La recuperación de los precios del crudo solo sería hasta dentro de un año. Sin embargo esta señal positiva será con base en una cotización sostenida de 50 dólares y en algunos casos de 58 dólares como máximo nivel.
De acuerdo con informaciones del Institute of International Finance, IIF, esta situación podría ejercer mayores presiones a la baja sobre los flujos de capitales hacia las economías emergentes y en países como Colombia.
Esta aparente recuperación en el valor del crudo, se da gracias a que los mercados van a reasumir una mayor demanda de combustibles. Sin embargo, no se prevé que los precios lleguen a niveles de los 100 dólares como estaban hasta hace un año, sobre todo porque Estados Unidos sigue mostrando una gran producción y que al mercado ya estará disponible cerca de medio millón de barriles de Irak.
Además, al interior de Colombia no se prevé un incremento inusitado de exploración y explotación lo que hará que el país mantenga cierta estabilidad en la producción cercana al millón de barriles diarios.
Según un análisis del Bancolombia, después del fuerte descenso de los precios internacionales del petróleo en el último año, en los niveles actuales la cotización del crudo está mostrando señales de estabilización. No obstante, hoy en día se espera que el reacomodo del mercado petrolero a la realidad actual de sobreproducción tome un tiempo considerable.
Oferta
“En particular, la oferta ha demostrado adaptarse a un entorno de precios bajos, mientras que la demanda no ha repuntado significativamente. Esto llevará a que los precios no repunten de forma considerable en nuestro horizonte de proyecciones. En ese sentido, en nuestro escenario base la referencia WTI pasaría de cotizarse a finales de este año en un nivel de US$48,5 a un promedio de US$54,4 en 2016 y de US$57,8 en 2017”, sostienen los expertos.
Señalan que la caída en las cotizaciones del crudo ha representado un choque pronunciado cuyas repercusiones se siguen sintiendo hoy y van a determinar, en buena medida, la dinámica económica en 2016 y los años siguientes.
Por una parte, la desaceleración productiva que empezó desde 2014 va a continuar, sobre todo por un menor ímpetu de la demanda interna. “El lado positivo es que esperamos que la moderación toque fondo el próximo año, y que a partir de 2017 empiece una recuperación paulatina, que estará jalonada por los sectores transables y la inversión en infraestructura. De cualquier manera, creemos que la reducción en los términos de intercambio va a tener un impacto de largo aliento sobre la economía, lo que se reflejará en un menor crecimiento potencial”, aseguran los investigadores.
Estabilidad
De otro lado, con esta aparente estabilidad en los precios del crudo, no se prevé que los términos de intercambio de Colombia se recuperen pronto.
Las estimaciones referentes a los precios de los principales productos tanto de exportación como de importación señalan que en el futuro previsible no se producirá una recuperación sostenida de los términos de intercambio, ni siquiera en un escenario optimista.
“Esto corrobora la noción que hemos discutido en reportes anteriores y que mencionaremos en secciones siguientes, en el sentido de que el choque externo que ha recibido la economía colombiana por cuenta del descenso en los precios de los bienes básicos, y que entre otros ha llevado a un descenso en el ingreso nacional, tiene un carácter permanente”, aseguran.
Además, esperamos que en 2016 el desbalance de Colombia frente al resto del mundo se reduzca levemente, aunque el tamaño del déficit en cuenta corriente seguirá siendo un factor de vulnerabilidad. Por su parte, las finanzas públicas van a afectarse por la caída en la renta petrolera en una magnitud mayor a la prevista por las autoridades, lo cual posiblemente implique mayores esfuerzos de austeridad en el gasto.
Las cuentas
“Prevemos que en las cuentas nacionales las exportaciones crecerán 2,7% en 2016, después de caer 1,4% en 2015. El retroceso de 2015 estaría explicado por las menores perspectivas de crecimiento de los socios comerciales de Colombia y la caída en los precios de las materias primas”, sostienen los analistas.
La estabilización de los mismos y el gradual impulso proveniente de la devaluación de la tasa de cambio real generaría un leve repunte en 2016 y una recuperación más sostenida en 2017. Por su parte, las importaciones podrían mantenerse en terreno negativo este y el próximo año y recuperarse en 2017, como resultado de la depreciación cambiaria y la menor dinámica de la demanda interna.
En efecto, esperamos que el balance del comercio de bienes con el exterior pase de -US$13.514 millones este año a -US$8.802 millones en 2016. Este ajuste se daría como resultado de un repunte en el valor de las exportaciones que, después de caer 30% en 2015, aumentarían 7,4% el próximo año, lo que corresponde a una suma de US$38.267 millones.
Esta dinámica sería el resultado de una estabilización en los precios del petróleo, un crecimiento más acelerado de los socios comerciales del país y las ganancias en competitividad derivadas de la depreciación real que se ha presentado desde el año pasado, las cuales se empezarán a hacer evidentes a lo largo del próximo año. En consecuencia, prevemos un crecimiento de 7,4% en las exportaciones tradicionales y de 8,3% en las no tradicionales. Para el caso del crudo, no esperamos que haya cambios significativos en los volúmenes exportados.