ETA pidió perdón a las víctimas por el "grave daño" causado durante su lucha armada por la independencia del País Vasco, un gesto previo a su esperada disolución, aunque sus disculpas dirigidas solo a los afectados "sin responsabilidad" en el conflicto generó polémica en España.
En el texto divulgado este viernes por el diario vasco Gara, ETA reconoció "el daño que ha causado en el transcurso de su trayectoria armada" y mostró "su compromiso con la superación definitiva de las consecuencias del conflicto y con la no repetición".
Consciente de haber provocado "mucho dolor", quiso "mostrar respeto a los muertos, los heridos y las víctimas que han causado" sus acciones, según la declaración traducida del euskera al español por el diario.
"Lo sentimos de verdad", indicó el texto difundido casi 60 años después de la creación en 1959 de la organización a la que se le atribuye un historial de atentados con bomba y asesinatos que dejó según las autoridades al menos 829 muertos, tanto en el País Vasco como en el resto de España, y algunos también en Francia.
Detrás también de secuestros y extorsiones, Euskadi Ta Askatasuna (País Vasco y Libertad) se limitó a pedir perdón específicamente a aquellas víctimas "que no tenían una participación directa en el conflicto".
"A estas personas y a sus familiares les pedimos perdón", señaló el texto.
-El gobierno español de Mariano Rajoy, que desde 2011 ha rechazado toda negociación, afirmó este viernes que la declaración "certifica una vez más la derrota sin paliativos de la organización terrorista", según dijo en rueda de prensa el portavoz Íñigo Méndez de Vigo.
"El gobierno no consentirá el relato para que se hable de unos y de otros, las victimas estarán siempre en nuestro corazón" subrayó Méndez de Vigo, garantizando que "jamás, ni antes, ni ahora, ni después dará ninguna contrapartida a ETA".
Organizaciones de víctimas del terrorismo, que exigían desde hace años una declaración de perdón, criticaron el comunicado por insuficiente.
"Me parece vergonzoso e inmoral que hagan esa distinción de quienes se merecían el tiro en la nuca, esa bomba en el coche, y quienes fueron víctimas por casualidad porque no se lo merecían", expresó a la televisión pública TVE la presidenta del Asociación de Víctimas del Terrorismo, María del Mar Blanco.
La organización de Blanco, hermana de Miguel Ángel Blanco, un concejal del Partido Popular (PP) secuestrado y asesinado por ETA en 1997 en un hecho que conmocionó al país y provocó manifestaciones masivas de rechazo, pidió "la asunción de responsabilidades individuales" para resolver los crímenes de ETA "pendientes de esclarecer".
El presidente vasco, Íñigo Urkullu, saludó "el paso" dado por ETA, pero también pidió que cuando anuncie su disolución tenga "en la misma consideración a todas las victimas".
El partido de centroderecha Ciudadanos también condenó la distinción, que excluiría a cientos de víctimas, como policías o autoridades.
"Aportación constructiva"
ETA se formó bajo Franco, acusado de reprimir la cultura vasca, pero después de la muerte del dictador intensificó sus acciones, entrando en una espiral de odio en la que también participaron grupos de extrema derecha y entes parapoliciales como los GAL, creados en los años 80.
Tras intentos frustrados de negociación y la condena cada vez más abierta de la sociedad vasca de la violencia, ETA anunció el fin de la lucha armada en 2011 y se apresta a decretar su disolución, lo que ocurrirá el primer fin se semana de mayo, el 5 y 6 de ese mes, según del Grupo Internacional de Contacto (GIC), de personalidades internacionales que trabajan por la paz en el País Vasco.
ETA cuenta con unos 300 miembros encarcelados en España, Francia y Portugal, entre 85 y 100 en fuga y una docena de personas "expulsadas por Francia, sin papeles a África o América Latina", según el Foro Social, organización próxima a las familias de los presos.
ETA reclama un acercamiento de los presos a las cárceles más próximas al País Vasco y espera lograr una modificación de la política penitenciaria con su disolución.
La declaración de ETA es una "aportación constructiva" y "una contribución definitiva a la paz, la convivencia y la reconciliación", estimó el dirigente de la coalición "abertzale" (independantista) EH Bildu Arnaldo Otegi