Alemania apoya la conservación de los armadillos, en los Llanos | El Nuevo Siglo
EL CACHICAMO sabanero (Dasypus sabanicola) es endémico de los Llanos Orientales de Colombia y Venezuela./Carlos Aya-Fundación Omacha
Miércoles, 12 de Febrero de 2025
Redacción Medio Ambiente

Con su singular coraza ósea, han sobrevivido a 60 millones de años de historia de la tierra, pero hoy muchas especies de armadillos luchan por su supervivencia. La campaña “Animal de zoo del año 2025” está dedicada a la protección de estos mamíferos tan especiales.

Junto con sus socios en la campaña y jardines zoológicos, la Sociedad Zoológica para la Conservación de Especies y Poblaciones (ZGAP) está desarrollando una campaña en favor de los armadillos, apoyando proyectos en Brasil y Colombia. En nuestro país apoyará el Programa de Conservación y Manejo de los armadillos de los Llanos Orientales que lidera y desarrolla la Fundación Omacha desde el año 2012. La campaña se presentó en el Jardín Zoológico y Botánico Wilhelma de Stuttgart, Alemania.

Como patrocinador de la campaña de protección de especies de este año, Cem Özdemir, ministro Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania, aprovechó la oportunidad para promover la protección de estos extraordinarios animales prehistóricos.

“Los armadillos son embajadores silenciosos de la conservación de especies. Estos fascinantes animales han conseguido adaptarse y sobrevivir una y otra vez a lo largo de sus millones de años de evolución. Pero incluso estas pequeñas maravillas naturales son vulnerables y están cada vez más amenazadas. El ser humano está invadiendo demasiado sus hábitats y destruyendo la base de su existencia. Los armadillos son, por tanto, un símbolo de lo importante que es pensar globalmente en la conservación de la naturaleza y actuar localmente. Es nuestra tarea proteger su hábitat y asegurar así el futuro de muchas otras especies. Mi agradecimiento al personal de Wilhelma, cuyo compromiso con el armadillo contribuye activamente en asegurar su futuro”, subrayó Cem Özdemir.

La mayoría de las 23 especies de armadillos viven en Centroamérica y Suramérica, y representan una fascinante diversidad en cuanto a tamaño, aspecto, modo de vida y reproducción. Entre ellos hay especies diminutas y otras gigantes. Mientras que algunos de sus representantes han demostrado hasta ahora ser bastante adaptables incluso en el entorno humano, varias especies de armadillos luchan por sobrevivir.

Y ello a pesar de que los armadillos son los únicos mamíferos con una armadura formada por pequeñas placas óseas interconectadas. La armadura es flexible, lo que permite a algunas especies enrollarse y formar una bolita casi perfecta en caso de peligro y, así, protegerse de los depredadores. Son principalmente insectívoros, casi siempre nocturnos y a muchos les gusta vivir bajo tierra. Sin embargo, debido a los rápidos cambios en su ambiente, hoy en día están cada vez más amenazados.

Esta es razón suficiente para que la campaña de conservación de especies iniciada por la ZGAP, junto con sus socios de campaña, la Asociación de Defensores de Zoológicos (GdZ), la Sociedad Alemana de Zoológicos (DTG) y la Asociación de Jardines Zoológicos (VdZ), se centre este año en los armadillos, que han recibido poca atención hasta la fecha.

“Junto con nuestros socios sudamericanos del proyecto, queremos poner el foco de atención en determinadas especies de armadillos en la campaña de este año. El animal zoológico del año y aplicar medidas concretas y sostenibles de conservación de especies para estos fascinantes animales”, afirma la Dra. Viktoria Michel, coordinadora de la campaña de la ZGAP.

Esto es especialmente importante porque los armadillos, como arquitectos del ecosistema, tienen una enorme influencia en todo su hábitat. Como excavan mucho, aflojan la tierra y contribuyen a la aireación del sustrato del suelo. Como están constantemente creando nuevas madrigueras, muchas otras especies animales también se benefician de ello. Hay evidencia de que más de 30 especies diferentes utilizan las madrigueras abandonadas de los armadillos como refugio, entre ellas, tigrillos, dantas y tamandúas.

Sin embargo, el estilo de vida semifosorial de los armadillos en territorios a menudo extensos plantea un reto para la investigación de estos animales y el tamaño de sus poblaciones. Por ello, la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) aún no ha podido determinar el estado de amenaza de algunas especies de armadillos, porque se sabe demasiado poco sobre ellas. Sin embargo, lo que es seguro es que las poblaciones de muchas especies de armadillos se están reduciendo rápidamente.