CON LA llegada de un nuevo año, la gente suele planificar sus presupuestos y determinar sus patrones de gasto. En ese contexto, EY, firma líder en servicios profesionales de auditoría, impuestos, consultoría, estrategia y transacciones, explica a través de su encuesta EY Future Consumer Index, la manera en que los consumidores piensan enfrentar la inflación y adaptarse al incremento en los costos de productos y servicios.
Precisamente y de cara al incremento en el costo de vida, el estudio revela que el 41% de los encuestados planea pasar más tiempo en casa en el futuro para evitar gastos innecesarios. Además, el 28% están modificando sus hábitos y prioridades de consumo al probar nuevas marcas para reducir gastos.
En Colombia, los cambios en la realidad económica también están influenciando las decisiones de los consumidores, obligando a las empresas a adaptar sus estrategias de venta para enfrentar una inflación del 9%, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE). Además, se enfrentan a la disminución de la producción en el país y la caída del consumo del hogar.
A su vez, el Banco de la República afirma que es previsible que los colombianos busquen fortalecer su compromiso medioambiental, encontrar marcas que ofrezcan un equilibrio entre avances tecnológicos, la permanencia de relaciones humanas y el acceso a productos básicos con calidad de experiencia.
Francisco Olivares, socio líder adjunto de consumo para EY Latinoamérica, dice que “nuestro estudio muestra que los consumidores están tomando medidas proactivas para afrontar la inflación y asegurar sus necesidades básicas. Sin embargo, las preocupaciones económicas no disminuyen su compromiso con la sostenibilidad y la calidad. La clave para el éxito para este 2024 será comprender y satisfacer estas necesidades cambiantes, ofreciendo productos de alta calidad a precios razonables, y apoyando el bienestar del consumidor y del medioambiente”.
Previsiones
Sostiene la consulta de EY, que alrededor del mundo, los consumidores se centran en la salud y economizar gastos, lo que demuestra una nueva priorización de los objetivos individuales sobre los esfuerzos colectivos. El aumento de la inflación y la incertidumbre económica llevan a los consumidores a volver a buscar rutinas y actividades que les funcionaron durante la pandemia.
En comparación con los resultados de la edición anterior, realizada en mayo de 2023, a nivel global no han surgido variaciones significativas en el interés de los consumidores por la asequibilidad y la maximización de los ahorros. En este sentido, los consumidores continúan priorizando la asequibilidad en primer lugar (34%), seguida de la salud (24%) y la preocupación por el medio ambiente (18%).
Asimismo, el 56% de los consumidores dice estar muy preocupado por el aumento de costos de utilidades (electricidad, gas, agua), así como por el aumento de precio de los alimentos y otros productos básicos para el hogar.
Productos
En lo que respecta a las marcas blancas; el 57% de los encuestados por EY afirma que estos productos ofrecen cada vez una mejor calidad; no obstante, un 62% da cuenta de que sus precios han aumentado, lo que hace que los consumidores tengan sentimientos encontrados respecto de estas.
Los factores que determinarán si los consumidores cambian de marca incluyen: una mejor relación calidad-precio (61%), ser más sostenibles (50%), y una mejora perceptible en la calidad (44%). Si las marcas buscan destacar entre la competencia, deben enfocarse en mejorar las características en estas áreas para sus productos y/o servicios.
Este nuevo año, las empresas se enfrentan a un reto en el que deben enfocarse en vender productos con mayor calidad y a precios razonables, permitiendo a sus consumidores mantener una cualidad saludable mientras cuida el medio ambiente y aporta a los proyectos sociales.
Por otro lado, entender las tendencias generacionales también será esencial para que las industrias sigan generando ganancias durante el año, ajustándose al incremento del uso de medios digitales para comprar más, la aparición de nuevos canales para conectarse con sus clientes y a la necesidad de adquirir una experiencia mientras compras un producto. Adicionalmente, es importante entender también el poder adquisitivo de estas generaciones para desarrollar estrategias más efectivas de cara al mercado objetivo.
