Mediante el incremento en la colocación de créditos, el sistema financiero se está recuperando del fuerte impacto económico de la pandemia en 2020. Esta situación se reflejó en agosto, cuando mejoraron también los desembolsos.
De acuerdo con el reporte de la Superintendencia Financiera, el saldo de vencimientos siguió retrocediendo, en una tendencia que afirma cada vez más cómo los establecimientos de crédito superaron el choque económico de la pandemia sin implicaciones relevantes en su estabilidad financiera. En cualquier caso, la estabilidad de las provisiones, que derivó en un incremento del cubrimiento, es una señal de que la cautela continúa marcando la pauta.
El saldo de la cartera de los establecimientos de crédito cerró agosto muy cerca de los $540 billones, en una dinámica que implicó un avance mensual de $5,3 billones. Este movimiento, desde la serie desestacionalizada, implica un avance mensual de $6,2 billones, el segundo máximo desde 2016, solo superado por marzo de 2020 cuando el sistema desembolsó los alivios de liquidez al inicio del choque de la pandemia. Así pues, esto pone de manifiesto la solidez de la recuperación en la cartera de créditos.
Esta evolución de los saldos permitió que el crecimiento nominal anual de la cartera se acelerara en 155 puntos básicos hasta 4,8%, el máximo desde octubre del año pasado, e implica un paso adelante importante para el cierre de la brecha frente a los registros promedio de crecimiento del último lustro anterior a la pandemia.
Sin embargo, el rubro de consumo fue el que más se fortaleció en su crecimiento anual, pues sumó 176 puntos básicos más, para lograr un ritmo de 8,3%. Le siguieron el rubro comercial (+154 puntos), lo que le permitió dejar atrás el terreno de contracción nominal, y el de microcrédito (+149 puntos).
Hipotecas
Entre tanto, la cartera hipotecaria fue la que menos ganó tracción (+101 puntos), en buena medida explicado porque ha sido el rubro menos afectado por el contexto económico que implicó la pandemia.
Con respecto a los desembolsos, durante agosto estos totalizaron $31,8 billones, con un incremento anual de 45,4%, aunque se mantuvieron 4,4% por debajo de lo observado durante el mismo mes de 2019.
Según la Superfinanciera, la cartera vencida sumó un cuarto mes de retroceso de su saldo. Con esto, se consolida una dinámica favorable, que permitió que su crecimiento nominal anual retrocediera sustancialmente desde 22,5% en julio a 6,9% en agosto. Cabe aclarar, por otro lado, que esta reducción del crecimiento anual es también resultado de la eliminación el efecto base por el fin de la primera ronda de alivios a deudores entre agosto y septiembre del año pasado.
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Consumo
Desde los segmentos, el de consumo fue el que vio la reducción más importante en su saldo vencido, con $159 mil millones, seguido del comercial con $144 mil millones. Gracias a esta dinámica, el comercial es el único segmento en el que el saldo total en moratoria es inferior al registrado un año atrás.
Por su parte, la reducción en el saldo vencido de la cartera hipotecaria (en $47 mil millones) y de microcrédito (en $49 mil millones) llevó a que sus respectivos saldos estén a solo $2 mil millones y $9 mil millones de los niveles que exhibían en agosto de 2020. Así pues, el rubro más rezagado en este aspecto, pero que aun así cuenta con una evolución reciente positiva, es el de consumo.
En cualquier caso, es de resaltar que el incremento anual de las provisiones en el rubro de consumo sigue siendo el mayor, una dinámica que se alinea con la brecha aún existente para que sus ingresos regresen a niveles prepandémicos.
Ahora bien, la estabilidad en el saldo de provisiones frente a la reducción nominal de la cartera vencida llevó a que el cubrimiento agregado diera un paso adelante. Durante el mes, el indicador avanzó en 233 puntos, hasta 144,3%, un nuevo máximo desde julio del año pasado (momento en que la primera ronde de alivios a deudores aún mantenía baja la cartera vencida).