A hoy es imposible reemplazar ingresos de petróleo y minería | El Nuevo Siglo
EL PAÍS no ha logrado obtener la forma de reemplazar el aporte de los recursos que recibe por las ventas del petróleo. /Archivo
Miércoles, 4 de Octubre de 2023
Redacción Economía

ACTUALMENTE, los grandes interrogantes en el país son ¿qué sucederá con el petróleo y la minería?, y, ¿cómo pretende el Gobierno reemplazar sus ingresos con la transición energética en que está empeñado? ¿Es el petróleo un recurso imprescindible para el desarrollo económico del país?

De acuerdo a lo indagado por EL NUEVO SIGLO, hoy no existe duda sobre el aporte del petróleo y minería para la economía. No existe siquiera un sector que se acerque a los recursos que generan estas dos actividades en el desarrollo de todas las regiones.

Aportes

El petróleo ha sido la columna vertebral del crecimiento industrial y tecnológico, impulsando a la sociedad colombiana hacia la era moderna. Desde el transporte hasta la industria y la fabricación, el petróleo ha sido la fuente primordial de energía y materia prima para una amplia gama de sectores.

Respecto a la minería, la Asociación Colombiana de Minería calcula que, por concepto fiscal y giros al Sistema General de Regalías, el país recibiría este año $ 8,8 billones, sobre todo con el aporte en la producción de oro, níquel y cobre, mientras el carbón comenzó a decrecer.

Sin embargo, este sector es una pieza clave en la industria, economía y desarrollo, de hecho, los ingresos de Ecopetrol para 2022 llegaron a los $ 33,4 billones, representando el doble del año 2021 y alrededor del 10 % de todas las ventas del sector productivo en Colombia.

Solo en el balance de este año, Ecopetrol realizó transferencias para la nación por $ 18 billones entre abril y junio y por $ 23,6 billones entre enero y junio.

Sin proyectos

Por su parte, el exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, dijo a EL NUEVO SIGLO que “claramente el gobierno no cuenta con un plan de transición desde el punto de vista productivo respecto al sector de hidrocarburos y gas en nuestro país. Este sector representa el 20% de los ingresos fiscales, 40% de las exportaciones del país y 35% de la inversión extranjera directa y tiene más del 80% de los ingresos de regalías, de los cuales viven las inversiones de buena parte de los departamentos de nuestro país”.

Señala Restrepo que “además, representa cerca de 5,6% del PIB. Con estos datos, no existe un proyecto absolutamente claro ni de transición clara, respecto de cuáles van a ser los sectores que van a reemplazar al petróleo y la minería. Lo que se ha señalado alguna vez es que puede ser el sector de turismo. No obstante, ese sector sin contar restaurantes, representa 1,4% del PIB y hoy en día está con tasas de ocupación de casi el 70%. Habría que multiplicar casi que por cuatro el número de los turistas que viajan a nuestro país”.

Sostiene que “para eso claramente hay dificultad de entrada en el acceso a infraestructura hotelera, para no hablar de conectividades, puertos, aeropuertos y similares. Por lo tanto, desde la perspectiva del sector turismo no existe la posibilidad de reemplazar al sector de hidrocarburos”.

Sin claridad

El actual rector de la EIA de Medellín asevera que “también se ha hablado del sector de energía, un sector que hoy en día adolece dificultades grandes sobre todo en materia de inversión por demoras y licencias ambientales y en consulta con las comunidades. Ya lo estamos viviendo en La Guajira. Esto quiere decir que ahí no hay claridad de cómo va a ser ese proceso de transición a través de ese sector, entonces francamente creo que se necesita un proyecto y un plan concreto de transición del sector de hidrocarburos y gas a otro sector productivo para reemplazar. La transición energética así puede ser irresponsable. Todos creemos firmemente en que tiene que existir esa transición, pero tiene que ser, absolutamente, responsable y con el tiempo suficiente para ir encontrando los sectores que vayan reemplazando la dimensión de lo que representa el sector de hidrocarburos en la economía de nuestro país”.

En otro orden, a las preguntas de este diario sobre esta situación, Mario Zamora, experto en el sector petrolero y expresidente de la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet), señala que “si se continúa el discurso de estigmatización frente a la industria petrolera, se creería que se debe a que la sociedad está dispuesta a cambiar sus modelos de consumo y que ya existe un avanzado reemplazo de insumos, entre otros”.

