EL NUEVO SIGLO: Más allá del tema de insulina, ¿cómo es la realidad de los pacientes con diabetes hoy en Colombia?
ÉRIKA MONTAÑEZ: Desde el paciente en su diario vivir encontramos falencias. Además, los operadores, en este caso las EPS, no tienen planes educativos para la población con diabetes.
En ese mismo sentido, podríamos decir que también carecen de programas para pacientes crónicos que vayan más allá de la actualización de la fórmula; es decir, los programas de pacientes crónicos están muy limitados a actualizar la fórmula y suministrar el medicamento, pero dejan de lejos conocer cómo está la situación del paciente, cómo se ha sentido, si tiene algún problema, entre otros aspectos.
Ahora, ¿desde el Gobierno qué ha pasado? Antes del gobierno de Petro teníamos la mesa técnica de enfermedades crónicas no transmisibles bien instituida. Esta mesa nació en el 2020 porque la población más vulnerable durante la pandemia fue la población con obesidad y diabetes justamente por los efectos inflamatorios que producía el covid. Desde que llegó este Gobierno esa mesa no se ha vuelto a activar.
Una última perspectiva para analizarla con las sociedades científicas es que ellos están haciendo su mayor esfuerzo; claro, todavía falta educar a muchos más médicos en el tratamiento adecuado de la diabetes, ya que encontramos muchas carencias en cómo se aborda la diabetes tipo 1 en el país, pero sabemos que han venido haciendo esfuerzos, tal vez no han sido suficientes porque las cifras siguen en aumento.
Colombia no tiene una data muy robusta y consolidada sobre las reales cifras de las personas con diabetes, entonces la Cuenta Alto Costo hace su registro que hoy supera el millón 800 de personas que están diagnosticadas con diabetes tipo 2, pero sabemos que en el país hay más de 3,8 millones de personas con diabetes.
ENS: ¿Qué tanto el sistema de salud en Colombia es eficiente en materia de prevención de este mal?
EM: Pienso que no es tan eficiente, dado que las cifras siguen en aumento. Respecto a ese comentario del ministro y del presidente, no tiene mucho sentido que si están enfocando su nuevo sistema de salud hacia la prevención se esté criticando de alguna manera a las personas que están tratando la obesidad porque la obesidad recordemos que es precursora de 13 tipos de cánceres y de diabetes tipo 2.
Si queremos prevenir, hay que abrir las puertas a los tratamientos que son farmacológicos y no farmacológicos.
Limitaciones
ENS: ¿Cuáles son hoy las mayores limitaciones en el tratamiento de los pacientes en materia de citas médicas y medicamentos?
EM: Las barreras que más se presentan aquí son el acceso a los especialistas y la entrega completa de medicamentos. Me parece muy importante mencionar que la integralidad de los servicios sigue siendo una barrera que realmente afecta a la salud y la calidad de vida del paciente, en la medida que, hoy por hoy, usted tiene que desplazarse a largas distancias para poder llegar a donde está especialista.
ENS: ¿Cómo ven la reforma a la salud frente a esa enfermedad?
EM: A nosotros nos preocupa mucho porque en la reforma se concentra el gasto de los recursos prioritariamente para prevención y para la capacidad instalada física que van a requerir en los diferentes sitios, relegando el presupuesto para el tratamiento de estas enfermedades crónicas.
En síntesis, la reforma plantea que los tratamientos para la población con diabetes estarán sujetos a la disponibilidad presupuestal.
Considero que si la reforma lo plantea como está actualmente en el articulado, vamos a tener mayor mortalidad y mayor morbilidad por efecto de enfermedades cardiovasculares y complicaciones del paciente diabético.
Las preocupaciones no son menores, dado a que no prioriza la población más numerosa que tiene el país que son hipertensos y diabéticos.
ENS: ¿Por qué están creciendo los índices de diabetes en niños y población joven?
EM: Por un lado, tenemos una población mucho más sedentaria, con malos hábitos de vida y con factores genéticos importantes en el desarrollo de diabetes, lo cual hace que haya personas desde los 30 años con diabetes tipo 2, lo que antes se veían poblaciones mayores a los 52 años
Por otro lado, en el último reporte de la IDF, el aumento de la población con diabetes tipo 1, curiosamente se ha disparado después de la pandemia. Al parecer las personas que tuvieron covid, tuvieron o han tenido más posibilidades de desarrollar diabetes tipo 1.