EL NUEVO SIGLO: ¿Qué esperan de la reunión entre el presidente Gustavo Petro y el Centro Democrático hoy?

PALOMA VALENCIA: Vamos con bajas expectativas porque la realidad de todas las reuniones que han tenido, no solo con el expresidente Álvaro Uribe, sino con cualquier otra instancia fuera del Gobierno, es que el presidente Gustavo Petro los recibe, los escucha, pero no toma ninguna de las recomendaciones que hace a quienes invita.

ENS: Entonces, ¿por qué ir a una reunión con el presidente Petro en la que posiblemente sus propuestas no serán consideradas?

PV: Porque la esperanza es lo último que se pierde. Yo creo que el Gobierno tiene una reforma a la salud que destruye el sistema. Por otro lado, viene haciendo una administración a un sistema que efectivamente necesita ajustes, pero, que en general es bueno, que hay que cuidar y consolidar.

Cualquier oportunidad que haya para que el presidente entienda que jugar con la salud de los colombianos mata, es importante.

Confianza

ENS: ¿Cómo confiar en un Gobierno que ha dicho que quiere concertar las reformas y, al final, termina haciendo lo contrario?

PV: Para ir a una reunión no se necesita tener un voto de confianza, lo que se necesita es el deseo de que a Colombia le vaya bien. Por lo tanto, estar dispuestos a, incluso, ir a reuniones que no sirvan para nada.

Eso, siempre que exista una pequeña posibilidad de que el presidente escuche y no destruya el sistema de salud.

ENS: ¿Cree que el presidente está dispuesto a destruir el sistema de salud?

PV: Creo que el presidente no solo tiene una reforma que destruye el sistema, sino que ha venido haciendo una utilización de los recursos públicos con miras a destruir el sistema.

Lo hace no pagando los presupuestos máximos, no queriendo hacer los estudios sobre la financiación de la UPC y no queriendo escuchar lo que los expertos dicen.

No entiende uno cómo es que el presidente quiere acabar con un sistema de salud, que en las evaluaciones internacionales sale bien calificado. Eso es un suicidio para su proyecto político.

ENS: Como está planteada actualmente, ¿cree que esta reforma a la salud será aprobada o hundida en el Congreso?

PV: Nadie lo puede decir, pues un Congreso adicto a la mermelada es un Congreso difícil de predecir. Lo que sí es que hoy a muchos congresistas les da pudor votar por una reforma que desde el punto de vista técnico es inapropiada, no funciona y no mejora los problemas que tenemos. Crea muchos más problemas irresolubles.

Inconvenientes

ENS: ¿Cuáles serían los problemas que esta reforma a la salud generaría al país?

PV: El principal es acabar con las EPS, que son el secreto mediante el cual, con pocos médicos, enfermeras y especialistas, tenemos un sistema con una cobertura y atención que se asemeja a la de países con más recursos.

La razón por la que la salud en Colombia es tan barata es por el diseño de las EPS, que fijan precios y quitan facturas. Uno de los principales efectos de la reforma de Petro es el encarecimiento sustantivo de la salud para el Estado como para los particulares.

ENS: Desde el punto de vista político, ¿cree que esta reunión es riesgosa para el uribismo?

PV: Creo que el uribismo debe hacer una oposición firme, permanente y respetuosa. El respeto implica en que si nos dicen que quieren escuchar lo que estamos diciendo, se tenga la capacidad para acudir.

El uribismo no va a cambiar su posición de defender al sistema por ir a decirle sus verdades en la cara al señor presidente.

Votos

ENS: ¿El Gobierno tiene votos en el Senado y Cámara para sacar adelante las reformas?

PV: No se sabe, pues con tanta mermelada uno no sabe cuántos votos se tiene. Lo cierto es que hemos hecho un ejercicio tratando de disuadir a muchos de los políticos de no acompañar a una mala reforma. Creo que hoy, las reformas están más hundidas que aprobadas.

ENS: Faltando un mes para el cierre de este periodo legislativo, ¿cómo ve el futuro de las reformas y otros proyectos legislativos?

PV: Lo que pasa es que la reforma no se muere si se acaba la legislatura. Lo que dice la norma es que hay que dar un debate en la legislatura en que se presentó y ya la tiene, por lo que tiene una vida de dos años. Por lo tanto, la reforma está súper viva.