EL NUEVO SIGLO: ¿Cuándo empiezan a reunirse las bancadas para definir posiciones en torno a la reforma a la salud?
ANDRÉS FORERO: El proyecto pasó de la Cámara de Representantes al Senado de la República. Pero respecto a eso te puedo decir que el Centro Democrático ha manifestado su oposición muy claramente.
Es una posición contraria a la reforma y yo espero que los senadores mantengan esa posición crítica, tratando de convencer a sus compañeros de la inconveniencia de la iniciativa gubernamental.
El proyecto ya no es la principal amenaza contra el sistema porque vemos que el Gobierno mismo, con decisiones que ha adoptado, por ejemplo, relacionadas con los presupuestos máximos y, sobre todo, con el crecimiento de la UPC para este 2024, ya está poniendo en riesgo el sistema.
Entonces, me imagino que durante estos meses de enero y febrero seguramente los senadores empezarán a estudiar con profundidad el texto.
Imagino que van a esperar al 16 de febrero para asignar a los ponentes en la Comisión Séptima del Senado. Ahí, seguramente, los senadores darán audiencias públicas, tratarán de agendar reuniones con pacientes y con médicos.
Es un poco la crítica que nosotros siempre hicimos: El Gobierno construye ese proyecto de espaldas a los pacientes, de espaldas a los académicos, por lo que es un proyecto con poca legitimidad.
Yo siento que todo lo que está pasando en esta situación crítica que estamos viviendo en materia de salud, en materia de vacunas, posiblemente haga que algunos congresistas, senadores en particular, abran los ojos y se den cuenta de la inconveniencia de dejarle tanta responsabilidad a un Gobierno que ha mostrado tan poca capacidad de ejecución y prevención.
ENS: ¿Ven en el Gobierno algún ánimo de concertación para destrabar o modificar el articulado?
AF: Yo no lo vi en el trámite en la Cámara de Representantes. El Gobierno mantuvo hasta el final una posición estatizante, una posición que le puede hacer muchísimo daño al sistema de salud.
Ellos decían que oían, pero lo cierto es que mantenían los mismos artículos o los mismos elementos estatizantes que había en el proyecto originalmente.
Sin lugar a dudas, como Centro Democrático vamos a mantener la misma posición crítica. Los senadores y senadoras del partido, incluso antes de que llegara el proyecto a esa cámara, manifestaron sus preocupaciones y dudas.
Esas dudas y preocupaciones se mantuvieron porque los cambios que hubo realmente en el trámite fueron cosméticos que mantienen el espíritu estatizante del proyecto de reforma.
Por esa razón, estoy seguro de que los senadores de mi partido, posiblemente los de Cambio Radical y Partido Conservador, van a tener una posición crítica.
Yo veo con esperanza que senadores como Humberto de la Calle del Partido Verde manifiesten su posición crítica y eventualmente hacer que se caiga el proyecto en el Senado.
El destino de la reforma
ENS: ¿Hay posibilidades de que la iniciativa se hunda si el Gobierno no acepta algún tipo de consenso?
AF: No soy muy optimista, pero todavía no pierdo la esperanza de que eventualmente ese proyecto se hunda. Creo que las probabilidades de que se hunda en el Senado son mayores de las que había en la Cámara. Hay más probabilidades en la Plenaria que en la Comisión.
ENS: ¿Qué ajuste le haría como congresista a la iniciativa?
AF: Yo no creo que sea una iniciativa que sea ajustable. Es una iniciativa que tiene muchísimos vicios de trámite, empezando porque hay muchas personas que consideran que tenía que tramitarse con una ley estatutaria y no como una ley ordinaria.
Pero yo creo que este no es un proyecto que se pueda salvar. Yo me uno a lo que le dijeron cuando el señor Gustavo Campillo, representante de Víctimas del presidente de la República en la reunión en las comunidades a lo que nos convocaron, y es que el presidente Petro puede retirar el proyecto y convocar una gran mesa de unidad nacional, porque tal y como están las cosas es un proyecto que no es subsanable, no es un proyecto que sea mejorable, es un proyecto que realmente hace mucho daño al sistema colombiano.
Por eso, nosotros consideramos que, si el Gobierno quiere concertar algo, lo que debe hacer es retirar el proyecto, convocar mesas donde estén representados todos los actores, principalmente pacientes, médicos y académicos, y ahí buscar que sea aprobado mayoritariamente por el Congreso y sin tanta resistencia, pero tal y como está nosotros consideramos que es insalvable.