Ya sacudida por la decisión de la justicia europea favorable a la Superliga, la UEFA se reúne en su congreso hoy en París, donde su presidente Aleksander Ceferin debe someter a aprobación un polémico proyecto de reforma de estatutos que podría permitirle permanecer en el puesto hasta 2031.
El cónclave del órgano supremo de control de la UEFA podría haber escenificado la unidad de la gran familia del fútbol europeo después del revés sufrido a manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que consideró que la UEFA había abusado de su "posición dominante" para tratar de ahogar toda iniciativa de secesión y la creación de una competición disidente de la Liga de Campeones.
Pero contrariamente, será en un clima de crisis que las 55 federaciones miembro se encontrarán en el centro de conferencias de la capital francesa Maison de La Mutualité.
La dimisión de Zvonimir Boban de su puesto de director de fútbol, el 25 de enero, destapó una fisura en el seno de la instancia provocada por las maniobras de Ceferin.
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El sucesor de Michel Platini, elegido en septiembre de 2016 tras la dimisión del francés y reelegido en 2023 para el que hubiera sido su tercer y último mandato de cuatro años, someterá al voto una enmienda que le ofrece la posibilidad de volver a presentarse en 2027.
Un ‘casus belli’ para Boban. El antiguo centrocampista croata, semifinalista en el Mundial-1998, expresó su “gran preocupación y su total desaprobación” ante las veleidades del presidente esloveno para mantenerse en el poder más allá de doce años, indicando que abandonaba la UEFA en nombre de los “principios y valores en los que (cree) profundamente”.
Técnicamente, el texto no suprime el límite de tres mandatos, una de las medidas clave tomadas en abril de 2017 por Ceferin después de la cascada de escándalos de corrupción que conllevaron restricciones similares en la FIFA y en el Comité Olímpico Internacional (COI).
Pero precisa que esa regla, válida para todos los miembros del comité ejecutivo, no tiene en cuenta los mandatos “iniciados antes del 1 de julio de 2017”, lo que es el caso del primer mandato del esloveno. La única justificación aportada es el “principio jurídico de no retroactividad”.
El dirigente de la confederación europea no cuenta con detenerse ahí ya que en la misma serie de propuestas figura la derogación de la edad límite de 70 años para ser elegido o reelegido en el Comité ejecutivo.
Algo que rompe con otro de sus compromisos faro de 2017 y que sigue los pasos de la FIFA, en la que Gianni Infantino hizo aprobar una disposición similar, descartando del cálculo de tres mandatos el periodo 2016-2019, cuando fue elegido al frente del fútbol mundial tras la dimisión de Sepp Blatter.
Desde la UEFA, no existe preocupación sobre el resultado de la votación aunque la reforma debe contar con dos tercios de los sufragios para que sea adoptada./AFP