Gracias a la mayor actividad de la economía y a la reestructuración de los créditos, la mora en las obligaciones está bajando en septiembre. Así lo demuestra el índice de cartera vencida (ICV) que dejó de aumentar y se mantiene en niveles estables alrededor del 5,1%. Esto demuestra que la situación ha mejorado de manera paulatina.
De acuerdo con un análisis del Bancolombia, esto se refleja con claridad en el registro de solo 0,7% anual de crecimiento de la cartera real vencida, y es el mejor desempeño desde febrero de 2023.
Evolución de la cartera
De acuerdo con el informe, aunque permanece en terreno negativo, la cartera real del sistema mantiene leves síntomas de recuperación con un dato menos contractivo (-3,9% anual). Si bien este balance es todavía un registro históricamente bajo y que denota la intensidad del ciclo bajista al encadenar 15 meses en terreno negativo (el más bajo de los últimos 20 años), es importante resaltar que se sostiene la tendencia de moderación en el deterioro y de paulatina recuperación, luego de caer hasta el mínimo anual de -6,1% evidenciado en diciembre de 2023.
Esta dinámica menos desafiante, aunque con diferencias claras entre segmentos, se encuentra motivada por el mejor panorama económico.
Al analizar por sectores, por ejemplo consumo (-10,1% real anual), permanece presionado por la debilidad en la demanda por bienes durables y semidurables, usualmente adquiridos a crédito; la comercial (-2,3% real anual), si bien sostiene los síntomas positivos, persiste la influencia desde el menor apetito por inversión en activos fijos desde las empresas y los bajos resultados de actividad en el comercio y la industria, la de vivienda (2,3% real anual), afianza los avances de los últimos meses, en medio de la baja discrecional en las tasas para la compra de vivienda, por parte de los principales actores del sistema bancario y el mayor flujo desde los programas de subsidios públicos.
Y el microcrédito (2,3% real anual), se mantiene relativamente sólido y con un ritmo más dinámico al observado previo a la pandemia.
Gasto en provisiones
Por otra parte, el análisis sostiene que una coyuntura menos retadora del sistema ha permitido un menor ritmo en el gasto de aprovisionamiento. En términos nominales, el saldo registró -0,4% anual, que si bien parte de una elevada base de comparación frente a 2023, cuando el gasto en este rubro fue particularmente prominente, hace evidente cómo la colocación de crédito expone síntomas de cara al proceso de recuperación del ciclo crediticio.
A su vez, la rentabilidad (ROE Return on Equity, por sus siglas en inglés, se ubicó en 6,47%. Esto implica una caída de 0,98% respecto a julio, como resultado de los todavía altos niveles de cartera vencida, sumado a las presiones que persisten desde las variaciones negativas de la cartera real y los elevados volúmenes de provisiones que se mantienen. Por su parte, el ROA (Return on Assets, por sus siglas en inglés) se mantuvo estable en 0,8% (-0,01% frente al mes anterior).
En medio de la coyuntura del sistema, el costo del riesgo de los bancos volvió a retroceder (4,4%). Si bien se mantiene en niveles históricamente elevados, este registro de agosto (-0,06% frente a julio) implica el segundo mes consecutivo de caídas, luego de elevarse hasta su máximo deterioro del ciclo (4,51% en junio).
Ahora bien, esto implica niveles claramente superiores frente al promedio de 2,7% previo a la pandemia. Lo anterior efecto de un menor crecimiento en el gasto de provisiones (+6,13% anual).
El ROE de bancos alcanzó 7,6% en agosto, con lo que avanzó 0,2% frente a julio. Con esto el indicador dio una muestra de resiliencia, en medio de la tendencia bajista que le redujo desde niveles de doble digito de 2023 a raíz de bajo crecimiento de la cartera y la menor calidad de la misma. No obstante, los recientes síntomas de mejoría la colocación de crédito y las menores presiones desde los recursos movilizados hacia las provisiones le habría favorecido. Esto se ve reflejado en una menor caída acumulada hasta agosto (-3,8% a/a) que contrasta con el promedio desde enero de 2023 (-36,3% a/a).
“Destacamos nuevamente el fuerte respaldo patrimonial de los bancos. Así, la solvencia mejoró a 17%, rebotando en 20 puntos frente a julio y superando el promedio del último año (16,2%), que continúa reflejando la fortaleza patrimonial de las entidades financieras y la perspectiva de mejora en un contexto de recuperación económica, menores presiones inflacionarias y ajustes de las tasas de interés”, indica el informe.