La marcha del 6D | El Nuevo Siglo
Martes, 6 de Diciembre de 2011

* Repudio unánime y cerrado a la violencia
* Implicaciones, móviles y dudas de la jornada

Una vez más el país ha sido convocado a salir a las calles para manifestar su indignación y repudio a los violentos de todos los pelambres. El principal móvil en esta ocasión será la indignación nacional e internacional por el crimen aleve y atroz que las Farc cometieron al asesinar a sangre fría a cuatro militares y policías que mantenían secuestrados hace varios años. Tal como ocurrió el 4 de febrero de 2008, cuando millones de personas en Colombia y muchas ciudades del mundo marcharon exigiendo a la guerrilla la liberación de los plagiados y el cese del terrorismo, se espera que mañana centenares de miles de hombres, mujeres y niños protesten por la forma en que los grupos armados ilegales incurren cada vez más en graves infracciones al Derecho Internacional Humanitario.


En Bogotá y todas las capitales departamentales y una gran cantidad de municipios ya se fijaron este fin de semana los puntos de partida, tránsito y encuentro de las manifestaciones. La mayoría de los medios de comunicación han publicitado las rutas de las marchas y a través de las redes sociales en Internet circulan múltiples mensajes pidiéndoles a todos los colombianos que se unan a la protesta contra las Farc y todos los violentos. Desde el Gobierno nacional, pasando por gobernaciones y alcaldías, así como sectores políticos, sociales, económicos e institucionales, además de organizaciones no gubernamentales del más variopinto espectro ideológico, han expresado su apoyo a la movilización del llamado “6D”. Una gran cantidad de instituciones públicas y empresas del sector privado dieron permiso a sus trabajadores para que se unan a la marcha o dediquen algún momento de este martes para manifestar activamente su respaldo a la misma.

Camisetas, banderas, pancartas y toda clase de símbolos se están repartiendo para que hasta en el más recóndito de los lugares quienes insisten en la vía de las armas y el terror escuchen a un país que, al unísono, los repudia y descalifica y no está dispuesto a resignarse ni mantener una actitud pasiva mientras los criminales siembran dolor, luto y tragedia.


Aunque se escuchan muchas voces que advierten que los violentos no entienden razones y que sus cabecillas e integrantes saben de su alto nivel de desprestigio y rechazo en todos los sectores vivos de la Nación y de la comunidad internacional, los impulsores de la marcha replican que si bien son conscientes del autismo de los grupos criminales en Colombia la opinión pública tiene que expresar masivamente su indignación por los hechos de barbarie y sevicia en que los violentos incurren tratando de amedrentar a las instituciones y toda la población. Agregan que la marcha también debe cumplir las veces de un homenaje a las miles de víctimas directas e indirectas del conflicto armado interno y revalidar cómo el Estado colombiano dio un viraje hacia políticas que se enfocan en la reparación de los afectados por la guerra, tras muchos años en que las normativas y acciones oficiales se enfocaron exclusivamente en buscar caminos de paz o acción militar para neutralizar a los victimarios.


Hay quienes advierten que la convocatoria de la marcha del 6D fue improvisada y que incluso mientras algunos de sus impulsores insisten en que está dirigida exclusivamente contra las Farc, otros sostienen que se protestará contra todos los violentos, sin importar espectro ni móvil criminal. Igual se teme que pueda pasar algo similar a lo ocurrido semanas atrás cuando una protesta simbólica contra la corrupción tuvo una escasa participación pues se hizo a mitad de semana y con poca estructura organizativa y difusión mediática.


Habrá que esperar a que se cumpla, pues, la marcha de mañana y sólo entonces los análisis sobre la utilidad o no de estas convocatorias podrán hacerse sobre una base más real y objetiva.