Petrobras obtuvo ganancias netas de 6.600 millones de reales (US$1.700 millones) en el período julio-septiembre, en su tercer trimestre consecutivo de beneficios, informó la petrolera controlada por el Estado, que sale de un grave escándalo de corrupción en Brasil.
El resultado es 25 veces superior a las ganancias de 266 millones de reales registradas en el mismo período de 2017.
Así y todo, se sitúa por debajo de los 10.009 millones de reales esperados en promedio por cinco instituciones financieras consultadas por el diario económico Valor.
El Ebitda ajustado (lucro antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones) del tercer trimestre alcanzó los 29.856 millones de reales, un fuerte repunte respecto a los 19.223 millones del mismo período del año pasado.
Esos resultados incluyen el desembolso de 853 millones de dólares para cerrar denuncias colectivas en Estados Unidos por los perjuicios ocasionados a los inversores por el escándalo de los sobornos pagados por grandes constructoras a políticos de casi todos los partidos para obtener contratos en la firma.
Esa investigación, llamada Lava Jato, explica en gran parte, para muchos analistas, la reciente victoria electoral del derechista Jair Bolsonaro.
En los primeros nueve meses del año, las ganancias netas de la empresa con sede en Rio de Janeiro se elevaron a 23.700 millones de reales, multiplicando por 4,7 las del mismo lapso del año pasado. El Ebitda ajustado de enero a septiembre fue de 85.700 millones de reales.
Reducción de la deuda
"Ese desempeño se debe a los mayores márgenes en las exportaciones de las ventas de derivados en Brasil, impulsados por el aumento del barril Brent y la depreciación del real" frente al dólar, detalló la compañía en un comunicado, que también destaca "la disciplina con el control de gastos y los intereses menores, debido a la reducción del endeudamiento".
La deuda neta de Petrobras se situaba a fines de septiembre en US$72.900 millones, una disminución de 14% respecto a los US$84.870 millones que registraba a fines de 2017.
"Hemos puesto la casa en orden. La reanudación de nuestro crecimiento es positiva no solo para el país, dado que la empresa genera recursos para la sociedad en su conjunto mediante tributos y participación en las ganancias, contribuyendo al desarrollo de Brasil", afirmó el presidente de Petrobras, Iván Monteiro.
Una precisión bienvenida, en momentos en que Bolsonaro pone a punto con su ministro designado de Economía, Paulo Guedes, un programa de privatizaciones para reducir el endeudamiento del Estado.
Después de algunos vaivenes, el Presidente electo del Brasil aclaró que la privatización no alcanzará las actividades centrales de Petrobras, una firma cotizada en las bolsas de Sao Paulo y Nueva York pero en la cual el Estado brasileño tiene mayoría de acciones con derecho de voto.
La política de saneamiento de Petrobras se basó en una venta de activos, que debe proseguir. La semana pasada, la firma se desprendió de sus participaciones en dos bloques petroleros en Nigeria, por 1.400 millones de dólares.