LA PRESENCIA esta semana del presidente Gustavo Petro a San Francisco, Estados Unidos, para asistir como observador al Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), revivirá el interés de Colombia para entrar a ese bloque comercial, petición que hizo desde 1995.

Sin embargo, con el transcurso del tiempo, el país con costa en el Océano Pacífico, es tal vez el más alejado en su interés de estar más cerca del comercio sobre todo con los países de Asia, como ya lo han hecho otras naciones como México, Chile y Perú

La APEC, fundada en 1989 con el objetivo de fomentar la integración comercial, agrupa a 21 territorios de Asia y América bañados por el océano Pacífico: Australia, Brunéi, Canadá, Chile, China, Hong Kong, Indonesia, Japón, Corea del Sur, Malasia, México, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea, Perú, Filipinas, Rusia, Singapur, Taiwán, Tailandia, Estados Unidos y Vietnam.

No en vano, el foro representa el 60% del PIB mundial, casi la mitad del comercio global y agrupa al 40% de los habitantes de este planeta.

En esta ocasión, y en su calidad de observador, los objetivos del presidente Petro están muy alejados de sus propósitos, como los anunció por la red social X: “Ahora nos reuniremos con EE. UU., China y otros países de América y Asia en California para inscribir a Colombia en las economías del Pacífico, la región económica más importante del mundo”, escribió el presidente.

Petro participará el jueves y viernes en la cumbre de San Francisco (EE. UU.). Sin embargo, estará muy lejos de las estrellas de la cumbre, el presidente Joe Biden, que oficiará de anfitrión, y el presidente de China, Xi Jinping.

El bloque

Colombia comenzó en 1995 las gestiones para ser parte de la APEC, pero la moratoria institucional para la entrada de nuevos miembros vigente entonces y la decisión posterior de los 21 miembros de no ampliar el Foro han dificultado la entrada del país, algo que Petro espera concretar en la cumbre de San Francisco, pero que es un objetivo todavía lejano para muchos.

De los países que integran el bloque, Colombia tiene profundas relaciones comerciales con Estados Unidos y China, que en 2010 se convirtió en el segundo socio comercial del país, así como con Japón y Corea del Sur.

Colombia tiene, además, un creciente interés en China, país que Petro visitó en la última semana de octubre, cuando se reunió con su homólogo Xi Jinping, con quien elevó la relación bilateral a la categoría de "asociación estratégica".

De concretarse su ingreso, Colombia se sumará a México, Chile y Perú como los únicos países latinoamericanos miembros de la APEC y con los cuales es, además, socio en la Alianza del Pacífico.

Acercamientos

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, pese a que no es miembro de la APEC, Colombia participa institucionalmente en ese Foro a través de dos mecanismos.

Una de esas participaciones es como invitado en cinco grupos de trabajo relacionados con Turismo, Servicios, Expertos en Inversión, Mypimes y Subcomité de Procedimientos Aduaneros.

La otra es como parte de la delegación del Consejo de Cooperación Económica del Pacífico, con el estatus de observador.

Sobre la presencia de Petro en esta cumbre, el analista Manuel Alejandro Rayran, profesor de la Universidad Externado de Colombia dijo que “creo que el presidente Gustavo Petro va en sintonía de ampliar más las redes diplomáticas de Colombia y establecer nuevos lazos comerciales en una zona que sin duda alguna es el presente y va a ser más fuerte en el futuro”.

Pacto económico

Por otra parte, la administración de Biden presiona en la APEC por un pacto económico limitado y en los últimos meses ha intensificado las sanciones contra China, visto como el principal desafío a la primacía global de Estados Unidos.

Pero ambas naciones se dicen esperanzadas por alcanzar mayor estabilidad y, con las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024 y lo improbable de una visita a Washington, la cumbre llega como una oportunidad única para que Xi se encuentre con Biden en suelo estadounidense.

Se espera que ambos mandatarios se reúnan mañana (la primera vez desde noviembre del año pasado en la cumbre del G20 en Bali) para tratar algunos temas candentes, como Taiwán, que en dos meses celebra elecciones en las que Washington teme la injerencia de Pekín, que reivindica la soberanía, incluso con el uso de la fuerza, de esta isla democrática autogobernada.

Un funcionario estadounidense expresó esperanzas de que Xi y Biden puedan “abrir nuevas vías de comunicación” en medio de las expectativas de Washington de restablecer el contacto entre ambos ejércitos, considerado especialmente vital para gestionar una crisis en Taiwán.

Tensiones latinoamericanas

Para otros líderes presentes en San Francisco, la APEC corre el riesgo de “sentirse como un plato secundario” al margen de Biden y Xi, pero también es probable que se sientan aliviados por esta reunión, señaló Jude Blanchette, especialista en China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

“Incluso los países de la región que están extraordinariamente preocupados por la creciente agresividad de China siguen teniendo profundas interrelaciones económicas con China y, al margen, preferirían ampliamente una relación estable entre Estados Unidos y China a una inestable”, dijo.

Del lado latinoamericano, luego de idas y venidas sobre su participación debida en parte al enfrentamiento diplomático que mantiene con el gobierno peruano, el mexicano Andrés Manuel López Obrador confirmó presencia y es esperado el jueves en San Francisco.

Pero, además, las cámaras de televisión estarán siguiendo cualquier intercambio que puedan tener López Obrador, y su homóloga peruana, Dina Boluarte, enfrentados por la destitución en diciembre de 2022 del entonces mandatario peruano, Pedro Castillo.

En junio de 2023, el gobierno mexicano trasladó la Secretaría Pro Tempore de la alianza a Chile. Esta le hubiera correspondido a Perú desde finales de 2022, pero ello no ocurrió por la negativa a traspasarla del presidente mexicano, y para no legitimar a Dina Boluarte, cuyo gobierno calificó como fruto de un golpe de Estado.

También habrá polémica por la representación de Hong Kong en el foro, ya que el jefe del Ejecutivo John Lee no ha sido invitado porque ha sido sancionado por EE. UU., por violaciones de derechos humanos.

Tampoco acudirá a la cumbre el presidente ruso, Vladímir Putin, y la delegación de ese país estará liderada por el viceprimer ministro, Alexey Overchuk.

Los asistentes a la Cumbre

Entre los aliados de Estados Unidos que asistirán a la APEC están el primer ministro australiano, Anthony Albanese; el primer ministro japonés, Fumio Kishida, y el presidente surcoreano, Yoon Suk Yeol.

Antes de volar a San Francisco, Biden ofrecerá una bienvenida en la Casa Blanca al presidente saliente de Indonesia, Joko Widodo. Estados Unidos trata de competir con China por las vastas reservas de níquel del archipiélago, vitales para los coches eléctricos.

San Francisco fue elegido por sus lazos históricos con Asia y su papel central en la tecnología mundial, pero es poco probable que la APEC pueda dejar de lado la guerra entre Israel y Hamás.

Entre los miembros de la APEC no solo se encuentra Indonesia, el país de mayoría musulmana más poblado del mundo, sino también la vecina Malasia, donde el primer ministro, Anwar Ibrahim, se dirige a San Francisco desafiando los llamamientos de la oposición al boicot por el apoyo de Estados Unidos a Israel.