Según el experto, pensar en dejar de explorar y extraer el petróleo impactará el bolsillo de los colombianos y la vida de todos, sobre todo en el precio de combustibles, aumento de impuestos e incluso déficit en materias primas de la mayor parte de industrias repercutiendo incluso en el empleo y canasta familiar.

“Igualmente, no explorar o bajar el ritmo de exploración puede llevar al país a depender de la importación casi en un 100%”, aseveró Zamora.

A largo plazo

Ante la situación actual de la transición energética, indica que “apostarle a la transición energética a corto plazo, no solo significa pensar si se está dispuesto a renunciar a los privilegios que hoy nos brindan los derivados del petróleo, sino también, generar estrategias que permitan de manera gradual y aterrizada ese objetivo”.

Además, al mismo tiempo lograr estabilizar, fortalecer, frenar la incertidumbre y aumentar la confianza de la Inversión Extranjera Directa (IED) que tan solo el año pasado tuvo un incremento de 57,7% y del total de esta el 72% correspondió a la minería y los hidrocarburos.

La minería

Por otro lado, para analistas del sector minero, la gran expectativa con respecto a la operación extractiva en el 2023 está en si la Agencia Nacional de Minería (ANM) saca a oferta nuevas rondas o promueva la exploración en los títulos mineros otorgados sin desarrollar.

“Por los mensajes del gobierno, las empresas mineras y los inversionistas tienen poco apetito para invertir. Además de fortalecer las medidas ambientales, buscan cambiar el actual Código de Minas para desestimular la tarea extractiva. Y las cifras de inversión en exploración y producción ya no serán del orden de los US$ 2 millones de hace unos años”, señaló a este medio, Nicolás Arboleda, asociado de Energía, Minas e Infraestructura de Baker McKenzie.

De acuerdo a los analistas, en el tema de la producción de metales preciosos como el oro, no debe haber muchos cambios con respecto a la operación actual, ya que no hay nuevos proyectos que entren en operación.

En el caso de la iniciativa a gran escala de Gramalote (Antioquia), esta se encuentra en su fase final de licenciamiento y aún falta gran parte de su obra civil para que inicie su tarea comercial.

En cuanto a la producción informal de oro, el gobierno adelanta su plan de formalización, y bajo este marco se llegaría a una producción entre 800.000 y 900.000 toneladas. Así el nivel en la extracción del metal buscaría superar 1,5 millones de onzas reportadas.

Y en la operación de níquel, los analistas coincidieron en señalar que no habrá mayores cambios en cuanto al volumen de producción actual que no supera las 42.000 toneladas al año.

Recuadro

La visión del Gobierno

Sobre lo que pasará con el futuro energético en el país, Andrés Camacho, ministro de Minas y Energía, ha reiterado a los medios que el plan de transición energética del gobierno tiene que ser cuidadoso y bien pensado para no afectar la economía.

El ministro aludió al informe de reservas presentado por la Agencia Nacional de Hidrocarburos como el punto de partida para adoptar medidas y elaborar políticas públicas que posibiliten la adaptación de la actual política minero-energética del país con base en dichos datos.

En cuanto a la exploración y la autorización de nuevos contratos, el ministro dijo que se va a empezar a explorar otras opciones que no se han desarrollado, como la geotermia y el hidrógeno blanco.

“Podríamos hablar de contratos en esa dirección y desarrollar exitosamente los contratos vigentes que tiene el país y nos pueden permitir incorporar reservas”, opinó Camacho.

El jefe de cartera afirmó que hay que seguir explorando en la medida de ampliar las alternativas, “precisamente esa es la transición energética, empezar a buscar otros energéticos y desarrollarlos, que es el objetivo final de nuestra propuesta, nuestra apuesta del gobierno”.

El ministro aclaró que la transición energética es con gas y petróleo, pero la apuesta es ir reduciendo la dependencia del país a esos combustibles.

Destacado

“Claramente el gobierno no cuenta con un plan de transición desde el punto de vista productivo respecto al sector de hidrocarburos”, Restrepo