La ciudad debe apostar por innovación para impulsar su crecimiento económico: Vargas Lleras | El Nuevo Siglo
Enrique Vargas Lleras, presidente Ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bogotá / EL NUEVO SIGLO - Daniel Soriano
Lunes, 3 de Febrero de 2025
Redacción Política

EL NUEVO SIGLO: Como presidente de la Junta Directiva de la Cámara de Comercio de Bogotá, ¿cómo está viendo hoy la economía de la capital del país?

ENRIQUE VARGAS LLERAS: Bogotá es una ciudad pujante, que marca el desarrollo del país. Lo que sucede en Bogotá tiene una enorme trascendencia en todas las regiones. Desde la Cámara de Comercio hemos venido trabajando de tiempo atrás muy de la mano de la Alcaldía Mayor de la ciudad y también con el señor gobernador de Cundinamarca, unos programas de fortalecimiento empresarial, de construcción de tejido empresarial y unos programas que creemos pueden aliviar un poco las circunstancias por las que está atravesando la región.

Estamos muy a la expectativa del impulso de muchos programas desde luego de trascendencia de impacto nacional y regional. Por ejemplo, para nosotros como Cámara de Comercio el tema de la movilidad es fundamental. Por eso hemos venido impulsando y acompañando a la alcaldía y al departamento en los dos proyectos fundamentales que son el del Metro de la ciudad y el del Regiotram. Acompañamos esos proyectos.

También rodeamos al municipio de todo lo que necesiten para la terminación de las troncales y para toda la reposición, si es el caso, del parque automotor de las mismas y vemos con enorme preocupación, por ejemplo, que haya quedado suspendidas las partidas para los accesos a la ciudad, en particular el de la calle 13 que es uno de los más afectados, pero desde la Cámara seguiremos haciendo los mayores esfuerzos.

ENS: ¿Qué tanto puede afectar a la economía y al empresariado bogotanos la decisión del Gobierno nacional de aplazar o dilatar las partidas presupuestales para la primera línea del metro, Regiotram y otras obras de infraestructura vial claves?

EVLL: De momento no lo afecta. La primera línea del Metro de Bogotá va en un avance cercano al 46% del proyecto, lo que quiere decir que todavía no tiene ningún tipo de impacto.

La decisión que tomó el Gobierno nacional de suspender las vigencias futuras para el año 2025 tendrían dos impactos, el primero hacia el cierre del primer semestre, que es donde debería hacerse el primer pago y el segundo pago de esas vigencias sería finalizando el año o iniciando el año 2026.

Nosotros esperamos que el señor alcalde de la ciudad y el Gobierno nacional puedan alcanzar o lograr una concertación sobre esos temas, porque a juicio mío personal el decreto tiene una ilegalidad. Las partidas de vigencias futuras, como es este caso, no pueden ser suspendidas unilateralmente como lo hizo el Gobierno nacional. Solo se pueden dar en dos circunstancias.

La primera, consensuada entre las dos entidades territoriales, es decir, el Distrito y la Nación, cosa que no sucedió. Y la segunda, cuando el proyecto tiene un siniestro o presenta graves retrasos, que tampoco es el caso porque ya la primera línea del Metro registra avances de más del 45%.

Entonces, creemos que hay tiempo suficiente, eventualmente si así lo considera el alcalde, para iniciar acciones legales, pedir la suspensión provisional del decreto y que se cumpla porque así fue como había quedado previamente estructurado la financiación y pago de la primera línea del Metro.

ENS: Siendo Bogotá el principal nodo de negocios a nivel nacional y la jurisdicción territorial que más impuestos nacionales paga, ¿cree que hay equilibrio entre lo que la ciudad tributa y lo que le devuelven de situado fiscal?

EVLL: No, nunca lo ha sido y en Bogotá nos acostumbramos a que nosotros subsidiamos, por decirlo de alguna manera, parte del territorio nacional y así hemos vivido durante muchos años, pero lo menos que podemos exigir los bogotanos es que lo que está suscrito, firmado y en ejecución se cumpla.

