Gabriel Sonny Cubillos

Periodista de EL NUEVO SIGLO

Con la esperanza viva a pesar del tiempo transcurrido por conocer la suerte que corrieron sus seres queridos, hoy finaliza por parte de miles de familias en el país la conmemoración de la semana de la desaparición forzada. Como lo han hecho a lo largo de más de tres décadas, siguen reclamando justicia por parte del Estado.

Las jornadas de conmemoración en esta oportunidad se concentraron en Bogotá, Cali, Bucaramanga, Cúcuta y Florencia, que se enmarcan dentro de la Semana Internacional del Detenido-Desaparecido, como así fue nombrada por la Organización de Naciones Unidas (ONU)  la última semana de mayo.

Uno de los grandes interrogantes frente a la desaparición forzada en Colombia es cuál es la cifra de personas que han sido afectadas por este delito y que al día de hoy no se sabe quién los desapareció ni si están vivos o muertos.

La coordinadora nacional de la Asociación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos (Asfaddes), Aura María Díaz, le dijo a EL NUEVO SIGLO que “nosotros realmente no manejamos cifras porque nos negamos a contarlos, nos negamos a que nuestros desaparecidos sean eso, solo números y estadísticas, pero en reunión que estuve con el Movimiento Nacional de Víctimas, la Coordinación Colombia-Europa, la Fundación Nydia Erika (Bautista), representantes de la Comisión Nacional de Búsqueda, llegamos a la conclusión de que los desaparecidos son más de 45 mil en Colombia”.

En dicha cifra coincide el copresidente de la Comisión de Paz  del Senado, Iván Cepeda, “es una semana dedicada a difundir la situación de la desaparición forzada en Colombia, que tiene una cifra gigantesca de personas desaparecidas, las cuales se atribuyen a agentes e instituciones del Estado. Se habla de 45 mil personas desaparecidas”.

El Parlamentario dijo que para que se entienda la dimensión  de esta cifra, “en América Latina se habla de 150 mil desaparecidos, es decir que tendríamos prácticamente la tercera parte”.

En los registros de la Fiscalía figuran 21.900 casos entre los años 2005 y 2012.

Impunidad 

El Centro de Memoria Histórica publicó el año pasado un informe sobre la desaparición forzosa en Colombia en los últimos 40 años, en el cual señala que el  Estado ha respondido a las víctimas con indolencia e hizo poco para enfrentar este flagelo entre los años 1970 y 2000. El circuito “continúa con la puesta en marcha de la búsqueda del ser querido y la denuncia, proceso en el que los familiares encuentran obstáculos mayúsculos por parte del aparato estatal para encontrar al familiar, obtener justicia y recibir atención especializada”, indica.

En dicho informe el Centro de Memoria Histórica explica que de los aproximadamente 28.000 procesos por desaparición forzosa que lleva la Fiscalía, apenas hay 35 sentencias ejecutoriadas.

En este sentido la coordinadora nacional de Asfaddes dijo que “los avances en la Fiscalía son mínimos, la impunidad es de más del 90%, los casos en desaparición forzada nunca avanzan y se quedan solo en la investigación preliminar porque no hay voluntad política de la Fiscalía para buscar a los desaparecidos“.

Añadió la señora Díaz, quien también es víctima porque uno de sus dos hijos,César Ariel Sepúlveda, fue detenido y desaparecido el 5 de septiembre de 1994 en Oiba, Santander, que “los fiscales cuando se coloca la denuncia, simplemente hacen 4, 5 o 10 oficios desde su escritorio, y las investigaciones que se han avanzado es porque nosotros, las víctimas, las hemos realizado”.

En el año 2010 fue promulgada la Ley de Homenaje a las víctimas de la desaparición forzada (Ley 1408) y recientemente fue firmado el Decreto Reglamentario 303 de 2015; en tanto que apenas en el año 2000 el Congreso aprobó la Ley 589 por medio de la cual se tipificó el genocidio, la desaparición forzada, el desplazamiento forzado y la tortura.

Por otra parte, el senador Iván Cepeda dijo que espera que el eventual acuerdo de paz con las Farc sirva para esclarecer muchos de los casos de desaparición forzada en Colombia. “Este es uno de los temas cruciales cuando se habla de víctimas. Sin resolver la situación de las personas desaparecidas, no creo que podríamos integrar un acuerdo en esta materia. Se debe por supuesto reforzar los mecanismos existentes para la búsqueda de personas desaparecidas, crear mecanismos de verdad que puedan resolver la incógnita que hay sobre dónde están tantas miles de personas”.