LA ASOCIACIÓN de Energías Renovables SER Colombia estima que el sector energético sostenible podría atraer inversiones de hasta US $2.200 millones en 2024, destinadas a 66 proyectos en diferentes etapas de desarrollo.
En cuanto a los impactos financieros de estas inversiones en las empresas, Fredy Leonardo Castro, socio de auditoría y aseguramiento en la firma consultora BDO en Colombia, explica que será necesario comprender cómo estos proyectos evolucionarán con el tiempo. “Los primeros años implicarán las mayores inversiones y desembolsos de dinero, con un aumento en la cantidad de ejecuciones planificadas. Sin embargo, los resultados se reflejarán en una mayor rentabilidad, impulsada por nuevos modelos de negocio y la optimización de los procesos de producción”, asegura.
En relación con las oportunidades que surgen de la transición hacia una economía más verde y sostenible, Castro señala que en los últimos años se ha observado un aumento en la demanda de proveedores de equipos y tecnologías para la generación de energía a partir de fuentes no convencionales, como la solar y la eólica, de las cuales se estima que para el 2060 podrán ser capaces de cubrir el 40 % de la energía que necesitará el planeta.
Así mismo, destaca como buena práctica que “en Colombia los esfuerzos de las empresas también están relacionados con otras fuentes como el hidrógeno verde o el azul que ha sido igualmente una apuesta de compañías como Ecopetrol”.
La firma BDO en Colombia subraya que las inversiones en el país pueden provenir tanto de fuentes públicas, como impuestos recaudados por la DIAN, como de recursos internacionales, como es el caso del Banco Interamericano de Desarrollo, que en el año 2023 dispuso para Colombia 70 millones de dólares para proyectos.
Además, muchas organizaciones están tomando acciones para compensar sus emisiones de GEI mediante procesos internos más limpios y la compra de bonos de carbono.
En el mismo sentido, el experto considera positivas las gestiones que vienen adelantando algunas empresas en Colombia. “Compañías en el país adelantan buenas prácticas en sus procesos de reducción de emisiones por medio del cambio de sus fuentes de generación de energía”.