Desempleo, lastre debilitado | El Nuevo Siglo
Miércoles, 31 de Diciembre de 2014

*Hay que apretar el acelerador

*Bogotá sigue en el top de empleo

 La  noticia económica con que cierra el año fue muy positiva. La tasa de desempleo en noviembre, según lo reportado ayer por el DANE, fue de 7,7 por ciento, situándose como la más baja para este mes en los últimos 14 años. Se trata de un indicador muy favorable, si se tiene en cuenta que un año atrás se ubicaba en 8,5 por ciento.

Lo más importante es que el número de personas sin trabajo se redujo en 16 de las 23 ciudades más grandes y en once de ellas fue de un solo dígito. A ello se suma que el mes pasado también se destacó por tener la tasa de ocupación más alta, con 60,3 por ciento, en más de una década. Otro dato destacable es que en  noviembre se crearon 857 mil nuevos empleos frente al mismo mes de 2013. Esa cifra vuelve a ubicar a Colombia como uno de los países que más plazas de trabajo nuevas genera en Latinoamérica.

Otro de los elementos clave es que el desempleo en los centros poblados y las zonas rurales dispersas disminuyó, alcanzando también la tasa más baja de los últimos 14 años con 4,8 %.

Se evidencia así que la política de generación de empleo del actual Gobierno continúa dando resultados positivos, a tal punto que se completan ya 15 períodos consecutivos con tasas de un dígito. Ello, al decir de los analistas, lo que implica es que la disminución en el volumen de personas sin trabajo ya no es un fenómeno coyuntural ni responde tampoco a situaciones estacionales, sino que el aparato productivo absorbió de forma permanente y estructural esa masa laboral flotante.

La construcción, sin duda alguna, termina el año como una de las grandes protagonistas del crecimiento económico. No sólo fue el sector que más contribuyó en el aumento del 4,2 por ciento en el Producto Interno Bruto (PIB) del tercer trimestre, sino que en noviembre, con una variación de 10,3 %, fue la rama productiva, junto a actividades inmobiliarias e industria manufacturera, que más jalonó el empleo.

Igualmente, para una política laboral que se ha enfocado en los últimos tiempos en la formalización del empleo, resulta muy importante que, según el DANE, en el trimestre septiembre-noviembre el empleo asalariado creció más del doble que el trabajo por cuenta propia, con variaciones porcentuales de 7,7 por ciento y 3,1 por ciento, respectivamente. Se trata de un indicador clave, toda vez que la formalización de las plazas de trabajo no sólo representa mayores garantías para el trabajador en materia de pensión, salud y riesgos profesionales, entre otros, sino que fortalece todo el sistema de seguridad social, sobre todo en lo que a cobertura y cotizaciones se refiere.

Llama la atención que entre las ciudades que tuvieron menor tasa de desempleo, que encabezó Montería con 7,3 por ciento, la capital del país se ubicara en segundo lugar, con un 7,6 por ciento, poniendo de presente que el sector productivo bogotano ha logrado sobreponerse a las accidentadas coyunturas políticas, sociales e institucionales de los últimos meses. Y, por otro lado, que Quibdó sea la ciudad con más alta tasa de desocupados, con un 15,3 por ciento, no hace sino reiterar que Chocó requiere con urgencia que los planes de choque anunciados recientemente empiecen a dar resultados. Igual debe hacerse respecto a Armenia e Ibagué, que le siguen a la capital chocoana en número de desempleados.

Es claro, entonces, que la política de generación de empleo va por buen camino, lo que no significa, en modo alguno, que se obvien flancos débiles como el subempleo, la presión que genera la gran cantidad de personas que están ingresando al mercado laboral en busca de plazas, los rezagos en materia de calidad del empleo y poder adquisitivo salarial, los pendientes en coberturas pensionales y de seguridad social o los  índices de informalidad y trabajo a ‘destajo’, entre otros males endémicos en materia laboral en el país.

Por lo mismo, lo informado ayer por el DANE debe llevar a apretar el acelerador. El 2015 asoma con una economía con señal de alerta temprana por la caída de precios petroleros y sus coletazos cambiarios y productivos. Hay que tomar precauciones para proteger el volumen de empleos, al tiempo que el país debe prepararse para grandes debates en materia laboral como lo son las anunciadas reformas pensional y el restablecimiento de horas extras y recargos nocturnos.