EL NUEVO SIGLO: ¿Qué balance se tiene hasta el momento de lo que ha sido la segunda temporada invernal del país en materia de víctimas mortales, heridos y damnificados?
CARLOS CARRILLO: Creo que, si hablamos de la segunda temporada de lluvias, que va desde el 16 de septiembre hasta el 15 de diciembre, es decir, este último periodo, la sacamos barata.
La incidencia del fenómeno de La Niña, a pesar de las predicciones que hubo a comienzos del año, nunca llegó y eso nos salvó, pero no implica que no haya sido grave. Nos salvamos, pero la vulnerabilidad del territorio puede ser aún mayor porque cuando se trastocan los ciclos normales o habituales de lluvias y de temporadas secas. la vulnerabilidad del territorio aumenta.
El balance de estos últimos meses es de 12 personas fallecidas, 254 inundaciones y 239 movimientos en masa que son los que más víctimas fatales causan porque son los desprendimientos de la montaña, que generalmente afectan lugares donde la gente no debería vivir.
Mientras no resolvamos el problema del ordenamiento territorial no vamos a poder avanzar en temas de riesgo. Hay 1 persona desaparecida, 93 personas heridas y un total de 93.762 familias que han resultado afectadas.
En términos de infraestructura tenemos 19.632 viviendas averiadas y 416 que fueron completamente destruidas. También tenemos afectaciones en 19 puentes vehiculares, 18 puentes peatonales, 33 sistemas de acueducto y 13 de alcantarillado. Los departamentos más afectados fueron Chocó, la Guajira y Bolívar.
Pudo haber sido mucho más grave y tenemos que prepararnos para unas temporadas de lluvias cada vez más serias.
ENS: ¿Sus advertencias en torno a que la Ungrd no tiene presupuesto para afrontar las emergencias han tenido algún eco en la asignación de recursos adicionales por parte del Gobierno?
CC: La decisión del señor presidente de declarar el Desastre Nacional en el marco del Decreto 1372 de noviembre de este año es un mensaje muy claro. Ese decreto obliga al Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, a financiar la respuesta a la emergencia.
Este año se da algo atípico y es el saqueo de recursos de la entidad. Eso por supuesto que tuvo afectación en la entidad porque básicamente cuando nosotros llegamos en el tercer mes del año ya todo el presupuesto del 2024 estaba comprometido y aunque logramos detener algunos desafíos, no en todos los casos logramos liberar los recursos, porque siguen inmersos en controversias judiciales.
Tenemos en este momento el compromiso del Gobierno nacional de entregar 1,9 billones de pesos dentro de la cuenta de variabilidad climática y estamos esperando que el Ministerio de Hacienda realice los giros y nos asigne esa disponibilidad presupuestal. Estoy pendiente de reunirme con el nuevo ministro de Hacienda para que podamos concretar cuáles van a hacer la entrega de esos recursos.
ENS: El IDEAM ya advirtió de un enero de 2025 con altas temperaturas y un riesgo importante de incendios forestales, ¿cómo está preparado el país frente a esta eventual emergencia?
CC: En la medida en que los ciclos habituales se enfocan, la vulnerabilidad aumenta y Colombia tiene un problema estructural. Aquí voy a dirigirme expresamente al Congreso de la República, un Congreso que lo que le gusta es salir en televisión y que poco hace por discutir cosas que son realmente importantes, no ha sido capaz de darle a este país nunca una legislación que nos permita hacer un manejo integral del fuego.
Tanto el fuego como el agua, el aire y la tierra son elementos básicos de la naturaleza y nosotros necesitamos pensar en un manejo integral del fuego. Nosotros propusimos un decreto de fuego técnico que no ha sido aprobado y que ha tenido una serie de cuestionamientos por parte del Ministerio de Ambiente, que consideramos que no son realmente técnicos. Está un poco congelado por unas discrepancias de carácter técnico.
Hemos encontrado, por ejemplo, que la temporada de incendios tiene mucho que ver con las necesidades que tiene el Cuerpo de Bomberos, sobre todo los cuerpos de bomberos voluntarios. Cuando se da la emergencia no necesariamente las personas que están a cargo en el primer momento de la emergencia tienen las capacidades, nosotros estamos trabajando buscando cooperación internacional y, por supuesto, que en esto también necesitamos la concurrencia del Ministerio del Interior, que es el que está encargado de los bomberos.
ENS: Frente a lo ocurrido en enero de este año, cuando hubo muchos incendios forestales, ¿cómo se ha ajustado el operativo para hacer frente a este tipo de coyunturas climáticas?
CC: Desde hace un tiempo en Colombia se echó a andar la idea de que hay que acabar con el fuego. Los seres humanos tenemos una cierta capacidad de alterar la naturaleza, pero esa capacidad no es completa y eso se ve claramente en el manejo del fuego.
Entonces aparece un incendio, inmediatamente los señores congresistas empiezan a trinar pidiendo ayuda sin ni siquiera saber si es necesario o no, porque eso se da a través de unos criterios técnicos, y, eventualmente sale un helicóptero, suelta unas descargas, se gasta un montón de plata, se llevan los bomberos y se apaga el incendio.
Nosotros podemos apagar incendios relativamente pequeños y cuando los apagamos lo que hacemos es mantener ahí el combustible, la biomasa que en algún momento cuando se acumula y no se le da manejo, termina por generar un mega incendio que es imposible de controlar.
En todas partes del mundo, lo que se está dando es una discusión y es que el fuego técnico puede proteger la vida de los bomberos, puede ser la mejor opción para manejar los combustibles y además también es algo que se ha hecho históricamente.
Por ejemplo, en el Vichada se han hecho quemas prescritas que hoy están fuera de la ley. Nosotros necesitamos desarrollar la legislación para que podamos hacer quemas prescritas y quemar lo que se tenga que quemar para evitar que haya mega incendios que sí puedan poner en riesgo la vida de la gente y que le hagan un daño realmente irreparable al ecosistema.
ENS: ¿En qué quedó el tema de los carrotanques y en dónde empiezan a funcionar?
CC: Aunque eso no cambia lo que pasó, porque ese vergonzoso episodio del señor Olmedo López y sus compinches robándose el dinero de la Gestión del Riesgo no lo vamos a desaparecer simplemente con hacer las cosas bien, al menos eso es una buena noticia.
Los carrotanques vuelven a operar, de los primeros 40 que fueron los de la polémica que estaban detenidos en el Batallón de Uribia, 39 están operativos. Están en este momento pasando por una apuesta a punto en Santa Marta con el distribuidor oficial de la marca y esperamos, en lo que queda del mes, poder hacerle también esa puesta a punto a los otros 40 que son más pequeños y empezar a distribuirlos por todo el país.
Nosotros vamos a entregarlos en 19 departamentos, vamos a entregarle también a las entidades operativas, al Ejército, a la Defensa Civil, a la Armada; y los carrotanques van a ir a Córdoba, Sucre, Casanare, Santander, Valle del Cauca, Chocó, Huila, Bolívar, Nariño, Risaralda, Caldas, San Andrés, Meta, Atlántico, Cesar, Caquetá, Magdalena, Putumayo y por supuesto los ocho de La Guajira, que son parte del cumplimiento de la sentencia T-302.