El gobierno español acusó al presidente de Cataluña Artur Mas de ser "incapaz de gobernar" después de que anunciara la convocatoria de elecciones anticipadas para llevar a su región hacia la independencia.
Mas anunció el miércoles elecciones anticipadas para el 27 de septiembre, por segunda vez desde 2012, con la esperanza de reunir una mayoría de votos para luego imponer la secesión de Cataluña, que produce una quinta parte de la riqueza de España.
"Cuando un gobernante no es capaz de acabar una sola vez su mandato sino que permanentemente recurre a este sistema [adelantar elecciones] es porque es incapaz de gobernar", declaró la portavoz y vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.
"El presidente Mas intenta ganar tiempo a costa de hacerlo perder a los catalanes", afirmó la número dos del ejecutivo conservador en una rueda de prensa posterior al consejo de ministros.
"Es inédito convocar elecciones a ocho meses vista. Lo que me preocupa es a lo que se va a dedicar estos ocho meses porque la situación de los españoles y los catalanes necesita de gobiernos que sean activos y que colaboren a la recuperación", añadió.
La vicepresidenta también anunció que su gobierno continuará llevando a los tribunales todas las medidas del ejecutivo catalán que excedan sus competencias.
Algunas de estas podrían ser la creación de una administración fiscal o un sistema de seguridad social propio que Mas quiere aprobar antes de los comicios para allanar el camino hacia el Estado independiente.
El presidente catalán y dos miembros de su gobierno están siendo investigados por haber organizado un referéndum simbólico sobre la independencia pese a la prohibición decretada por el Tribunal Constitucional.
En esa votación, el 9 de noviembre, 1,9 millones de los 6,3 millones de electores potenciales en Cataluña se pronunciaron por la secesión.
Nacionalista moderado, Mas abrazó el independentismo a medida que el apoyo crecía a la causa en Cataluña desde 2010 con impresionantes manifestaciones. Muchos catalanes se sienten maltratados por el gobierno de Madrid, un sentimiento espoleado todavía más por la crisis económica/AFP.