Algunas cifras han sido cuestionadas como en el caso de los afrocolombianos, que en un comienzo se dijo que eran 2.982.234 y luego se corrigió a 4.711.659 habitantes. A pesar de ello, la actual cabeza del Departamento Nacional de Estadística y algunos exdirectores consideran que es un instrumento válido
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El Censo Poblacional de 2018 ha sido uno de los más polémicos por algunas de sus cifras de los que se han realizado, la principal de estas es que no se alcanzó a los 50 millones de habitantes que en ese momento se creía tenía el país; también con el paso de los días se comprobó que hubo descaches en la contabilización de indígenas y afrocolombianos. No obstante, el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, dijo ayer a EL NUEVO SIGLO que las falencias presentadas se han ido corrigiendo.
El Censo Poblacional fue realizado casi en su totalidad en la administración del presidente Santos; comenzó en enero de 2018 y la recolección de datos terminó en octubre de ese año, con un costo de $403.000 millones.
Este ejercicio dio como resultado que la población colombiana es de 48.258.494, aunque un reporte inicial que entregó el Departamento Nacional de Estadística (DANE) indicó que eran 45,5 millones de habitantes.
También fue polémica la cifra revelada de población que se autorreconoce como negro, afrocolombiano, mulato o afrodescendiente, que según el Censo de 2018 es 2.982.234; no obstante, el Censo de 2005 indicó que eran 4.711.659 habitantes.
Entonces lo que hizo la actual administración del DANE, a cargo de Juan Daniel Oviedo, fue tomar como valor oficial de la población afrocolombiana una inferencia de la encuesta de calidad de vida de 2018, que es cercana a los 4,6 millones de personas.
Opinan exdirectores
Este Diario consultó a exdirectores del DANE acerca de si el país debería quedarse o no con los resultados del Censo 2018 o buscar alternativas, teniendo en cuenta que la certeza de sus cifras es vital en la elaboración de políticas públicas y asignación de subsidios a la población por parte del Estado.
Al respecto, César Caballero dijo que “el Censo que está es el que debemos utilizar, es el mejor posible. No hay nada del ser humano que no pueda ser mejorado o perfeccionado, pero en este momento el Censo creo que es bastante bueno”.
Eso sí, añadió Caballero, es necesario que el próximo Censo Poblacional se haga en máximo 10 años, “y conociendo el país, comenzaría a hacer la planeación pronto. Pero me parece que el Censo es lo que hay que utilizar, creo que es bastante mejor de lo que teníamos antes”.
En cuanto a la medición de las poblaciones afrocolombiana e indígena en el Censo, que se hace por autorreconocimiento, es decir, que el ciudadano al ser censado se reconoce como perteneciente a alguna de estas etnias, Caballero dijo que “la mejor manera es como se acordó con las comunidades afrocolombianas en el Censo anterior (2005), que me correspondió hacerlo, es lo que se usa en el estándar internacional, y es acordar con ellos el tema del autorreconocimiento”.
Por su parte, Jorge Bustamante indicó que en el “reloj del DANE se miden nacimientos y defunciones. En un censo se mide nacimientos, menos defunciones, más gente que entra y menos gente que sale”.
Agregó que en el tiempo que estuvo al frente de la entidad (2010-2013), el reloj del DANE “se corrigió con unos ajustes que hizo un experto en demografía del Buró de Censos de Estados Unidos, y eso se corrigió hasta el 2013. No sé después, con el siguiente director, si siguieron corrigiendo esos datos. Lo que dice el doctor Oviedo es que los datos no los corrigieron desde el 2015, entonces ahí pudo haber un error”.
Acotó Bustamante sobre el actual Censo, “hay varias falencias: primero, el Censo lo que dio fue 45,5 millones, y en un comité lo ajustaron unos 3,3 millones más de población”.
En segundo lugar, dijo, “no se ha explicado, en mi opinión, lo digo respetuosamente con el doctor Oviedo, no ha explicado correctamente la pérdida de más de 1,4 millones en la parte de los afrodescendientes. La respuesta que da el doctor Oviedo es que es un problema de autorreconocimiento, lo claro es que en el Censo del 2005 había casi 4.700.000 afrodescendientes. Las tasas de natalidad en las regiones de afrodescendientes son bastantes altas, y fuera de eso estamos hablando de un periodo de 2005 a 2018. Lo que quedó en el Censo es que habían desaparecido más de 1,4 millones de afrodescendientes, que es una contradicción”.
Bustamante concluyó que el mensaje al país que deja este ejercicio es que “el DANE debe ser un instituto independiente de los gobiernos porque la información estadística es del Estado, es de los ciudadanos”; entonces, el Gobierno de turno “no puede intervenir bajo ninguna circunstancia en manipular las estadísticas, por un lado, y por el otro hacer censos en periodos electorales y de mundiales” de fútbol.
Recordó que en 2014 había elecciones presidenciales y de Congreso, a pesar de ello se realizó el Censo Nacional Agropecuario. “Qué pasó en el 2018, lo mismo, pero eso fue orden del presidente Santos, y eso me parece que es una irresponsabilidad que conviertan al DANE casi como un directorio político, porque se iba a nombrar en el Censo Agropecuario a 25.000 encuestadores y en el Censo de Población a 31.000 encuestadores”.
Director del DANE
El Director del DANE dijo frente a los ajustes al Censo 2018 que “todo lo que se podía hacer ya se hizo, por eso es que en este momento estamos visibilizando y utilizando intensivamente la información del Censo de Población y Vivienda 2018 para poder calcular, por ejemplo, pobreza multidimensional a nivel de cada vivienda”.
En el caso de la discusión sobre cifras que entregó el Censo 2018 acerca de población afrocolombiana, el Director del DANE dijo que “lo que identificamos es que el hecho de que el autorreconocimiento negro, afrocolombiano, raizal y palenquero disminuya de forma drástica en ciudades como Cali, Cartagena, Barranquilla, Buenaventura, Tumaco, pues lo que lleva es a que existe una probabilidad de que la pregunta no se haya realizado. Entonces lo que hemos hecho es desarrollar mecanismos estadísticos que nos permitieran no depender de la cantidad de respuestas a esa pregunta para saber cuántos afros hay en el país, porque tenemos otras operaciones estadísticas complementarias, como la Encuesta de Calidad de Vida, que nos permitieron inferir rápidamente el volumen verdadero de población afro, que son 4.671. 170”.
Añadió Oviedo que “más que pensar en que si hay que repetir el Censo o no, pues es una cosa que está fuera de discusión porque el DANE utilizó todas las herramientas para ajustar los resultados del Censo y garantizar que tuviéramos una muy buena precisión”.