La inflación en Estados Unidos se mantuvo estable en abril, con un avance mensual de 0,3% y un 2,7% interanual, como era esperado, según el índice PCE -el preferido por la Reserva Federal- publicado el viernes.
Según los datos publicados por el Departamento de Comercio, el gasto de los hogares estadounidenses se desaceleró con fuerza en abril, con un aumento de 0,2% en relación a marzo, mes en el que había registrado un alza de 0,7% respecto de febrero. El crecimiento de los ingresos también fue menos fuerte, de 0,3% en abril, frente al +0,5% de marzo.
El índice subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró el cuarto mes de 2024 con un incremento del 2,8%, también idéntico al dato del mes previo. De su lado, el importe de los víveres creció un 1,3% y la factura energética se encareció un 3%.
En tasas mensuales, la variable general del índice experimentó un aumento del 0,3% que igualó la lectura de marzo, al tiempo que la subyacente se moderó una décima y bajó al 0,2%.
Para hacer frente al alza de precios, la Reserva Federal (Fed) subió once veces consecutivas los tipos de interés desde marzo de 2022 y detuvo dicho ciclo en julio de 2023. De esta forma, ahora se sitúan en el rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,5%, su nivel más alto desde enero de 2001.
En su última reunión del 1 de mayo, la Fed optó por mantener la tasa de referencia e indicó que no esperaba que fuese "apropiado" reducirla hasta que adquiriese una mayor seguridad de que la inflación estaba volviendo de forma sostenida hacia el 2%.