recibiendo apoyo en aspectos claves, como la lucha contra el narcotráfico y la seguridad, pero con un enfoque más integral y menos coercitivo que el que implementaría un gobierno republicano; sin embargo, esto podría generar tensiones en la relación bilateral si no se cumplen rápidamente las expectativas de reducción de cultivos de coca y cocaína.
Además, Harris podría priorizar los derechos humanos, temas laborales y la justicia social, alineándose con algunas de las metas del presidente Gustavo Petro. En el plano económico, la administración de Harris podría ofrecer estabilidad comercial a Colombia, con tensiones arancelarias menos pronunciadas y la continuidad de acuerdos comerciales como el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países. Esto crearía un entorno de negocios más predecible y estable, lo cual sería favorable para la economía colombiana, según las proyecciones de Control Risks.
El regreso de Trump
Por otro lado, el regreso de Donald Trump al poder implicaría un enfoque más agresivo en temas de seguridad y migración, similar al que implementó durante su primer mandato. Esto podría generar tensiones con Colombia, especialmente si el gobierno del presidente Petro no se alinea con las políticas exigidas por Washington.
En cuanto al narcotráfico, la administración Trump podría adoptar una postura más estricta, amenazando con la descertificación de Colombia como aliado en la lucha contra las drogas y suspendiendo programas de cooperación, lo que tendría repercusiones económicas y reputacionales para el país.
Desde una perspectiva económica, un segundo mandato de Trump podría traer desafíos significativos para Colombia. Su propuesta de imponer aranceles universales de entre 10 % y 20 % podría afectar el comercio global e impactar negativamente el crecimiento del PIB de Colombia. Adicionalmente, aunque es poco probable que se modifique sustancialmente el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países, el enfoque proteccionista de Trump generaría fricciones en las relaciones comerciales. Por lo tanto, las empresas colombianas, especialmente aquellas que exportan a Estados Unidos, deberían prepararse para un entorno más volátil y competitivo, según Control Risks.
En este sentido, la presidenta de AmCham Colombia resaltó que, con más de 200 años de relaciones bilaterales, EE. UU. sigue siendo el principal social comercial de Colombia, representando el 27 % de sus exportaciones, el 32 % de la inversión extranjera directa, más de un millón de turistas anuales y alrededor de 130 mil empleos directos e indirectos. “Además, su relevancia en áreas como el nearshoring presenta importantes oportunidades, pero para aprovecharlas es esencial fortalecer las relaciones bilaterales, cumplir con los compromisos y generar confianza a través de una colaboración público-privada que ofrezca estabilidad y certeza jurídica”.
Los siguientes datos los precisa la Cámara de Comercio Colombo Americana, AmCham Colombia, sobre los principales indicadores económicos de la relación comercial entre Estados Unidos y Colombia.
No en vano el país del norte es el principal socio y aliado de la nación, representa casi un tercio de las exportaciones totales, en las que se destaca la proveeduría de productos no minero-energéticos hasta el 59 % de la canasta exportadora.
Es, además, el principal proveedor de bienes a Colombia, con el 25 % del total y en el que el 70 % de lo que ingresa al país no se produce localmente. También es y ha sido históricamente el principal inversor en el país, consolidando el 42 % de los flujos de capitales extranjeros que ingresan a Colombia.
En materia turística, es el principal visitante en el país, consolidando el 28 % del flujo de extranjeros no residentes. Y consolida el 5 3% de la emisión de remesas, siendo el principal emisor.