Perspectiva. La empresa que enfrentó dos crisis y sobrevivió en el esfuerzo | El Nuevo Siglo
El cofundador de Finkargo, Tomás Shuk, destacó las oportunidades de negocios que se abrieron luego de la pandemia./Cortesía
Domingo, 9 de Julio de 2023
Redacción Economía

La recuperación del sector logístico en Colombia después de los últimos desafíos que ha enfrentado el sector, como la pandemia y la crisis de los contenedores, especialmente desde una perspectiva financiera, ha sido una de las mejores experiencias que ha tenido la empresa Finkargo.

Tomás Shuk, cofundador de la compañía, dice que pocos meses después del anuncio de la OMS declarando el fin de la emergencia sanitaria por el Covid-19, distintas industrias en todo el mundo siguen mostrando cifras alentadoras de crecimiento en medio de la reactivación económica. En Colombia, el sector logístico fue uno de los más golpeados por la pandemia y sigue lidiando con las secuelas de la crisis de los contenedores, un incidente agravado por el coronavirus que generó represamientos debido al cierre forzado de puertos en todo el mundo.

La recuperación

Shuk, en el liderazgo de Finkargo, la plataforma tecnológica colombiana dedicada a financiar operaciones de comercio exterior, explica que la recuperación del sector ha sido paulatina y que se han ido normalizando los precios de los fletes marítimos, mitigando de manera considerable todo el sistema inflacionario causado por el sobre consumo en EE.UU. “En la pandemia había un exceso de subsidios, específicamente en Estados Unidos. Entonces teníamos crecimientos en consumo de más del 30%, lo que generaba una alta demanda de productos que las fábricas. Cuando volvieron a abrir, tuvieron que suplir trabajando al 120%”, expresa.

Este estancamiento ocasionó que el espacio en los buques portacontenedores -que representan más del 80% del volumen del comercio mundial- estuviera saturado, provocando un alza en las tarifas de fletes marítimos e inclusive aéreos hasta 10 veces mayor. Sin embargo, Shuk señala que el esquema logístico mundial se encuentra alineado y funcionando de manera más estable pese a problemas exógenos como la guerra entre Rusia y Ucrania, que ha ocasionado otros retos a superar; por ejemplo, el desabastecimiento de suministros agrícolas.

Una imagen de esta recuperación son los costos: un flete proveniente de China a la costa oeste de Latinoamérica, que en pandemia costaba unos 13 mil a 14 mil dólares, hoy en día cuesta 3 mil dólares. Incluso, antes del confinamiento, ese flete podía estar en US$2000, con lo que afirma Shuk, “se están empezando a normalizar los precios que hemos visto en los últimos 10 años”.

Nuevos retos

Por otro lado, la inflación, el precio del dólar y otros factores macroeconómicos y políticos, como los rumores de una recesión, han afectado a la industria, generando un impacto directo en los negocios. El desabastecimiento en algunos sectores y la devaluación de monedas a nivel mundial, han originado aumentos en las tasas de interés, lo que conduce a nuevas dinámicas de consumo, especialmente en países de América Latina. Para Shuk, Estados Unidos, como el país líder de la región, marca la pauta. “De alguna forma nuestras monedas latinoamericanas están, digamos, “indexadas” a ese dólar”, declara.

Las crisis recientes revelaron la importancia de tener una buena planeación financiera y proyección de operación, convirtiendo a la organización estratégica en un aspecto crítico del que cada vez más empresas tienen mayor consciencia para tomar mejores decisiones. Por su parte, el líder de Finkargo aclara que lo más importante es tener diversificadas las inversiones y atomizado el riesgo. Desde el punto de vista financiero, menciona que la clave está en ‘no tener todos los huevos en la misma canasta’ y no depender en más de un 30% de un solo mercado. Desde el punto de vista logístico, recomienda asegurar toda la mercancía en tránsito y lograr un cubrimiento absoluto de la carga.



El negocio y la superación

Respecto a cómo la empresa superó el impacto de la pandemia y la crisis de los contenedores, el presidente de Finkargo señala que “antes que nada, quiero resaltar dos cosas que son de vital importancia para entender cómo la pandemia y la crisis de los contenedores están relacionados con el negocio y la visión que tenemos en Finkargo como empresa. Si bien la crisis del Covid trajo consigo muchas oportunidades, vimos el crecimiento exponencial e histórico que tuvo el comercio mundial durante la reactivación en el 2021, alcanzando cifras récord por US$28,5 trillones, lo que representó un crecimiento de 25% con respecto al 2020 y un crecimiento del 13% con respecto al 2019, es decir prepandemia. Las disrupciones de las cadenas globales de valor afectaron a todos los usuarios de comercio exterior. El choque de demanda y oferta derivado del Covid afectó los cambios bruscos en oferta y en precio del sistema logístico general para operar debido a los incrementos en la demanda y consumo mundial, los tiempos de entrega en el movimiento de bienes alrededor del mundo y la volatilidad de la capacidad del sistema que estaba acostumbrado a operar aproximadamente con un 85% de su capacidad”.

El intercambio

El directivo precisa que “hay que entender que el intercambio de bienes entre países nunca paró: los almacenes, restaurantes, ropa y textiles, seguían su flujo natural en el mundo. Si el comerciante tiene que pagar un flete 1000% más costoso eso le va a afectar su flujo de caja y alguien (muchas veces el cliente final) es quién termina recibiendo el impacto directo en lo que hasta hace poco veíamos en el efecto inflacionario a nivel global. Hace dos años, nosotros estábamos empezando. El momento fue increíble porque después de la pandemia los costos de los fletes experimentaron una subida de cerca del 1000%”.

Sostiene el experto en logística que “la incertidumbre en las cadenas de suministro, las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica eran y son preocupantes. Nosotros en Finkargo, como compañía, estamos apoyando a las empresas comercializadoras y apostándole a una industria que es vital para el desarrollo de la sostenibilidad de un país como lo es el comercio exterior”.

Entre las recomendaciones que hace, indica que “es importante que las empresas planifiquen y busquen opciones flexibles de financiamiento para adaptarse a estos cambios. El comercio exterior es muy dinámico, nunca ha parado y nosotros queremos seguir haciendo parte de él, apoyando desde lo que nos compete, ofrecer posibilidades financieras a importadores latinoamericanos para que puedan reducir la incertidumbre que generan los factores externos en el comercio exterior. ¡La clave está en estar preparados y buscar alternativas para tener éxito en este mercado en constante evolución!”

El papel de la tecnología

 La pandemia evidenció los cambios que el sector logístico estaba necesitando en materia tecnológica. Esto trajo consigo avances en el desarrollo de comunicaciones e innovación para el comercio, generando más interacción entre los jugadores del mercado, creando así una dinámica que ha permitido que la tecnología se abra paso en procesos y análisis de tareas que implican manejo de inventarios, tracking, seguridad y eficiencia. La incursión de la tecnología de vanguardia en la logística ha permitido una apertura a precios y oportunidades de negocio. 

Expertos señalan que la inteligencia artificial, por ejemplo, ha permitido plantear cómo se pueden mejorar las rutas de los camiones para recoger cargas de forma inteligente, cómo aumentar la eficiencia de los puertos de acuerdo con la disponibilidad de los barcos o de la cantidad de órdenes generadas, o cómo entregar despachos al cliente de manera más productiva. Actualmente, el rol de la tecnología por medio de los marketplace, las fintech y otros desarrollos, ha puesto en clave primordial al sector logístico como base de la economía mundial.

En resumen, el sector logístico en Colombia está mostrando signos de recuperación después de enfrentar desafíos globales significativos.