Los riesgos del peatón | El Nuevo Siglo
Jueves, 11 de Diciembre de 2014

Por   lo general se tiende a considerar que el peatón corre menos riesgos que conductores de vehículos y pasajeros. Resulta que las cosas cambian: muestreos efectuados por estudiantes en los hospitales y centros de salud de Bogotá evidencian un aumento de los casos de personas que mientras caminan son atropelladas por automotores, bicicletas o se lesionan accidentalmente.

Las causas de ese creciente número de percances son múltiples pero una de ellas tiene que ver con la vanidad femenina. Es un hecho comprobado que con frecuencia las salas de urgencia deben atender jovencitas y señoras de todas las edades que por caminar en tacones de diez y más centímetros de altura, de improviso se caen, lesionándose el tobillo y sufriendo golpes dolorosos, incluso en el rostro y otras partes de la estructura corporal. También son más propensas a caer en los miles de huecos que proliferan en calles, avenidas y andenes en Bogotá. Asimismo, hombres y mujeres se exponen a quedar heridos cuando caminan usando simultáneamente su teléfono celular y otra clase de aparatos que los distraen o reducen su atención sobre la superficie que pisan. Por esta clase de descuidos no pocas personas sufren aparatosas caídas, que llegan a ser más graves debido a que no tienen libres las manos y se les dificulta maniobrar para apoyarse o amortiguar el golpe.

Es más, por efecto reflejo, temor a estar siendo  víctimas de un robo o incluso para proteger de un  daño al teléfono, muchos de quienes hablan por celular en las calles lo aprietan aún más fuerte en el momento de un resbalón, lo que determina que el peso del cuerpo y la falta de soporte de las dos manos para reaccionar ante la caída, conlleve a que las lesiones sean más graves y, en algunos casos, ameriten hasta cirugías.

Aun así la gente continúa caminando por las calles utilizando simultáneamente su celular. Ello pese a que informes policiales han concluido que así aumenta el riesgo de robo e incluso de ser heridos y hasta muertos por los delincuentes.

De otro lado, los ciclistas que se desplazan a grandes velocidades y sin atender las mínimas normas de precaución y de tránsito, sobre todo en la noche, se constituyen en otra causa de gravísimas lesiones a peatones.