Menos gasto
Aunque el gasto real de los hogares colombianos también cayó en diciembre pasado, completando así 14 meses de números rojos, Raddar evidenció una leve recuperación en el mismo, reportando una caída solamente del 0,10%.
La firma explicó en su más reciente informe que esta es una tendencia de recuperación del gasto real, “debido a que mes a mes este se acerca más a terreno positivo, un posible resultado de la reducción progresiva de la inflación, que en diciembre fue de 9,28% y especialmente en la canasta de alimentos para el hogar que presentó una inflación del 3,68% en comparación al 27,47% con el que inició en enero del 2023”.
Adicionalmente, Raddar constató que este comportamiento se vio soportado en mayor medida por los salarios y rentas que recibieron los hogares, esto como resultado, por un lado, del fuerte incremento del salario mínimo que vino acompañado a su vez de un buen desempeño del mercado laboral. Por lo menos, el 74% de la fuente del gasto provino de salarios y rentas, el 22% en créditos de consumo y el 4% en remesas en pesos.
“Sumado a esto, se presentó una contracción en el uso del crédito en relación con unas elevadas tasas de interés en el mercado, la presencia de unas condiciones más restrictivas para el aval de nuevos créditos de consumo y una importante participación del servicio a la deuda dentro del bolsillo de los hogares dado el fuerte uso del crédito en años previos”, explicó el consolidado de Raddar.
Para diciembre de 2023 el gasto de los hogares colombianos ascendió a $ 112,1 billones de pesos, totalizando $ 1.026 billones de pesos en los últimos 12 meses.
Esta cifra representó un aumento anual corriente del 9,04% y real del -2,36%, representado primordialmente en comidas por fuera del hogar, con un aumento del 0,36%, “esto fue consecuencia de un notable aumento en la inflación anual, que alcanzó el 13,40%”.
Este incremento se atribuye al retorno del impoconsumo y a la transferencia progresiva de los costos asociados a los precios de los alimentos, tal y como a arrendamientos y servicios públicos”, indicó el informe de Raddar.
Más pago de deudas
Carlos Andrés Quicazán, director de Estabilidad Financiera del Banco de la República, aseguró en un informe que por cada $ 100 que se ganan los colombianos, $ 32 son destinados para el pago de deudas.
En ese sentido, el directivo dijo que, durante el tiempo indicado, se evidenció un incremento en el ahorro, llegando incluso a los $ 60 billones en Colombia.
Según el Banco de la República, la deuda familiar disminuyó en el segundo semestre de 2023 y el ahorro bruto se está recuperando, llegando a niveles prepandemia.
Quicazán explicó que en el segundo semestre del año la deuda de las familias del país experimentó una reducción.
“Los indicadores de endeudamiento de los hogares continúan reduciéndose, vemos diferentes medidas de un indicador que se calcula como la deuda sobre el ingreso disponible en los hogares donde se varía la media de deuda que en los meses más recientes ha mostrado una tendencia decreciente”, sostiene el informe.
Según explicó Quicazán, la tendencia de reducción de la deuda en el país hace creer que las familias colombianas prefieren ahorrar que pedir créditos y deber dinero. Se estima que esta tendencia se mantendrá en lo que resta de 2023 y principios de 2024.
Señala que “en línea con la desaceleración en el gasto por parte de los hogares y en un contexto de menor endeudamiento de los mismos, el ahorro bruto de los hogares sigue recuperándose y se acerca a los niveles prepandemia”.
El director también explicó que la carga financiera, que es la división entre las cuotas que deben pagar los hogares y el ingreso del que disponen, también registró una reducción en 2023: “Por su parte, la carga financiera, la cual calculamos como el total de cuotas financieras sobre el ingreso disponible en los hogares, para aquellos hogares que accedieron a nuevos créditos viene disminuyendo en lo corrido del 2023 y se ubicó en un 32,3%”.