Entonces, son los cálculos que el Gobierno y especialmente el señor ministro de Hacienda debe mirar, que no es justo con la ciudad trasladar esos costos y esos inconvenientes a un proyecto que va rodando muy bien, que va ejecutándose por encima de las expectativas que estaban en el Plan Detallado de Trabajo (PDT) contractual.

ENS: ¿Cómo fortalecer la malla empresarial y de negocios de la ciudad en tiempos de inteligencia artificial y emprendimientos tecnológicos?

EVLL: Nuestro proyecto bandera para el año 2025 y subsiguientes está en la construcción del Centro de Innovación, Ciencia y Tecnología de la ciudad, que va a ser un campus de investigación y desarrollo.

Quedará en la avenida Las Américas, en donde se hará la construcción de uno de los proyectos de mayor impacto en la ciudad y con trascendencia nacional, de la mano con la Alcaldía Mayor, Corferias, Cámara de Comercio y las Cajas de Compensación de mayor impacto en la ciudad: Cafam, Colsubsidio y Compensar.

Este es un proyecto de un impacto de más de 600.000 millones de pesos, se hizo un concurso arquitectónico hace algún tiempo y tiene un diseño excepcional. Son arquitectos internacionales de la mano del gran arquitecto barranquillero, Giancarlo Mazzanti.

Este año vamos a iniciar su construcción y ejecución del proyecto. Además, está inmerso dentro de la gran zona franca de Corferias con unos beneficios de carácter tributario excepcionales, para los empresarios que estén allí dentro de ese parque tecnológico.

Ese es el gran aporte que le hacemos a la ciudad, a la región y al país, por supuesto conociendo esas nuevas realidades que vive hoy el mundo.

ENS: Algunos voceros de las Cámaras de Comercio sostienen que se requieren reformas para hacer más eficiente y dinámico el papel de estas entidades en el apoyo a las necesidades privadas regionales. ¿Usted qué cree?

EVLL: Sí, es posible, podría ser, pero cada Cámara tiene su propio rol y su propia dinámica. En el caso de Bogotá, nosotros siempre hemos venido trabajando y entregando a la ciudad la respuesta que está esperando.

No hace muchos años le entregamos a la ciudad, por ejemplo, una obra tan importante como el edificio del Ágora, primer centro de eventos de convenciones de América Latina.

Es un recinto de clase mundial que le permite a la ciudad y al país hacer eventos de trascendencia internacional. Allí hicimos hace un par de años el Congreso Mundial de Neurocirugía, donde hubo presencia de más de 15.000 científicos del mundo.

Bogotá ha debido ser, y lo lamento muchísimo, la sede de la COP16. Pero bueno, no lo fue por unas decisiones que no me es dado entrar a cuestionarlas. Seguimos detrás de muchos otros eventos de clase mundial, muchos congresos de mucho impacto, para atraer ese capital y esa inversión a la ciudad.

El futuro de la CCB

En la actualidad, desde diversos sectores han advertido que presuntamente el Gobierno Nacional pretendería bloquear a la Cámara de Comercio de Bogotá por razones políticas. Al respecto, el presidente de la Junta Directiva de esta entidad afirmó que no habría razón para ello.

“Desde la Cámara de Comercio hemos venido trabajando por los empresarios, para los empresarios, para el desarrollo de la ciudad. Trabajamos mancomunadamente con todos los municipios del área de influencia de la ciudad y no habría ninguna razón para que el Gobierno nacional trate de bloquear los proyectos que venimos orientando desde la Cámara. Además, los recursos que administra la Cámara son los recursos de los empresarios, no son recursos que vengan del Presupuesto General de la Nación de ninguna manera”, afirmó.

Asimismo, en lo que respecta al aspecto político entre Enrique Vargas Lleras y el presidente Gustavo Petro, insistió en que, tras la decisión del Consejo de Estado, este es un tema clausurado.

“Para mí un fallo del Consejo de Estado, que es el máximo órgano de lo contencioso administrativo, es suficiente. Yo soy una persona que el país y la ciudad me conoce, soy un hombre transparente, tranquilo, no he hecho nada indebido y la justicia me ha dado la razón en tres fallos memorables que le ordenan al Presidente rectificar y respetar a un ciudadano como lo soy yo y como lo es mi familia”, concluyó.