* Crecimiento de 7.7% en tercer trimestre
* Colombia puede mejorar más sus promedios
Una verdadera noticia navideña se produjo con el crecimiento de 7.7% en el tercer trimestre de 2011. Una sorpresa, sin duda, cuando ni siquiera los expertos más optimistas vaticinaban una cifra de ese tamaño. Es una de las expansiones del Producto Interno Bruto más alta de los tiempos recientes, curiosamente en momentos de temor por la crisis europea y de expectativa por el impacto de la ola invernal en la economía.
Esta cifra va paralela con los recientes anuncios de baja del desempleo y el aumento del salario mínimo por encima de la inflación. Todo ello implica, en últimas, que los colombianos tendrán paulatinamente una mejor capacidad de ahorro, mientras que, a su vez, podrán encontrar mayores puestos de trabajo en la medida en que la economía siga en ascenso.
Para el cuarto trimestre se espera, en todo caso, cierta desaceleración por el invierno. Ahora sí las sorpresas que da la economía colombiana y la dinámica que ciertamente demuestra, dejan avizorar que no sea necesariamente así. Esto porque la minería sigue siendo la actividad que aporta más al crecimiento, básicamente por los índices del petróleo y del carbón.
En tanto, el 2012 no parece presentarse tan dinámico como el 2011. Se espera el coletazo de la crisis europea y otras partes del mundo, pero aún así existen auto-reservas de donde sacar. Por ejemplo, es de suponer que en el próximo año se comiencen a adelantar en firme las obras civiles para recuperar la infraestructura nacional. Ello, sin duda, no solamente será un dinamizador del empleo, sino de la economía en general. Lo mismo ocurrirá con la construcción, que tendrá índices superiores a los de este año.
Lo importante para Colombia es mantener la idea de “país milagro” en América Latina. Las diferentes versiones internacionales sobre el país así lo expresan, aun por encima de Brasil y Chile. Indudablemente hay expectativa mundial sobre Colombia como lugar de inversión. La realidad en el subcontinente es que los fenómenos de crecimiento se han dado por los lados de Argentina y Perú. Pero Colombia sigue siendo una de las esperanzas entre los países Civet, en el escalafón inmediato de los Brics. Importante es que el tema minero de alguna manera permite por lo menos una década de sostenibilidad e interesa fundamentalmente que los réditos que ello da sirvan al país en general.
En estos días, la Cepal redujo sus proyecciones de crecimiento económico para América Latina a 3.7% en el próximo año. Ello quiere decir que, como se dijo, existe temor general por el coletazo que pueda sobrevenir de la crisis mundial, más cuando la inflación de la zona ha aumentado y se esperan los resultados, de otro lado, de lo que pueda acontecer con los ajustes en Italia y España.
El Gobierno colombiano tiene previsiones de que la economía crezca el año entrante 5%. Muchos catalogan este guarismo de optimista. No obstante, el país viene acostumbrándose a que puede lograrse un desarrollo sostenido de mantenerse la dinámica prevista. De alguna manera las locomotoras de la Prosperidad Democrática hasta ahora están encendiendo, y si es cierto, como lo espera el Gobierno, que en 2012 entren en pleno vigor, no se entendería por qué no puede crecerse por encima de 5%.
En el momento en que Colombia logre situarse por encima de los promedios económicos de la zona, y ponerse en los puestos de avanzada, la consolidación como país fenómeno será más plausible. Si bien han tenido que distraerse ingentes cantidades de recursos en el invierno y la atención a los damnificados, los que por supuesto son una prioridad insoslayable, también es cierto que el país esta demostrando tener suficientes colchones en su Presupuesto para este tipo de contingencias, lo que no solía ocurrir.
Por lo pronto, el crecimiento de 7.7% es una gran noticia navideña. Que también se puede celebrar.