El Patrón enfermizo detrás de la violencia contra la niñez | El Nuevo Siglo
ASTRID ELIANA Cáceres es la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. / ICBF
Viernes, 8 de Noviembre de 2024
Valentina Delgadillo Abello

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué está fallando en las políticas de protección de la niñez en Colombia?

ASTRID CÁCERES: Dentro de los análisis que venimos haciendo, no solamente para Colombia, sino para todos los países que estamos reunidos en la Primera Conferencia Ministerial Mundial para la Eliminación de la Violencia Contra la Niñez, coincidimos en dos escenarios. Uno, es la entrada a las familias, los sistemas de protección deben partir de las familias, no como beneficiarias del sistema, sino como participantes del sistema, es decir, tenemos que hacerlas compromisorias de la garantía de derechos y las comunidades, muchos de los gobiernos estamos muy enfocados en la atención de la niñez desde los servicios estatales sin participación comunitaria.

Entonces en lo que ha venido saliendo y en eso lo compartimos con Colombia debe ser la participación con Colombia, la corresponsabilidad y la territorialidad la que puede hacer la diferencia. No basta con que tú pongas normas generales, si en la implementación tú no ves unos programas que las materialicen y que las materialicen de acuerdo a cada territorio, es decir, no es una cosa genérica para un país, sino para cada territorio, cada circunstancia y si además no haces compromisaria a la comunidad, no vas a tener posibilidad de lograr el impacto que esperas.

 

ENS: Colombia tiene una de las legislaciones más amplias en infancia de adolescencia e incluso en el continente ¿es insuficiente o hay deficiente aplicación?

AC: Nosotros hemos entendido ese desafío como que Colombia ha hecho las cosas por muchos años desde una mirada bastante sectorial, es decir, los presupuestos están dados por sectores. Y los niños y las niñas son de todos los sectores. O sea, la vivienda afecta a los niños y las niñas, hacer vías, afecta a los niños y las niñas, lo que hace salud también y, aparte está el Instituto que tiene unos programas muy puntuales para temas de violencia muy puntual; pero realmente los presupuestos deben ser integrados con todos los sectores. Entonces nuestra apuesta como país y que la hemos recogido también de lo que nos han dicho las organizaciones de la sociedad civil, va a pasar de ser una acción sectorial a ser unos servicios transectorial y un sistema transectorial de alertas. ¿Eso qué quiere decir? Que en terreno los servicios deben estar puestos en los mismos territorios y los equipos humanos deben trabajar en la misma línea.

Vamos a poner las alertas, también es muy importante. Se materializa algo que siempre nos han pedido las comunidades es la alerta ‘rosa’ o la ‘Sara Sofía’ de búsqueda de niños desaparecidos, eso también está nuestra hoja de ruta, y lo tercero que se ha propuesto por la sociedad civil, es poder materializar eso en un plan progresivo, de manera que a 10 años hayamos cumplido unos objetivos de cero violencias contra la niñez.

ENS: A raíz de tragedias como la de los niños asesinados en Bogotá o de Sara Sofía Delgado, ¿el problema de protección a la niñez es un factor sociológico que debe hacerse desde la formación de las nuevas generaciones?

AC: El tema de la protección de la niñez no solo está en las nuevas generaciones donde tú hablas con un niño o una niña de los cinco años en adelante y le haces preguntas sobre cómo se siente bien, cuáles son las cosas que a él le gustan, las que no le gustan, ahí vas viendo cuál es el sistema de protección que debe haber para un niño; (a un menor) no le gusta que lo regañen, no le gusta que lo castiguen, no le gusta que no lo tengan en cuenta, que no lo dejen opinar...

Entonces todos los niños deben estar en el sistema de protección no importa la edad. Aquí (a la conferencia) vinieron 24 niños, 12 que vinieron de otros países, dialogando sobre el sistema de protección, ellos tienen las ideas; en las reuniones bilaterales que estamos, dentro de los países, ellos nos acompañan y nos dan ideas, entonces sacar a los niños de la toma de decisiones del sistema de protección, ha sido, tal vez, uno de los errores que se han tenido y este no se puede repetir, ellos toman decisiones, nos ayudan a orientar las políticas públicas y sobre todo, nos dan soluciones para problemas adultos que, a veces no encontramos salida, ellos nos ayudan. Entonces no solo debe estar en las nuevas generaciones, sino que debe ser primordial en la formación de las nuevas generaciones.

ENS: Cada vez que se produce un hecho cruento como estos se habla de cadena perpetua y otros agravamientos prácticos, ¿ustedes que consideran?

AC: Creo que son parte de los esfuerzos legislativos y de las maneras como los adultos hemos visto que hay que cambiar la sociedad, ¿no? Y es corrigiendo, encarcelando, castigando, regañando, encerrando, eso no podemos catalogarlo como que esté mal −es parte de las circunstancias histórica que nosotros tenemos y consideramos que así se previene más−, pero en realidad la prevención tiene una magnitud mucho más grande que el castigo punitivo al delincuente.

El delito tiene que castigarse, sin lugar a dudas, y tiene que ser fuerte el castigo, pero eso no nos ayuda en relación a los niños que vienen, y yo pienso que ahí lo que nos va a ayudar es el mismo patrón que tenemos en los temas de paz, verdad, justicia, reparación para los niños y no repetición, y eso es lo que las comunidades deberíamos pactar con cada cosa que le pasa a un niño o una niña. La verdad, para que podamos saber qué pasó, la justicia para que paguen los que tienen que pagar; pero también para que se pueda hacer resarcimiento después y, por supuesto, la no repetición, que esos son los compromisos que deben ocurrir.

 

ENS: ¿Cómo explicar que en Colombia están disparados los delitos de agresión sexual y física hacia los niños?

AC: La verdad es que, si uno mira el panorama de las cifras de varios años, no es que estén disparados es que han sido de manera permanente, muchos ni siquiera se delatan, muchos ocurren y no se delatan. Entonces puede ser que haya una denuncia más fuerte, una judicialización −que ojalá sea más rápida−, pero hay un patrón de conducta estructural en Colombia y en varios países latinoamericanos frente a lo que es el patriarcado y el uso de los niños y las niñas ¿no?, casi siempre las niñas, como son seres más débiles −entre comillas− están pintados en ese imaginario, así son más frágiles, le permiten al agresor usarlas más fácil, y eso es un patrón enfermizo que la cultura ha terminado −en algunos territorios− instalado en muchas personas, y esas personas realmente necesitan tratamiento. Hay que tener un esquema de salud mental a los primeros signos y, por supuesto, eliminar esas pautas de conducta, trabajar en contra de ese sexismo y de la hipersexualización de las niñas.