Con el crecimiento del Producto Interno Bruto de 13,2% en el tercer trimestre, todas las miradas de analistas, funcionarios, gremios y ciudadanos del común apuntaban a determinar si con esa misma velocidad iba a ceder el desempleo, el mayor riesgo que actualmente tiene la economía.

En el último dato dado a conocer por el DANE para septiembre de este año, la tasa cayó a 12,1%, frente al 15,8% del mismo mes del 2020, gracias a la creación de casi 1,5 millones de puestos de trabajo.

Con la creación de más trabajos, el número de colombianos empleados llegó a 21,72 millones, frente a los 20,23 millones de septiembre del 2020, precisó el organismo.

De la misma forma, la reducción del número de desempleados alcanzó 795 mil desde 3.785.000 a 2.990.000 en el noveno mes del 2021.

En septiembre de 2021, el volumen de horas semanales trabajadas por la población ocupada del país aumentó 13,6% frente al mismo periodo de 2020.

Es decir, que la tasa de desempleo ya se está acercando a niveles de prepandemia. En febrero del 2020, la cifra fue de 12,2%.

Sin embargo, si se compara a cuando la tasa de desempleo alcanzó su pico más alto durante la pandemia, en mayo del año pasado con 21,4%, el progreso de la generación de empleo ha sido importante.

El descuento

En 16 meses ha disminuido progresivamente hasta alcanzar un descuento de 9,3% en septiembre de este año, una cifra nada despreciable gracias a la reactivación de la economía.

Sin duda la aparición de la peor crisis sanitaria del país con la pandemia del covid-19 cortó de raíz las pretensiones del Gobierno, que tenía planeado que el desempleo llegara al 7,9% en el 2022.

La tasa de desempleo en Colombia sigue siendo una de las grandes preocupaciones en el país. La pandemia agravó la situación que mostraba incrementos en el indicador desde mediados del 2018.

Una de las grandes inquietudes que han surgido del incremento de la tasa de desempleo es cuándo volverá a estar en niveles inferiores al 10% como lo estuvo hacia 2016 y 2017.

Previsiones

El Banco de la República consultó con expertos del mercado financiero colombiano y estos coinciden en que al menos hasta mediados del 2023 la tasa de desempleo en el país será de dos dígitos.

Para el cierre del tercer trimestre de este año los participantes de la medición del banco central consideraron que se ubicará en el 13,67%, por encima del 12,3% que se reportó por parte del DANE al cierre de agosto.

Para el final del cuarto trimestre, la proyección ubicaba la tasa de desempleo en 12,78% para los primeros tres meses del 2022 y repunta nuevamente a niveles alrededor del 13,60%.

En el curso del año entrante la tasa vuelve a descender. Primero lo hace entre abril y junio al 13,11%, según las proyecciones de los analistas y, posteriormente, en el tercer trimestre al 12,42% para terminar el año alrededor del 11,80%.

Y si vamos más allá, para los primeros meses del 2023 los analistas que respondieron al Banco de la República ven la tasa de desempleo en el 12,37%, pero corrige en el segundo trimestre del año a 11,98%.

Le puede interesar: Dudas por suministros y empleo afectan a sector ferretero

Por lo pronto, la media de las proyecciones de los próximos dos años no muestra que la tasa de desempleo baje del 10%. Sin embargo, las respuestas más optimistas de los analistas consultados sí arrojan un descenso de la tasa de desempleo por debajo del 10% desde el tercer trimestre del próximo año.

Aunque la economía nacional se ha venido recuperando tras la crisis del 2020, la tasa de desempleo no lo ha hecho al mismo ritmo, lo cual termina impactando la reducción de pobreza en Colombia que en 2020 subió al 42,5% de la población, es decir alcanzó a 17 millones de personas, de las cuales 3,5 millones son nuevas en esa condición.

Para poner en contexto lo anterior, la economía colombiana creció 17,6% en el segundo trimestre de 2021, mientras que la tasa de desempleo en el total nacional se ubicó en 15% en el trimestre móvil abril-junio, según el DANE. En el mismo lapso de 2020 la economía caía al 15,7% y el desempleo era del 20,3%.

Propuestas

Según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, “no vamos a lograr llegar a niveles de pobreza del 35% que se registraban antes de pandemia si no logramos tasas de desempleo por debajo del 10%. Ahí está el reto fundamental de la política pública de los próximos años”.

El director del centro de pensamiento expuso que en el corto plazo se deben implementar medidas para generar empleo formal, en especial sobre las poblaciones más afectadas por la crisis.

Estas son las tres principales propuestas:

1.- Extensión del subsidio a la nómina con enfoque de género para empleos formales durante el segundo semestre del año. Sobre este punto, Mejía dijo que suponiendo que la mitad de las empresas que aplicaron durante la primera fase del subsidio a la nómina continúen aplicando al programa, el costo total sería de $2,5 billones (0,25% del PIB).

2.- Plan de empleo público de emergencia focalizado en menores de 28 años. “Urge una política de choque de empleo público focalizada en estos jóvenes, que podría ejecutarse a nivel territorial para infraestructura. Una fuente importante de financiación puede provenir de las regalías del bienio 2021-2022″.

3.- Programas de apoyo a la economía del cuidado, lo cual permitiría que una gran proporción de mujeres que ingresaron a la inactividad por la pandemia puedan reintegrarse a la fuerza laboral.

Retroceso de 20 años

Según el Informe Nacional de Empleo Inclusivo (INEI), liderado por Fundación Corona, la Asociación Nacional de Empresarios de la ANDI a través de su fundación y Usaid a través de ACDI/VOCA, en 2020 por culpa de pandemia el empleo tuvo un retroceso de 20 años.

Utilizando más de 70 fuentes de información, el INEI expone y analiza las principales barreras en las trayectorias de la educación al empleo que enfrentan poblaciones vulnerables como mujeres, jóvenes, grupos étnicos, personas con discapacidad y población migrante, entre otras. Los datos analizados evidencian que debido a la emergencia sanitaria por el covid-19, las brechas estudiantiles y laborales impactaron en mayor medida a estas poblaciones.

El estudio señala que si bien los niveles de crecimiento económico previo podrán retomarse un año después, los niveles de desempleo podrían tardarse hasta cinco años en volver a los niveles prepandemia. Otros indicadores relacionados con los niveles de pobreza podrían tardar mucho más. Preocupa particularmente el tiempo que le tomará al país recuperar los niveles de participación de las mujeres en el mercado laboral, o las consecuencias por pérdida de aprendizaje que afectarán a una generación entera.

Para el año 2020 el empleo tuvo un retroceso de alrededor de 20 años debido a las medidas de aislamiento que terminaron en la reducción de puestos de trabajo, desplazando la población al desempleo y la inactividad. La tasa de desempleo para este año alcanzó 16%, incrementándose 5,4 puntos porcentuales frente a 2019, retrocediéndose con ello a niveles de desempleo propios de inicios de 2002 y, a su vez, aumentando la brecha de género en términos de ocupación, pues aumentó en 23,5 puntos porcentuales (61% de los hombres y solo el 38% de las mujeres están ocupadas), lo que supone una pérdida importante de los avances adelantados en materia de equidad en el país durante los últimos 35 años.