Inflación de 48,1% está azotando a Turquía | El Nuevo Siglo
En las calles de Ankara las personas queman sus recibos de electricidad
AFP
Jueves, 10 de Febrero de 2022
EL Nuevo Siglo con AFP

Una nevada abundante cayó sobre Ankara y por la noche el termómetro llegó a -10ºC. Sin embargo, Döndü Isler, de 61 años, apagó los radiadores de sus dos habitaciones para evitar el encarecimiento de sus facturas.

Con una inflación oficial de 48,7% interanual a enero, el costo de vida no para de subir y los precios del gas y la electricidad se volvieron impagables para la clase media.

"Solo la sala y la cocina tienen calefacción, al estricto mínimo. Tratamos de calentarnos con las frazadas", contó Döndü, una ama de casa que vive con su marido, un exguardia de seguridad que recibe una pensión de 2.400 libras turcas por mes (US$175), única fuente de ingreso del hogar.

De todas las dificultades que enfrentan, la más difícil para ellos es el aumento de las tarifas eléctricas, que el 1 de enero subieron entre 52% y 127%, según el nivel de consumo.

Entre el gas y la electricidad, muchos turcos han visto sus facturas duplicar o triplicar de un día para el otro.

El costo de la energía se convirtió en tema recurrente de conversación, especialmente entre comerciantes que tienen tarifas más elevadas.

Algunos bares agregan ahora un cobro de 4 libras (30 centavos de dólar) a los clientes que consumen en terrazas con calefacción.

Desayuno, un lujo 

A diez meses de la próxima elección presidencial, en la que el presidente Recep Tayyip Erdogan espera lograr un tercer mandato seguido, la inflación es un asunto político.

La oposición y ciertos economistas acusan a la Oficina Nacional de Estadística (TÜIK) -cuyo director fue destituido por Erdogan- de subestimar su magnitud, que según algunos economistas independientes turcos, alcanzó más de 110% en enero.

Pour Hacer Foggo, fundadora de la ONG Red de la Gran Pobreza, esta disparada récord de precios desde 2002 empobrece a todos los segmentos de la sociedad.

"Numerosas familias han reducido drásticamente sus gastos de alimentación. Los huevos, el queso o las aceitunas de un desayuno tradicional se volvieron bienes de lujo", explicó.

Otrora relativamente resistentes a las crisis, las clases medias se encuentran bajo presión.

"Sus alquileres se han duplicado o triplicado, tienen que buscar casas más pequeñas o en sitios más alejados", explicó Foggo.



Sin solidaridad 

Las consecuencias son especialmente dramáticas para los más necesitados, que ya no pueden contar con la solidaridad de amigos o familiares.

"Se calcula que 160 mil niños y jóvenes abandonaron la escuela en 2021. Yo conozco personalmente a varios entre las familias a las que nuestra organización ayuda", dijo Foggo.

"Algunos se sienten obligados a contribuir con los ingresos familiares y dejan la escuela para trabajar. Otros dejan de ir a la escuela por no poder pagar el transporte y otros gastos", agregó.

Con el aumento de precios de productos básicos, como leche infantil (+56% según cifras oficiales), "muchas madres les dan sopas deshidratadas a su bebé" en lugar de la leche adaptada.

Ali Gölpinar, muhtar (responsable de barrio) desde hace 13 años en un distrito modesto de Ankara, está en primera línea para observar los efectos de la crisis entre sus habitantes.

"Yo organizo desde hace años las cajas de solidaridad para los más necesitados del barrio, pero está malo desde hace meses, ahora nadie tiene recursos para contribuir", lamentó.

Incluso su asociación, que ofrece a las mujeres talleres gratuitos de costura, cocina o confección de joyas, se ha visto afectada.

"Nuestra factura eléctrica pasó de 93 libras (7 dólares) en diciembre a 348 libras (23,5 dólares) en enero por el mismo consumo", se alarmó el muhtar.

Dijo que las empresas eléctricas cortaron el servicio de numerosos pobladores de su barrio por no poder pagar sus cuentas.

La ira crece y comienza a generar movilizaciones: de Mugla (oeste) a Dogubeyazit (este), el aumento en el cobro de electricidad provocó varias manifestaciones en el país y al menos dos están previstas para el fin de semana en Estambul.

"Enfrentamos una nueva forma de precariedad", consideró Önder Algedik, experto en energía, sobre el aumento de tarifas.

Para Algedik, quien dice que las empresas privadas subieron los precios más allá de los costos reales, las protestas podrían extenderse.

El presidente siente el peligro: su portavoz, Ibrahim Kalin, prometió el lunes que habrá medidas. "No vamos a dejar que la inflación aplaste a nuestra población", declaró.