La generación del capital humano y la capacitación académica se constituyen en uno de los activos más importantes en el desarrollo laboral y profesional de las personas. Estudios muestran que quienes cuentan con mayor educación son menos propensos a caer en el desempleo o en la informalidad. Se podría decir que la educación es, en cierto modo, un seguro contra el desempleo.
De ahí que una de las causales permitidas para el retiro de cesantías sea la educación del afiliado, de su pareja o de sus hijos. En particular, en 2021 los afiliados a Colfondos, Porvenir, Protección, y Skandia retiraron $535 mil millones para invertir en educación. Cabe recordar que ese año el monto total del que dispusieron los afiliados fue de $7 billones.
“El rubro utilizado para fines de educación pesó un 7,6% dentro de los retiros totales en 2021, recursos que permitieron que se beneficiaran 321 mil personas”, explicó Santiago Montenegro Trujillo, presidente de Asofondos, asociación que agrupa a Colfondos, Porvenir, Protección y Skandia. El economista reveló que, frente a lo observado en 2020, el uso bajo esta causal de retiro creció 9,4%.
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Inversiones
En la última década las cesantías han sido un mecanismo aliado en la capacitación y educación de miles de afiliados. Es así como entre 2012 y 2021 retiraron $4,3 billones para inversión en este rubro, esto es el 9% de los retiros realizados en dicho lapso.
Quienes estén pensando en emprender estudios deben recordar que, para acceder a las cesantías, deben presentar los soportes de estudio y pago de matrícula, de modo que se surta el trámite a través de la AFP que les administra el ahorro, y así tengan el desembolso del dinero.
Los empleadores deben recordar que a más tardar el 14 de febrero deben consignarles a sus trabajadores dicha prestación correspondiente a 2021 en su cuenta o fondo individual que administra la AFP a la que estén afiliados.