EL PRECIO de la gasolina ha aumentado de manera significativa desde que empezó la Administración del presidente Gustavo Petro en 2022, por el déficit que presentaba en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC). Los incrementos graduales que eran, inicialmente, de $200, aumentaron a $400 y $600, logrando que, actualmente un galón llegue a costar más de $15.500 en las EDS.
Ayer el ministro de Hacienda y Crédito Público, Ricardo Bonilla, se pronunció sobre esta situación y dio un parte de tranquilidad a los consumidores, desde el evento ‘Política Fiscal Verde’, en donde aseguró que los precios de la gasolina se mantendrían temporalmente. Pero señaló que no ocurriría lo mismo con el diésel, pues se prevé que haya un incremento.
Bonilla manifestó: “Ya se desmontó el subsidio a la gasolina, que está pendiente es de los cambios del precio del petróleo, que estaba a US$76 y volvió a llegar a US$93, eso es lo que tiene la tasa de cambio moviéndose alrededor de $3.800 y esperamos que no nos genere mayores impactos para tener que seguir moviendo presionar gasolina, porque en la medida que sube el precio del petróleo y se combina con la baja de la tasa de cambio, tenemos que mirar qué tanto se afecta el precio real de la gasolina”.
A su vez, señaló que “por ahora, la gasolina está quieta, y la vamos a dejar quieta. Es decir, sigue flotando”. Esto significa que el precio no subiría, al menos, por ahora.
“Estamos analizando dónde están realmente los impactos sobre la vida cotidiana de los colombianos. Y hay dos sectores clave: uno es el de transporte masivo que implica tarifas de los sistemas de transporte de pasajeros, y otro es el transporte de alimentos”, agregó Bonilla.
Respecto al diésel, el jefe de esta cartera, indicó que “en algún momento tenemos que desmontar el subsidio al diésel y, ya que se desmontó el de la gasolina, se está pendiente de los cambios en el precio del petróleo”.
Cabe mencionar que, el hecho de modificar el precio del ACPM o diésel, repercute directamente en los costos que tienen que ver con logística y transporte en cualquiera de sus categorías.
Asimismo, la población general se ve afectada por los aumentos en esta materia, dado que, dicho ítem se relaciona de manera directa con las tarifas de los alimentos que adquieren los colombianos.
Por su parte, el Centro de Estudios Económicos, ANIF, señaló a comienzos de este mes, que apoya la “decisión del Gobierno de aumentar gradualmente los precios de la gasolina, como una medida en pro de unas finanzas públicas saludables para seguir en la dirección correcta”.
Según indicaron, “es momento de continuar con el combustible que generó tres cuartas partes del déficit el año pasado. Si bien estas medidas pueden generar cierto malestar en el corto plazo, son el único camino para liberar recursos mal focalizados y destinarlos a necesidades más apremiantes”.