UNA NUEVA controversia desató ayer el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, al referirse como un negocio a la instalación de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) durante la pandemia por Covid-19 en Colombia.
“Les pagaban por camas abiertas en cuidados intensivos, entonces todo el mundo se puso a hacer cuidados intensivos. Triplicaron las camas de cuidados intensivos porque fue un negocio. Era para salvar a la gente, pero el negocio estaba allí oculto. Porque así no estuviera llena la cama, les pagaban”, indicó ante la Comisión Séptima del Senado.
“Ningún país del mundo tuvo que ampliar la Unidad de Cuidados Intensivos como se amplió aquí… Hay que tener respeto por las Unidades de Cuidados Intensivos, también por las enfermeras y por los médicos, porque ahí es donde se salva la verdadera vida”, manifestó el ministro, quien recientemente fue blanco de ataques por cuestionar la efectividad de las vacunas contra el coronavirus.
Las declaraciones de Jaramillo fueron replicadas por personalidades de sectores políticos, como el exministro de Salud Fernando Ruiz, quien, durante el gobierno de Iván Duque, tuvo que enfrentar la pandemia.
“Lo que un ministro de Salud diga debe siempre estar sustentado, de otra manera se afecta irremediablemente la credibilidad del Minsalud. Perú, un ejemplo entre varios países que también duplicaron o triplicaron sus camas de UCI”, declaró en X.
También señaló al publicar un informe que “la evidencia es fundamental para cimentar la credibilidad de un ministerio frente a su población. Este informe muestra cómo Chile aumentó de 592 camas UCI antes de la pandemia a 4531 después. Aumentó 7,7 veces sus camas de UCI”.