Que “los resultados mandan en el fútbol” o que “quitan y ponen entrenadores”, son frases que de tanto repetirlas se convirtieron en verdades absolutas y siete de los técnicos que iniciaron el Torneo Finalización pueden dar fe de ello.
Transcurridas diez fechas de la Liga 2 (este fin de semana se disputa la 11), la cifra de descabezados es alta y, dependiendo de lo que ocurra jornada tras jornada, puede aumentar, con la posibilidad de que al finalizar la fase de todos contra todos, como mínimo la “renovación” de estrategas llegue al 50 %.
Solo dos equipos, aunque no se salvan de los rumores, Millonarios y La Equidad, dan estabilidad a sus adiestradores. Alberto Gamero (llegó en 2019) y Alexis García (regresó en 2020), han tenido tiempo para trabajar e imponer una idea clara de juego.
A Gamero, el respaldo de la afición (salvo contadas excepciones) y de la junta directiva en cabeza de Gustavo Serpa y del presidente Enrique Camacho, lo ayudado a sortear con éxito los momentos difíciles causados por los malos resultados.
Y ese apoyo ha sido avalado, en particular, porque el samario ha sabido capitalizar la inversión que el club hace en las divisiones inferiores.
Los celestes, de promover un jugador formado en la casa cada cinco o más años, pasaron a ser uno de los clubes que más oportunidades dan y de los que más venden.
En el caso de García, cada torneo ve cómo se le van figuras y tiene que rearmarse para competir y lograr el objetivo de estar entre los ocho primeros.
Ahora, hay una diferencia enorme entre dirigir a Millonarios y a La Equidad. Las exigencias son bien distintas. En los celestes es obligatorio clasificar a los cuadrangulares y casi que impajaritable pelear títulos.
En los aseguradores la situación es distinta, porque aunque tienen la ambición de ganar títulos (estuvieron en dos finales con García), contemplan otros objetivos y, como lo dijo Luis Fernando Suárez cuando fue técnico del equipo bogotano, “no hay una institución en la que se pueda trabajar con tanta tranquilidad y sin la presión de la afición”.
Los descabezados
Extrañamente, el primer técnico en dejar su cargo fue Alfredo Arias, quien venía de cumplir una gran campaña con el Medellín en el Torneo Apertura y lo tenía clasificado en la Copa Suramericana, argumentos que no alcanzaron para que los directivos lo respaldaran.
El resultado que marcó el adiós fue un 0-2 ante el Cali. En su reemplazo nombraron a Alejandro Restrepo, quien curiosamente acababa de dejar el Alianza Lima del Perú por su pobre campaña.
El ‘Poderoso’ sigue con sus buenos resultados en el torneo continental (acaba de sacarle un empate 0-0 a Lanús), pero en la Liga sigue refundido en posiciones de la mitad de la tabla para abajo.
A renglón seguido cayó Néstor Craviotto, quien no logró sacar a Jaguares de los puestos de descenso, en los que todavía permanece, al lado de Patriotas, a pesar de la llegada de Édgar ‘Pánzer’ Carvajal. Los felinos de Montería marchan en la parte baja de la clasificación.
Otra sorpresiva salida fue la del uruguayo Pablo Repetto del Atlético Nacional, sobre todo porque los directivos le armaron el equipo tal cual lo solicitó. Ni el propio estratega se lo creía. “Pregunté los motivos porque, verdaderamente, no entendía por qué. Me dijo que no había conformidad con el juego del equipo”, explicó.
El cuarto en ceder su puesto fue Arturo Reyes, quien va camino de convertirse en la versión moderna del ‘Zurdo’ López o Julio Comesaña en el Junior de Barranquilla.
Reyes, quien no contaba con el respaldo de la afición, no cumplió con el objetivo de llevar a los ‘Tiburones’ a la semifinal de la Copa Libertadores.
El samario venía de sacar campeón al cuadro barranquillero en diciembre de 2023 y fue reemplazado por César Farías, de buen paso por Águilas Doradas, pero con mal desempeño con el América.
Uno que se jugaba su puesto partido a partido era Hárold Rivera. Con Patriotas prácticamente condenado al descenso, logró sostenerse demasiado. Los resultados no se le dieron y los directivos del equipo boyacense no tuvieron más remedio que cesarlo. El estratega tolimense se quejó de los jugadores y su falta de compromiso.
Otro club que está involucrado en la lucha por salir de la zona de descenso, Envigado, también prescindió de su técnico, Alexis Márquez, quien tomó el equipo en situación grave y lo dejó en estado crítico.
Finalmente, esta semana cayó uno que desde su llegada estaba tambaleando por la urgencia de resultados por la posición en la que se encuentra el Cali en la tabla del descenso. Hernán Torres, cuando aceptó dirigirlo, sabía en la olla a presión en la que se metía y la cual, ante la falta de resultados, explotó.
Por ahora, solo por ahora, el único técnico que parece estar en la cuerda floja es Jhon Jaime ‘Flecha’ Gómez en el Boyacá Chicó, porque los resultados no lo avalan, pero hay que tener cuenta que el dueño del equipo, Eduardo Pimentel, tiene otras prioridades.
Los equipos que están en la parte alta o intermedia de la tabla de posiciones, cuando ya el torneo superó el 50 % de las fechas, por el momento están tranquilos, aunque, sobre la marcha, un par de derrotas pueden hacer estragos y, como siempre, “es más fácil sacar al técnico que a los jugadores”.