La accidentalidad vial | El Nuevo Siglo
Martes, 9 de Diciembre de 2014

Si  bien es cierto que en los últimos meses uno de los temas que más ha impactado a la opinión pública tiene que ver con las tragedias que provocan quienes manejan en estado de ebriedad, hay otras causas de accidentes en las vías que también deben tener una especial atención. Uno de ellos es, precisamente, el de los choques y atropellamientos de peatones que son causados por la impericia de los conductores. También hay un gran número de percances vehiculares en donde la culpa recae principalmente en ciclistas, motociclistas y transeúntes que no respetan las mínimas normas de tránsito y de precaución, atravesándose en cualquier lugar y poniéndose claramente en peligro, muchas veces sin dar a los conductores el menor tiempo para reaccionar y evitar los accidentes. Y qué decir de muchos vehículos de servicio público que siguen parando para dejar y recoger pasajeros en cualquier lugar de las vías… Y tampoco se puede dejar por fuera de este recuento los accidentes ocasionados por mala señalización vial, deterioro en la red de carreteras, alcantarillas destapadas y hasta por cuestiones climáticas, cuando no por las deficiencias mecánicas de los automotores.

En fin, la accidentalidad vial tiene múltiples causas y aunque algunas son de más impacto en la opinión pública que otras, al final todas generan un número elevado de víctimas mortales, heridos y daños materiales. El esfuerzo de las autoridades, en consecuencia, debe enfocarse en todo ese universo de circunstancias y no sólo en algunas de ellas.

Por ejemplo, sorprende el poco eco que tuvo lo informado días atrás por el Ministerio de Transporte en torno de que de las 2.199.013 licencias de conducción que debían ser renovadas, sólo el 64%, es decir, 1.404.860 ciudadanos, realizaron su trámite a tiempo en todo el país. ¿Y el resto? No basta sólo con advertir que no habrá más ampliaciones del plazo y que de ahora en adelante vendrán multas a los que no cumplieron con la renovación. ¿Es suficiente? En otros países una falta como esta daría para castigos más severos. ¿No será hora de que en Colombia también se empiece a pensar en forma similar? Si bien no se puede concluir gratuitamente que quienes no cambiaron el pase son los que más causan accidentes, el hecho de no cumplir con un trámite sencillo pero obligatorio, ya deja mucho que pensar sobre su responsabilidad al volante.