Crecen economía y empleo | El Nuevo Siglo
Jueves, 2 de Abril de 2015

ES  una gran noticia a estas alturas y después de los nocivos efectos que para los países productores de crudo ha tenido la caída del precio de barril de petróleo, la que informa sobre el descenso histórico de la tasa de desempleo en Colombia, que es la más baja en los últimos 15 años, según el DANE, con un promedio de 9.9% que se registra en febrero, en tanto el nivel de ocupación dio un salto de 57,4%. El Gobierno se mostró legítimamente satisfecho con estos avances de la economía nacional, puesto que la creación de casi 700.000 empleos en estos momentos es el mejor indicador de cómo la economía nacional reacciona, pese a que en algunos rubros se han presentado dificultades con las exportaciones a países como Estados Unidos, lo que los economistas oficiales consideran podría cambiar con la devaluación del peso.

El Gobierno considera que el resultado es positivo, sin que por eso se duerma en los laureles, puesto que estima que se puede mejorar el crecimiento con los planes de obras públicas en marcha por la geografía nacional. El presidente Juan Manuel Santos estima que fuera de la política de paz en la que está inmerso, su compromiso es con el desarrollo nacional, ya que se requiere una  economía pujante para salir avante en el posconflicto. En particular el Gobierno apuesta a incentivar la legalidad y el empleo formal, dado que, precisamente, creció el doble según el DANE, lo que indica que “cada vez más colombianos tienen trabajo digno, con las prestaciones y beneficios de la ley”.

Como lo registró El Nuevo Siglo: “Para el trimestre diciembre 2014-febrero 2015, la tasa de desempleo se ubicó en 9,8%, siendo la primera vez para este período que se presenta esta tasa en un dígito. Por otra parte, en la medición de los últimos 12 meses, se destaca que el desempleo lleva 18 períodos consecutivos con tasas de un dígito, al ubicarse en 9,0%”. Lo que constituye en estimulante triunfo de la economía, que se torna más valioso en cuanto el entorno regional muestra síntomas de decrecimiento, de freno en sus avances económicos como Perú o Brasil, así como de involución en casi todos los campos en Venezuela.