Remesas y consumo salvan crecimiento de la economía | El Nuevo Siglo
Jueves, 6 de Octubre de 2022
Redacción Economía

El buen comportamiento del consumo privado, gracias a las mejoras del mercado laboral formal, y la buena dinámica de las remesas externas, entre otros factores, están ayudando a que la economía colombiana cierre este año con un crecimiento del 7,6 %.

Sin embargo, según el más reciente estudio de BBVA Research, esto será la puerta de entrada a una nueva etapa en la que se verá una desaceleración saludable y sostenible que llevará el PIB del 2023 a un crecimiento del 0,7 %.

Mauricio Hernández, economista de la entidad bancaria para Colombia, señaló en la presentación del informe de proyecciones económicas que “el consumo privado lideró este comportamiento, apoyado en una mejoría notable del mercado laboral formal y la masa salarial del país, la buena dinámica de las remesas externas, el mayor crédito interno y la irrigación de recursos por la exportación de algunos productos con altos precios internacionales”.

Otro de los factores que ayudaron al dinamismo económico fue la inversión en maquinaria y equipo y la recuperación progresiva de las exportaciones no primarias. No obstante, según el equipo de economistas, el comportamiento reciente de la actividad económica ya muestra señales de desaceleración que anticipan una nueva etapa del ciclo económico.

Uno de los indicios es que la creación del empleo formal, aunque sigue en terreno positivo, es menor ahora y los salarios medios reales dejaron de crecer. Además, el gasto de los hogares se moderó tanto en servicios como en bienes, con mayor fuerza en estos últimos.

Demanda

Para Juana Téllez, economista jefe del banco para Colombia, este escenario de moderación económica es considerado saludable y más sostenible, teniendo en cuenta el alto nivel de crecimiento de este año: “El fuerte dinamismo de la demanda interna presionó aún más los precios del país al alza, profundizando los choques internacionales de los precios y obligando a la respuesta del Banco Central, pues era necesario empezar a propender por crecimientos más saludables y sostenibles en el mediano plazo para el PIB total y el consumo de los hogares”.

El informe estima que el crecimiento económico haya reducido su velocidad en la segunda mitad del 2022 y esta moderación se profundizará durante el 2023, cuando el impacto de la política monetaria alcista será mayor sobre las decisiones de gasto y el mundo tendrá un bajo crecimiento. “Durante el 2023 se estima un incremento de 0,7 % en el PIB, una cifra que, en todo caso, permitirá que la demanda interna se mantenga en niveles históricamente altos. Luego, en  el 2024, la recuperación se dará gradualmente y el PIB crecerá un 2,0 %”, señala el análisis.



Inflación

De otro lado, en los últimos trimestres, la inflación total alcanzó niveles máximos en más de 23 años, producto de las presiones alcistas en los precios de los bienes, los regulados y los alimentos, especialmente por varios factores, entre ellos, los cuellos de botella globales, las alzas en las tarifas eléctricas, la transmisión de los altos precios internacionales de los alimentos, el clima y la fuerte demanda.

Los altos niveles de inflación han afectado de forma diferenciada a la población colombiana, tanto por regiones como por nivel de ingreso. La región Caribe presenta los niveles más altos de inflación, asociados en buena medida al alza en las tarifas de los servicios públicos. Mientras que Bogotá tiene la inflación más baja. Además, la población más vulnerable enfrenta la mayor inflación.

De acuerdo con el análisis, la inflación total empezará a ceder gradualmente desde finales del 2022, pero sobre todo desde el 2023. Según sus estimaciones, la variación del IPC para el cierre de este año estará en 11,8 % y bajará a niveles de 7,1 % en diciembre del 2023 y a 4,5 % en diciembre del 2024.

En cuanto a las tasas de interés, el Emisor llevó el tipo de interés hasta 10 % en su pasada reunión de septiembre. Los mensajes que dio y la desaceleración económica global y colombiana preparan el camino para una cercana finalización del ciclo de subidas de las tasas de interés. De hecho, BBVA Research espera que, con otro aumento hasta 11 %, que se dará en octubre, se termine el actual ciclo de incrementos.

Después de esto, la tasa se mantendrá inalterada hasta septiembre del 2023, cuando el menor crecimiento económico y la reducción de la inflación y las expectativas de los precios dispongan la oportunidad para reducir el costo del crédito de hasta 9,5 % en el 2023 y 6,0 % en el 2024”, explica Alejandro Reyes, economista principal del banco.