En Semana Santa se aumenta en por lo menos un 25% el consumo de pescado y mariscos; sin embargo es importante tener en cuenta algunas consideraciones para evitar intoxicaciones que en muchos casos suelen ser severas.
Su alto contenido en proteína y humedad, facilita la contaminación siendo el principal factor, la cantidad de tiempo que el pescado permanece al aire libre sin ser refrigerado ni congelado. De allí la importancia de las estrictas medidas de conservación de temperatura o cadena de frío.
En este sentido, la Asociación de Acondicionamiento del Aire y de la Refrigeración (Acaire), hace un llamado especial a productores, transportadores, comerciantes y consumidores sobre la importancia de mantener una adecuada cadena de frío que asegure la calidad de los productos y evite su contaminación.
“La pérdida de la temperatura óptima de refrigeración o congelación en cualquiera de las etapas, perjudica la seguridad y la calidad del alimento. Los productores y distribuidores tienen la responsabilidad de seguir la cadena de frío manteniendo la temperatura y asegurando los sistemas de calidad para que nada falle”, aseguró Giovanni Barletta, presidente de Acaire.
Se debe contar con la temperatura adecuada en el momento de la carga al transporte refrigerado para alimentos para su correcta conservación y tener un método adecuado de descarga en el punto de llegada, especialmente con referencia a la duración y frecuencia de las aperturas de puertas de la cámara refrigerante, además de procurar que la descarga se realice en el menor tiempo posible.
De acuerdo con el gremio, es importante que al comprar este tipo de productos en lugares de confianza, observar que estén en el congelador -las condiciones de refrigeración que garantizan la cadena de frío están por debajo de los 0° C y máximo hasta los 4°C a 7° C-, aclaró.