ANTE LA caída de la economía en los últimos meses, la Federación Colombiana de Comerciantes (Fenalco), detectó los 12 factores que explican el alto grado de incertidumbre, casi todos ellos originados y creados por el alto gobierno, para frenar la inversión que en 2023 cayó 24,8%.

Por tal situación, los expertos prendieron las alarmas por cuanto sin mayores niveles de inversión se compromete seriamente el crecimiento económico futuro. Estos son los factores para Fenalco, que preside Jaime Alberto Cabal:

1. El anuncio del presidente Gustavo Petro de impulsar una asamblea constituyente.
2. El anuncio de la intervención del presidente en los recursos comprometidos en vigencias futuras.
3. La insistencia del presidente de soterrar la línea del Metro de Bogotá en construcción.
4. La poca claridad de la primera versión del decreto de liquidación del Presupuesto Nacional para este año, que puso a los constructores en un callejón sin salida.
5. El aumento de la inseguridad en campos y ciudades.
6. La declaración del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, de que posiblemente en octubre habrá problemas delicados de escasez de recursos públicos.
7. Las declaraciones del presidente Petro en contra de la Registraduría y las visitas de la SIC a este organismo. Petro dijo que el sistema electoral colombiano es peor que el venezolano.
8. La renuncia del director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) que se une a las destempladas declaraciones del presidente en contra de los técnicos que laboran en el gobierno y el nombramiento de declarados activistas en puestos de alta responsabilidad.
9. La divulgación del Índice de Libertad Económica de la Fundación Hermitage, que denuncia un “deterioro progresivo y acelerado para Colombia desde el año 2021”.
10. La posibilidad planteada por el presidente Petro de tramitar una nueva reforma tributaria.
11. La insistencia del gobierno en hacer aprobar en el Congreso unas reformas cuestionables.
12. La incertidumbre reinante sigue con el anuncio del presidente en un discurso en Caucasia, que renegociaría la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que puede generar dudas en los mercados internacionales sobre la fortaleza macroeconómica de Colombia.

Comercio a la baja

Por otra parte, Fenalco hizo una revisión sobre el comportamiento del comercio minorista en los últimos 25 años en que se observan que en seis oportunidades se ha registrado disminución en las ventas reales.

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Señala el estudio que “en 1998 y 1999 hubo saldo en rojo, producto de la recesión del 99 y del bajo crecimiento del 98. En 1999 el PIB colombiano tuvo una disminución del orden del 4,4% acompañado de un grave deterioro de los indicadores monetarios y fiscales que se llevó por delante a varias instituciones financieras, precipitó el desmonte del sistema UPAC, una crisis sin precedentes de la construcción y la necesidad de invocar el apoyo del Fondo Monetario”.

Se explica en el mismo que “en aquel 99 las ventas de materiales de construcción, artículos de ferretería y todo lo relacionado con la remodelación del hogar sufrieron un inédito desplome del orden del 36%”.

Asimismo, indica que “en 2009, como consecuencia de la crisis financiera e inmobiliaria iniciada en Estados Unidos, nuestra economía sufrió una fuerte desaceleración y creció un escaso 1,7%. El comercio moderno experimentó una caída en sus ventas del 2,6%. Otro año para olvidar fue el 2017, año en que se ajustó el IVA del 16 al 19% originando una fuerte caída en las ventas de bienes durables y semidurables”.

La pandemia

En el 2020, año de la pandemia, el desplome de la actividad económica también afectó severamente al comercio. Finalmente, el año anterior fue de resultados muy negativos para el comercio, con un descenso en las ventas reales del 6,5%.

“Llama la atención el mal desempeño reciente del sector de alimentos, víveres y abarrotes. Reportes de distribuidores y de fabricantes de bienes de consumo masivo sugieren que en los primeros tres meses de este año los pedidos de los tenderos han disminuido debido a que las ventas de este importante canal no van bien. Varios fabricantes de los llamados alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas han suavizado los incrementos de precio ordenados por la normativa contenida en la Reforma Tributaria de 2022, sacrificando márgenes para favorecer temporalmente al consumidor”, asegura el gremio de los comerciantes.