Estados Unidos anunció el envío de 3.000 soldados adicionales a Europa del Este para defender a los países de la OTAN "contra cualquier agresión", en un momento en que los occidentales incrementan las advertencias a Rusia, a la que acusan de querer invadir Ucrania.
El Pentágono confirmó que trasladará 1.000 soldados desde Alemania a Rumania, mientras que otros 2.000 viajarán de Estados Unidos a Europa del Este, principalmente a Polonia.
Las tropas se suman a los 8.500 militares puestos en alerta desde finales de enero por Washington para ser desplegados como parte de la Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN en caso de ser necesario.
"Estos movimientos son un mensaje inequívoco que enviamos al mundo de que estamos listos para tranquilizar a nuestros aliados de la OTAN y decididos a defenderlos contra cualquier agresión", dijo a la prensa el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby.
Sin embargo, solo se trata de reforzar el "flanco oriental" de la Alianza Atlántica."No combatir en Ucrania" .
"Estas fuerzas no van a combatir en Ucrania", que no es miembro de la OTAN, dijo John Kirby, subrayando que se trataba de un despliegue temporal.
"No creemos que el conflicto sea inevitable", insistió, y reiteró que la diplomacia estadounidense había ofrecido a Rusia "un camino hacia la distensión".
Rusia es acusada por los occidentales de planear una invasión de su vecino prooccidental Ucrania, en cuyas fronteras ha desplegado unos 100.000 militares desde hace semanas.
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Para "disuadir" al presidente ruso, Vladimir Putin, de pasar a la ofensiva, los estadounidenses y los europeos amenazan con sanciones económicas "sin precedentes" y apoyo militar a Kiev. El presidente estadounidense, Joe Biden, también había dicho estar dispuesto a enviar refuerzos al "flanco este" de la OTAN, exactamente lo que los rusos no quieren.
Rusia niega planear una invasión y afirma que solo quiere garantizar su seguridad. Pero cree que una desescalada de esta crisis sólo es posible si se pone fin a la política de ampliación de la OTAN y la retirada de sus capacidades militares de Europa del Este.
Mientras los esfuerzos diplomáticos avanzan en paralelo para tratar de superar la crisis, el Kremlin reivindicó el apoyo de China a sus exigencias en materia de seguridad frente a Occidente, antes de un encuentro de Putin y Xi Jinping.
El presidente ruso se reunirá con su homólogo chino en el marco de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Pekín.
"Se ha preparado una declaración común sobre la entrada de las relaciones internacionales en una nueva era", dijo Yuri Ushakov, consejero diplomático del presidente ruso.
Ushakov aseguró que China apoya los reclamos de Rusia "en materia de seguridad"; una lista de exigencias dirigida a Estados Unidos y la OTAN para aliviar las tensiones sobre Ucrania y que los occidentales han rechazado. A fines de enero, el gobierno chino había llamado a "tomar en serio" esas demandas.
Casualidad o no, Rusia hizo la guerra con Georgia, otra exrepública soviética prooccidental, durante los Juegos Olímpicos de Pekín, en 2008.
Putin, que tiene previsto hablar por teléfono este miércoles con el primer ministro británico, Boris Johnson, acusó a Occidente de ignorar las preocupaciones de Moscú en materia de seguridad. Pero también dijo esperar "una solución".