La actualidad del Quijote | El Nuevo Siglo
Sábado, 31 de Enero de 2015

IV centenario de la segunda parte

Sino trágico de España y el caballero andante

 

En la segunda parte del Ingenioso Cavallero don Quijote de la Mancha, que se publica en 1615 y de la que se cumple el IV centenario, se hace referencia al “Cavallero”, puesto que en la primera parte el “Hidalgo”  se consagra como tal por su propia cuenta, siendo esa una de las claves del libro, el ennoblecimiento del héroe por su espada. Lo que hace parte del humor crítico que subyace en la obra, precisamente en un tiempo en el cual los nobles se arruinaban en la empresa de las Cruzadas por las que se dilapidan fortunas y se da hasta la vida. Los caballeros, por cuanto, van de a caballo y portan la espada, que no pueden tener los plebeyos, y pagan con la propia sangre ese privilegio. Las aventuras de don Quijote se dan en el suelo español y entre rústicos, en un medio que no podría ser más modesto y alejado de la épica lucha de las Cruzadas. Entre tanto, los reyes europeos que se quedan gobernando aprovechan la ruina de la nobleza en la lucha por recuperar los lugares sagrados en franca lid con el turco, como señala Cervantes, para aumentar su poder y consagrar su dominio por encima del incipiente feudalismo de algunos países como España. La Dulcinea suya no es más que una caricatura de las hermosas princesas de los caballeros andantes. El héroe de Cervantes se queda en la dura tierra española y sus hazañas se dan entre gentes del común y labriegos, en burla de los heroicos guerreros y al mismo tiempo en una especie de reconocimiento, por cuanto el Quijote los imita, en un medio empobrecido y rudo. Por ese mismo fenómeno de la narrativa cervantina, el héroe es vulnerable. A diferencia de los caballeros idealizados por los literatos anteriores a Cervantes, nunca antes un héroe de las trazas de Don Quijote recibe tantas golpizas

Para algunos críticos, la segunda parte del Ingenioso Cavallero don Quijote, es superior a la primera, pero otros eruditos expresan lo contrario. En realidad en ambos casos brilla la prosa por la donosura del estilo, la fina ironía y la forma como muestra nuevos caminos antes no hollados por otros autores en cuanto la magia de la creatividad cervantina, trazando rutas que tratarán de imitar en el curso de los siglos los grandes novelistas. En cada párrafo aparecen hechos que sorprenden, que siendo elementales se salen de lo manido y atrapan la imaginación del lector, tratando de adivinar lo que dirá en la siguiente línea, donde sorprende con una salida inesperada.

Ambas partes del Quijote tienen una misma característica que identifica el texto: la crítica dura y mordaz contra  el medio, contra los poderes de la época que lo llevan en la segunda parte a liarse con el clero y el peluquero en un singular diálogo, que en el trasfondo cuestiona lo que considera excesivo poder de las sotanas. Eso en un tiempo en donde lo religioso prevalecía como modelo de vida oficial y social, en cuanto se estaba aún en lucha religiosa contra los moros y se temía una eventual invasión del “turco”. La originalidad del planteamiento de Cervantes va más lejos, puesto que establece la división clara de dos biotipos humanos, como son el asténico y el pícnico; el Quijote y Sancho. Sus diálogos, sus actitudes mentales, su visión del mundo y estilo vital son diferentes, pero de alguna manera se complementan. Mientras el caballero delira, Sancho conserva una rara lucidez que hace como de polo a tierra. Se trata del íncubo y el súcubo; para cumplir sus fantasías el noble necesita un escudero, lo mismo que un jamelgo, así esté flaco y carezca del garbo de los caballos pura sangre de los cruzados. Así que los tres, mueven a risa cuando aparecen entre las gentes y el Quijote expresa sus ambiciones de dominio. En tanto que en otros pasajes representan el más ingenuo y puro heroísmo, que suscita la admiración de alguna Dulcinea, para la que el caballero ofrenda sus hazañas...

Cervantes enriquece el castellano y le da vuelco a la literatura universal. Su biografía es archiconocida por las aulagas, estrecheces y la prisión que padeció, situaciones que enriquecen su conciencia y lo hacen entender las grandezas y miserias de los hombres. El que nunca haya leído el Quijote, puede probar abrir el libro en cualquier página y con seguridad encontrará un sabor que le hará entender la razón por la que se le conoce a Cervantes como el genio por excelencia, que plantea el drama existencial del ser y la un tanto paradojal y a veces fútil búsqueda de la inmortalidad.