No hay algo que una mujer no pueda hacer. Esa es la convicción de aquellas que buscan romper estereotipos y demostrar que la equidad sí es posible en el actual contexto.
En esta ocasión, Mabe, compañía líder en Latinoamérica en la fabricación de electrodomésticos, reconoce a tres mujeres que rompen estereotipos día a día de sus roles dentro de la operación de la compañía en Colombia y resaltan su labor.
“Las mujeres encuentran en la compañía un lugar en el que no solo pueden crecer, sino en el que sus capacidades son valoradas en equidad de condiciones. En Mabe tenemos una política de equidad de género y de diversidad, en la que nuestros colaboradores (mujeres y hombres) son valorados por sus capacidades y por sus aportes, desde el talento, al crecimiento de la compañía”, confirma Mauricio Avila, gerente de recursos humanos de Mabe para la región Andina.
Nataly Salazar, es la jefe de servicio de la firma. Es la encargada de garantizar la satisfacción de los clientes con el respaldo y garantía de los productos Mabe en Antioquia y Chocó, así como del presupuesto y cumplimiento de indicadores de dichas zonas. Es un cargo que, por el manejo técnico, está relacionado con la parte mecánica y por eso mismo, históricamente, lo han desempeñado hombres. Aunque la mayor parte del equipo son hombres, Nataly ya completó 13 años en el cargo y más de 15 en la compañía.
Nataly es una de las primeras mujeres en la industria de electrodomésticos, en desempeñarse en cargos que antes eran ocupados por hombres. Su talento, motivación y orientación al reto, le permitieron a esta ingeniera de sistemas, entrar a Mabe en el año 2000 como operaria de servicio al cliente e iniciar una carrera en ascenso, que actualmente la ha llevado a desempeñarse en proyectos en paralelo como el apoyo que presta a la operación del contact center de Chile. “Reconozco que, en algún momento, llegué a sentirme intimidada por el hecho de haber logrado una posición que antes era exclusiva de los hombres; sin embargo, en Mabe hay una cultura de oportunidad y de desarrollo de las capacidades. Fui trabajando poco a poco en lo que consideraba eran mis áreas de oportunidad y posicionándome poco a poco entre los demás jefes de servicio regionales y ejecutivos, hasta sentirme segura de mí misma. La capacidad no está en el género”, afirma Nataly.