Abrebocas judicial 2012 | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Diciembre de 2011

 

* Derivaciones de la imputación a Restrepo

* Presidente y ex presidentes a la palestra

 

 

El anuncio de imputación de cargos penales por parte del Fiscal 16 para el próximo 20 de enero al ex alto Comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, por una falsa desmovilización guerrillera, y la compulsión de copias de la fiscal general de la Nación, Vivianne Morales, para que el organismo que ella dirige investigue hechos de su esposo, fruto de la carta paralela en que Restrepo le pide explicaciones sobre su cónyuge por conductas en el proceso de diálogos con los paramilitares que, a su vez, él mismo lideraba hace seis años, han configurado un escenario explosivo. Restrepo acusó a la Fiscal de iracundia y venganza, y Morales no lo bajó de chantajista.

Todo ello, ciertamente, al término de un año en que, si bien algunos ex funcionarios del gobierno Uribe fueron afectados por decisiones de fiscales y jueces, la gran carga mediática y judicial fue absorbida durante el transcurso de los meses por el proceso contra el alcalde Samuel Moreno y sus aláteres, en medio de las investigaciones por los hechos de los Nule, que no obtuvieron principio de oportunidad total, y que finalmente perdió cierta vigencia en los medios al pasar las elecciones regionales. Se presumía, a comienzos de diciembre,  que el 2012 sería, para la Fiscalía, el año  en el que se tomarían determinaciones en los casos pendientes, como la práctica de la extradición de María del Pilar Hurtado, las resoluciones en torno de los investigados por las actuaciones en la reelección presidencial inmediata, la Dirección Nacional de Estupefacientes, la feria de las Notarías, la denominada ‘piñata minera’, y otros del mismo tenor.

Pero antes de entrar a Navidad, el anuncio de imputación de cargos y la solicitud de medida de aseguramiento a Restrepo y su copamiento de los medios, desconceptuando al ente acusador, como es de usanza en ciertas tácticas procesales defensivas, levantó una polvareda con sus anuncios de que el esposo de la Fiscal en las épocas de Ralito no sólo mantenía su presencia en el proceso, lo que le valió a Restrepo un manotazo a una mesa pero ninguna acción judicial de su parte, sino que le pidió llevar a los paramilitares a Venezuela y recibir ayudas de Gadaffi en Libia para los diálogos, solicitudes desconocidas por la opinión pública hasta hoy, pese a lo que semejantes elementos significaban y significan en el trasunto informativo nacional e internacional.

El hecho, en todo caso, es que mientras a Restrepo se le acusa por desmovilizaciones guerrilleras, él riposta con las paramilitares. El problema radica en haber tenido agendas secretas en un proceso que se pidió una y mil veces que fuera público y que ahora se desgrana como las mazorcas. Pero a un par de días de esos hechos, la escalada ha tomado visos superiores y de otro calado. Indudablemente el tema tiene ahora a los ex mandatarios y al Jefe de Estado  de protagonistas. El señor presidente Juan Manuel Santos, luego de ser acusado por Restrepo, en el programa de la tarde de RCN Radio, de traición política y de no querer entregar pruebas en su favor, dio declaraciones según las cuales la responsabilidad  de las desmovilizaciones era exclusiva del Alto Comisionado de Paz de entonces. También enfatizó Santos que él no fungía como Ministro en ese momento y el general Mario Montoya sólo llevaba un par de días como Comandante del Ejército. Finalmente ratificó que a hoy, la Fiscal no lo ha defraudado. En un Twitter a Hora 20 de Caracol Radio, el ex presidente Ernesto Samper sostuvo que querían deslegitimar a Morales. El ex presidente Álvaro Uribe, quien respaldara el asilo político en Panamá de María del Pilar Hurtado, en medio de una polémica nacional hace un año, defendió a Restrepo y mantuvo su línea de que algunos de sus ex funcionarios podrían ser “presos políticos”. Y el  ex presidente Andrés Pastrana, en una carta de ayer al secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, le pidió hacer claridad sobre todas las desmovilizaciones, no sólo las guerrilleras, del proceso del que ese organismo fue veedor.

Así las cosas, el año 2012 promete ser de los más movidos en materia judicial. En medio de acusaciones y recusaciones tendrá que mantenerse, ante todo, la Justicia.